Escucho la voz lenta y ronca de Jack en mi salón de clases, mis ojos cansados se conectan con los de él casualmente cuando decido levantar la cabeza. Las comisuras de su boca se elevan y despide a dos de mis compañeras con quién estuvo hablando y palmea el hombro de Steven. Estos abandonan el salón justo cuando Jack se coloca en frente de mi escritorio.
Quedamos los dos, la mayoría se habían ido. Me siento nerviosa de solo estar con él, me latía el corazón y no me siento capaz de sostenerle la mirada.
—Hola Ángel.
Aclaro mi garganta.
—Hola.
Mi cuerpo se sobresalta cuando se inclina y agarra mi muñeca para realizar el tonto saludo. Me sentí apenada porque pensé que me iba a dar un beso y por instinto aparte la cara. Jack no dijo nada, solo sonrío soltando a la vez una casta risita y me hace la señal que ellos acostumbran usar para saludarse.
—Tienes que aprendértelo — me indica después varios intentos fallidos, no pude contener la risa al ver su expresión. De repente saca algo detrás de su bolsillo y me lo entrega.
Era un huevito Kinder sorpresa.
—Gracias —rechace en contra de mis deseos — pero no puedo.
—No está envenenado si es lo que piensas — sonríe de lado.
—No es eso — juego con mis dedos.
—No te gusta.
Niego.
—Me encanta solo que no debo comer — explico apenada —. Muchas gracias.
—¿Te hace daño?
—Si, exacto —estiro las piernas y me pongo de pie.
—Oh bueno —lo guarda dentro de su bolso, supuse que se lo dará a su hermanita Eva — ¿Lista?
Suspiro
—¿Puedes llevar mi bolso? —se ocurre de repente.
—Por supuesto —acepto en seguida y se lo coloca detrás de su espalda, hace una mueca y me mira desconcertado.
—Uh, esta pesado.
—Como tus mentiras.
—¿Qué?
—Nada.
—Es más pesado que el mío.
—Si no quieres llevarla tranquilo yo lo hago —me hago la orgullosa.
—No, no —se aleja antes que mis manos puedan alcanzar las correas—. Yo lo llevo.
—Bien.
—¿Qué tanto tienes aquí? —sigue quejándose, pero lo ignoro, respiro hondo para canalizar mi estado de ánimo.
Tranquila, tranquila.
Voy detrás de él con los brazos cruzados sobre mi pecho, mirando el suelo sumida en mis pensamientos, cuando de repente choco contra algo duro y me caigo hacia atrás.
—Mierda.
Me llevo las manos a la nariz para disipar el dolor intenso.
—¿Estas bien?
—¿Po-por qué te detuviste así?— reclamo furiosa.
—Es que vi un billete, perdón ¿te hice daño?
Parpadeo.
—Un... ¿que?
—Un billete.
—¿y tuviste que detenerte así, por un estúpido billete? —espeto malhumorada.
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Falling©️|01|✔| Completa|
Lãng mạnMelina Wells tiene miedo de volver creer en las personas. Fría, distante y desconfiada intenta pasar sus últimos años en la escuela de derecho sola. Se ha mantenido al margen desde hace muchos años de esta manera, no permite que nadie se le acerqu...