Capitulo 5

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Jungkook no veía a Jimin desde el día en el que esos estúpidos chicos de primer año se mofaron de él, sabia que seguramente se sentía incomodo de mostrarse luego de la fatídica escena que montaron frente a él y su hermano Yoongi. Mira de reojo su lugar vacío y se pregunta si debería ir a verlo, no era justo que se ocultara, él no había hecho nada malo.

Bien, no es como si tuviera que decidir mucho: iría a verlo, aunque no conociera el lugar donde vive porque, aunque llevaban tiempo siendo amigos, nunca ninguno de los dos había ido a la casa del otro.

Esa tarde volvió a su hogar para preparar el almuerzo de su madre y hermano, luego tomaría un baño rápido y partiría hacia la casa del pelinegro. Guarda algunas galletas en su bolso por pedido de su madre, ellos siempre hablan de Jimin y de qué tan bueno es y cuánto sufre al no tener a su madre con él, por eso, la señora Min le pide que no tarde en invitarlo a cenar. Ella tiene muchas ganas de conocerlo y Kook sonríe porque sabe que su madre y su amigo se entenderán de maravillas.

Cruza varias cuadras antes de llegar a la dirección que tiene anotada en un papel.

-Aquí debe ser- susurra para si mismo y sube los tres escalones que lo separan de la placa de madera barnizada de un bonito color roble. Toca el timbre una vez y es suficiente para que alguien atienda.

Queda atontado por la belleza del lindo chico que le abre y se da cuenta de que se quedó callado, él ni siquiera está saludando como debe y el mayor lo mira como si fuera lo mas extraño del mundo.

-Eh... ¿Hola?- sale de su trance cuando una mano se sacude frente a él- ¿Estas bien? ¿Estas perdido?

-¿Q-que? Yo no, no...- Se da una bofetada interna y se obliga a formular una frase entera sin tartamudear- Soy Jungkook, amigo y compañero de Jimin. Vengo a visitarlo, el no esta yendo a la escuela y yo...

-¿Jungkook? ¿Eres el Jungkook del que siempre me cuenta? ¡Oow! ¡Eres tan lindo!- Se exalta al escuchar el nombre que tantas veces oyó a su hermano pronunciar. Si alguien hace feliz a su pequeño hermano, entonces era bienvenido en su hogar- Pasa por favor, soy el hermano de Jimin: SeokJin. Pero puedes llamarme Jin o como quieras.

La calidez que emana el chico es tan abrumadora que sus mofletes no tardan en tomar ese color rozagante que lo hacen parecer un niño pequeño.

Jin.

Era todo lo que se había imaginado del hermano mayor de su hyung y a eso debía agregarle que era sumamente guapo. Él nunca había pensado en otra persona de esa manera, ninguna chica o chico habían causado tan fuerte impresión en él, pero este muchacho que ahora lo escoltaba hasta la habitación de su amigo era, lejos, un monumento a la belleza.

-Muchas gracias- pronunció mientras hacia una venia. Jungkook realmente quería arrodillarse y adorarlo como si fuera un dios porque estaba seguro que no había en este mundo alguien tan hermoso como SeokJin.

-No es nada, solo entra despacio. El debe estar durmiendo-

Dicho esto se retiró otra vez a la cocina. Estaba realmente feliz de que Jimin recibiera a un amigo en casa. Él nunca había llevado a nadie, y no es porque no quisiera, Jin sabia que su hermano no tenía amigos y eso le dolía ¿Cómo podía ser la gente capaz de herir los sentimientos de alguien solo por tener un aspecto diferente? Por eso entendía cuando su madre lo protegía, el mismo debía estar detrás de su hermanito cuando iba a la escuela y otros niños lo molestaban, era tan frustrante. Pero su Jiminie era muy fuerte y nunca se dejaba doblegar o por lo menos lo era antes de que su madre muriera. Ahora solo quedaban los fragmentos de lo que alguna vez fue.

Jungkook entra despacio, como se lo había indicado Jin, esta todo oscuro y no puede ver nada, pero hay una pequeña luz que sale detrás de una puerta y supone que debe ser el baño de la habitación, porque escucha el agua caer. Jimin estaba tomando una ducha.

×GORDOFOBIA×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora