— ¿Terminaste? —preguntan a mi lado y parpadeo sobresaltada. Levanto la mirada de dónde provenía aquella voz y me cruzo con la mirada oscura de un muchacho.
—Si ya terminé, disculpa — dije distraída.
Decidí cambiar de gimnasio luego de saber que el inepto acude a ese. Pasar mucho tiempo de su cercanía me está afectando más de lo que quisiera y no quiero que estas sensaciones incrementen. Sé que no será fácil mantenerlo alejado de mi y menos si estamos tan cerca, literalmente y casualmente cerca. Pero si yo puedo evitarlo, lo hare así me toque esconder debajo de las piedras.
—Gracias —dice el muchacho después de cederle la maquina que fortifica los glúteos.
Mi termo de agua estaba cerca de sus tenis sin darse cuenta echo el pie hacia atrás y lo tumba, me inclino para recogerla y no me percibo que él también lo iba hacer, así que sin querer nos dimos por la cabeza en un golpe seco que hizo a ambos exclamar.
—Lo siento, lo siento ¿está bien? —dice apresurado, mirando apenado en medio de una sonrisa carismática.
—Si estoy bien —contagiándome de su risa — .Que pena, no pensé que también ibas a recogerlo, perdón.
—No te preocupes— dice despreocupado mientras me pasa mi termo de agua, me dedica una amigable sonrisa y hago un asentimiento para retirarse, el chico hace un corto ademan para despedirse de mi e imito su expresión.
Mi nueva entrenadora me instó a participar en el grupo de zumba del gimnasio como mi última serie de rutina. Me comentó antes de acceder que otras de las mejores formas para bajar de peso era bailando.
Dos chicas me miraron con cara de burla en el momento que me uní al grupo de zumba. Las ignoré, aunque evitar escuchar sus comentarios despectivos era casi imposible, aun así, eso no iba a detenerme algún día seré una mujer delgada como ellas.
Me posiciono al lado de una mujer de mayor edad que estaba estirando los brazos para calentar, la saludo y ella me responde con una amigable sonrisa.
El instructor llega y todos se giraron en torno a él. Era un hombre joven, no pasa de los treinta, piel canela y cabello oscuro. Usaba un conjunto de ropa deportiva de lo color azul marino. Era alto y tenía buena contextura física.
—Es la primera vez —pregunta una señora.
—Si —respondo temblando, estaba muy nerviosa e insegura, todos a mi alrededor lucían esplendidos menos yo.
—¿Eres nueva? —se integra otra voz, la señora y yo compartimos las mirada y al mismo tiempo giramos los cuellos — hola, tu — saluda, era el chico con quien me había dado un fuerte golpe en la cabeza.
—Hola — dije apenada viendo su frente, tenia un pequeño bulto y supuse que yo estaba igual. Sus ojos marrones estaban allí — Si, soy nueva — hablo y mi voz hace bajar su mirada.
—¿En el gimnasio o en el baile? — indaga curioso y divertido.
—En los dos.
—Yo en el baile —manifiesta con una sonrisa —. Soy muy malo, tengo dos pies izquierdos pero quiero aprender aunque no sea tan bueno.... — miro a la señora que no dejaba de sonreír — .¿Tú sabes bailar?
—Mas o menos.
—Empecemos con el estiramiento —Anuncia el profesor y los tres nos alineamos, quedando la dulce señora en medio de los dos. Mientras imitaba los pasos del instructor, podía sentir como el chico me lanzaba mirada y yo no pude evitar también hacerlo. Cuando coincidíamos, me guiñaba el ojo me dedicaba una amigable sonrisa.
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Falling©️|01|✔| Completa|
Roman d'amourMelina Wells tiene miedo de volver creer en las personas. Fría, distante y desconfiada intenta pasar sus últimos años en la escuela de derecho sola. Se ha mantenido al margen desde hace muchos años de esta manera, no permite que nadie se le acerqu...