Capítulo 1

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Cuando llego a mi facultad lo primero que veo es a Jack en ella. Estaba reunido con un par de chicas y parecía muy feliz. Hubiese pasado desapercibida si una de ellas no le hubiese avisado de mi existencia.

Viejas chismosas.

Antes que su mirada verdosa y la mía hicieran contacto. Entro a mi edificio como alma que lleva al diablo. Sé que eso no evitará quitármelo de encima —igual me va a seguir de todas maneras — pero al menos entenderá que no me interesa. Bueno eso espero.

Atravieso el pasillo con pasos alargados para sacar un poco ventaja. Siendo consiente que así corra a la velocidad de la luz, este inepto de ojos verdes me alcanzará en un parpadeo.

¿Piernitas para que las quiero?

Siento sus pasos detrás de mí y una corriente viaja por mi cuerpo. Apresuro los míos y trato de no entrar en pánico. No quise voltear porque sabía que era él. Sin embargo, lo hice y no se para que si ya sabía si el único idiota que me sigue es él.

Quizás porque tenía la pequeña esperanza que estuviera equivocada y solo fuera un espejismo.

Me sonríe divertido cuando sus ojos hacen contacto con los míos y me giro nuevamente. Apresuro más los pasos, pero me enredo torpemente. Ignoro su risa burlona y no me detengo hasta que me rebasa y se planta frente de mi.

Suelto un gritito ahogado y me freno casi sobre sus pies. Él sonríe de medio mientras doy un paso hacia atrás y de repente lo veo inclinándose hacia adelante.

—Si me besas te golpeo —espeto con la respiración entre cortada. Nunca en mi vida había corrido tanto, la última fue en la escuela y casi me muero.

—Hablo en serio —sus labios se detuvieron a centímetros de mi cara.

Queda tan cerca que podía sentir el aire saliendo de nariz rozar mi mejilla. Y por desgracia no era desagradable, era todo...lo contrario.

Olía a menta y todo él a una rica fragancia que impregnó mis fosas nasales.

—No estoy jugando.

—De acuerdo —lo toma con diversión —. Entonces te saludaré como los hombres lo hacemos.

Encaro una ceja.

De repente siento que rodea mi muñeca. Mi cuerpo pega un respingo. Observo cómo choca su mano con la mía y me pregunto qué demonios está haciendo.

—¿Qué haces?

—Ya que no quieres que te salude como a las señoritas — responde —. Entonces te saludaré como lo hago con mis amigos.

Lo miro incrédula y no pude evitar reírme, traté, pero fue imposible.

—Que patético —levanta su mirada verdosa hacia mi con sonrisa una de lado, en que se le hundieron las mejillas.

—Y tú eres hermosa.

Rio con falsedad elevando una ceja.

—El dinero logra que me veas como tus amigas. Altas, delgadas, cabello dorado y ojos verdes.

Y yo soy todo lo contrario. Mis orbes son marrones como el café, mi cara es redondita como una galletita y mi cuerpo bastante rellenito como un peluche.

—¿En serio piensas eso?

—Si.

—Tú llamas mi atención y no sé de dónde has sacado esa loca idea que te apuesto —bajo la vista al sentir un peso en mi mano. La sacudo a ver que es la suya intentando entrelazarla con la mía —. ¿Por qué has dicho eso?

Falling©️|01|✔| Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora