Capítulo 45

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Despierto bajo el ruido de unos suaves ronquidos y de la densa lluvia. Estoy hecha un ovillo y extiendo mis músculos para moverme. Alguien gruñe sutilmente cerca de oído y giro mi cabeza con una amplia sonrisa hacia el dueño de ese melodioso sonido.

Boca abajo y con toda su tonificada espalda a mi entera disposición Jack duerme profundamente. Admiro cada centímetro como si se tratara de una obra maestra. Ancha y perfecta con ese color bronceado que define su hermosura, mis dedos trazan una línea desde su cadera hasta la nuca dónde reposan sus rizos. Muerdo mi labio inferior y recargo mi cabeza, rodeo su cintura y lentamente cierro los ojos.

Su respiración es regular, tranquila, pacífica. Mis dedos hacían corazones invisibles en su piel desnuda. Me sentía en armonía después de haber hablado. Él sufrió mi dolor y lo vi en cada mota de sus lágrimas, lo vi impotente e indignado y después de eso, no sé despegó de mí y me susurró en el oído que me quería y que lo sentía.

Él no tenía nada que sentir, él no sabía lo que me había pasado.

—¿Melina?

—Hola —saludo soñolienta mirando su rostro que aún era dominado por el sueño. Me muevo hasta toparme con su mejilla y dejo un beso que hace que sus hoyuelos se hundan al sonreír -. ¿Cómo amaneces?

—Muy bien, demasiado bien-responde en susurro sin apartar sus ojos de mí.

—¿Quieres desayunar? — invito acercándome un poco más hasta estar a la misma altura —. ¿Qué te gustaría? -peino sus cejas gruesas y acaricio sus mejillas frías y sonrosadas, mientras detallaba cada rincón de su rostro adormecido e iluminado por la escasa luz que ingresaba por la ventana pero que sin embargo hacían brillar sus ojos verdes.

—Pan tostado y unos huevitos fritos— propone sin apartar sus esmeraldas.

—¿Y café con leche? —añado.

—Como prefieras, Ángel —sonrío incapaz de contener mi emoción y me acerco hasta quedar a centímetros de su rostro, no quería que mi aliento lo incomodara así que solo me dirijo hasta su frente y allí depósito un beso profundo.

Enseguida me doy vuelta sobre la cama y la sábana que cubría de mi cuerpo cae por la gravedad y deja en descubierto mi espalda.

Inmediatamente recojo la camisa que estaba botada en sueño, antes de ponerme doy una vista hacia atrás y veo a mi querido Jack contemplando con sus perfectos ojos verdes la curva de mis caderas.

—¿Gustas de la vista? —bromeo, subiendo una ceja mientras espero que sus ojos se encuentren con los míos.

—Amo la vista— sonrío y me vuelvo hacia adelante, paso los brazos a través de las mangas de la camisa y recojo mi cabello para acomodar el cuello.

Cuando estoy por levantarme, mi cuerpo se sobresalta al sentir sus manos rodear mi abdomen y el peso de su cabeza apoyarse en mi hombro. Mi mano inmediatamente conduce hasta su mejilla y pego mi cara contra la suya.

—¿Dormiste bien?

—Como nunca antes -contesto feliz—. Espero que tú también hayas dormido bien —aspira mi cuello y aprieta sus brazos alrededor de mi cintura.

—Te ayudo con el desayuno.

- Hoy el futuro esposo y padre de mis ochenta hijos no va a cocinar. Cuando esté listo yo te llamo ¿está bien? - me vuelvo hacia él cuando no contesta y se queda tan quieto como si estuviera pensando.

Giro mi tronco hacia él, su mirada estaba perdida y noto que también está cristalizada. Lo miro con ternura y pienso en todo lo que tuvo que hacer y me siento un poco mal por haber puesto en duda su sinceridad, la verdad que si nunca no me hubiesen apostado nuestra historia hubiese empezado de otra manera.

Falling©️|01|✔| Completa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora