ʝµɳɠҡσσҡ
Las estrellas desde hacía un buen rato iluminaban el oscuro cielo en compañía de la Luna.
Noche Buena para TaeHyung y su familia era muy importante ya que la Navidad la consideraban como una fecha para unificar los lazos filiales y toda esa mierda que a mi me importaba un bledo.
Por eso, mientras él estaba muy campante en su casa, festejando, yo estaba en el lugar acordado por los enemigos de mi amigo.
Y nunca mejor dicho.
TaeHyung no sabía manejar tan bien como yo una motocicleta (principal razón por la que estaba allí y no en mi casa dormitando), pero se encargaba de las apuestas y recoger el dinero y garantizar que los acuerdos fueran cumplidos.
Pero en aquella ocasión lo retaron a él porque el muy tonto quiso lucirse frente a una chica y terminó diciendo que había mejorado muchísimo sus habilidades en el manejo de las motos y que podía vencer al mejor de la pista.
Y le dijo aquello a los Shin, nada más y nada menos que el dúo más competitivo de todo el grupo de corredores clandestinos...y también los más creídos y mala cabeza.
Sinceramente no me extrañaba que lo hubiesen amenazado con llevarse a su hermana.
Habían citado a mi amigo a una carretera poco concurrida, casi al borde de un precipicio y lograron montar una pequeña tarima en forma de curva que nos desviaba a otra calle también poco concurrida donde terminaba la carrera. Había pocos espectadores (a comparación de lo usual), y eso sólo me recordó que aquello era un ajuste de cuentas.
Como debía ser mi amigo el que correría y no yo, pues estaba disfrazado de pies a cabeza. En primer lugar, me tuve que vestir como él (que ya para eso sí que me metí en su armario para fisgonear), el gorro de la sudadera lo llevaba cubriendo mi negra cabellera y sobre mi nariz y boca iba un cubrebocas. Hasta estaba practicando cómo imitar su voz.
Pero no fue necesario este último detalle ya que, en cuanto llegué junto al par de problemáticos, me lanzaron las llaves de la moto con la que suponía correría y se colocaron sobre las suyas, invitándome a hacer lo mismo.
Celebré para mis adentros que no hubiese ningún tipo de intercambio verbal porque la verdad apenas abría la boca para comer o para hablar con TaeHyung, pero de ahí en fuera de veras que me daba pereza gastar saliva en las personas que se me acercaban, en su mayoría imbéciles.
Una chica, prácticamente desnuda, se ubicó en medio de los tres y agitó una bandera.
¿Dos contra uno? Bufé. Eso era una locura y una trampa total.
Justo ahí caí en cuenta de que no había revisado la moto antes de la carrera y, conociendo a esos odiosos, daba por hecho que algo habían malcolocado.
Pero ya era demasiado tarde. Ya estaba sobre la moto, arrancando apenas aquella chica hubo bajado la bandera en sus manos.
Al principio todo parecía ir bien. La moto tomaba buena velocidad y la primera curva la dobló muy bien...pero a mitad de la segunda ronda, cuando pensaba que iba ganando, siento algo caer al asfalto...y sabía que era una pieza de la moto.
Como en efecto, perdí el control del vehículo y este comenzó a serpentear. Parecía que había cobrado vida propia pero en realidad sólo le habían cortado los frenos y quebrado el tornillo que ajustaba el timón.
No me dió tiempo a reaccionar correctamente y cuando menos lo esperé, el motor explotó y yo salí volando por los aires.
De un momento a otro, mi cuerpo había impactado contra otra piedra al borde del barranco luego de haberse arrastrado por todo el terreno áspero por lo que podía sentir la sangre y el ardor de mis heridas.
No sé cuánto tiempo estuve intentando mantener mis ojos abiertos y enterarme de lo que sucedía a mi alrededor, pero sólo fui consciente de que sería salvado cuando, a través de mi nublada vista, divisé una brillante masa blanca. Alguien abrió mis ojos y yo hice mi mayor esfuerzo por agudizar mi sentido visual, encontrándome con un preocupado rostro cuya dueña tenía un aura pacífica y angelical. Sonreí de lado y, a como pude, logré tomar la mano de aquella chica.
-Tú...tú eres...mi...mi ángel.
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⦅αɾεɳ'ƭ ωε?⦆ °ʝεσɳ ʝµɳɠ ҡσσҡ°✓
FanfictionLa joven salió corriendo de la ambulancia, llegando hasta el ensangrentado cuerpo del joven tumbado sobre el asfalto. Su moto ya destrozaba estaba en la otra parte de la carretera. Cayó de rodillas viendo al chico. Sus ojos estaban cerrados. Colocó...