Capitulo 39

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Namjoon miraba, frustrado, la jugada entre sus manos. Iba a perder otra vez, tenía un ápice de esperanzas en recaudar el dinero que su hermano menor había invertido en recuperar la casa que, por su imprudencia, habían perdido.

Los hombres a su alrededor fumaban de sus habanos con tanta impunidad y absolutamente seguros que lo tenían entre sus manos, que el solo ambiente a su alrededor le enfermaba. Se sentía como un pez en una pecera.

–Voy – Anunció y sacó una carta de la baraja y un brillo de esperanzas se asomó por su mirada.
Levantó el vaso de licor junto a él y le dio un largo sorbo. Miró a su alrededor y su confianza aumentó un poco más al notar la confusión en los rostros frente a él.

Ésta es mi noche.

Acomodó su jugada ganadora esperando su turno con paciencia, intentando leer los gestos de sus rivales. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, observó al centro de la mesa donde sus apuestas se acumulaban en un pequeño montón de dinero, cheques y joyas que convergían como una pequeña fortuna.

Recuperaré el reloj de mamá.

–Paso – Afirmó el chico junto a él y por fin su turno de brillar había llegado.

–Escalera real, señores– Exclamó aireado bajo la mirada sorprendida de los demás e inclinándose para recoger su botín. Este sería un buen día, podría comportarse como el hombre que era y llevar algo de seguridad a su hogar. Exhaló pesadamente cuando el reloj de su madre estaba nuevamente en sus manos, brillando majestuoso.


Hasta que sintió el fuerte toque en su mano. Levantó sus ojos nuevamente hasta el chico a su lado y su sonrisa se demacró poco a poco mientras lo veía sonreír.

–Te estas apresurando, Namjoon – Rió mientras revelaba el juego de cartas en su mano – Flor. – Sentenció y el cuerpo entero del chico tembló

Una vez más había fallado, poco a poco todos los demás bajaron sus jugadas y comenzaron a dispersarse de la mesa dejando al ganador recolectando su premio y a Namjoon abatido por su fracaso. Si, era un fracaso en su totalidad.

–Por favor – Susurró con la cabeza gacha, la mirada perdida en su jugada muerta sobre la mesa y sus manos empuñándose con frustración. – Déjame recuperar el reloj, era... era de mi madre –

– ¿Qué? Ooh, Namjoon ¿No crees que he sido lo bastante indulgente contigo? Mira que permitirte recuperar la casa que por derecho me correspondía... Tsk, no suelo dar esos beneficios a cualquiera – Metió el bulto de dinero y objetos en una bolso dejando en su mano solamente el reloj dorado, observándolo diligentemente–

–Tú no me permitiste recuperarla, dejaste que te rogara por ella. Nosotros pagamos la suma que pedías – Sentenció, la furia reluciendo en sus ojos marrones –

El joven detuvo sus movimientos y fijó su vista nuevamente en él con extrañeza.

– ¿Nosotros, Namjoon? –

–Bueno, mi hermano menor consiguió el dinero. Pero es gracias a eso que la recuperamos, tu no hubieras tenido piedad. –

–Te equivocas, muchacho – Sonrió con suficiencia – No me subestimes, yo no doy puntada sin hilo –

– ¿A qué te refieres? –

–Aah~ ¿No crees que esta joya se vería bien en la muñeca de mi novia? O quizás se la regale a mi pequeño amante... quizás a mi lindo bebé le guste –

–Por favor, Chanyeol. Permíteme recuperarla. Dame la revancha – Suplicó agobiado – Me matarán si notan que la tomé –

–Debes pensar mejor tus jugadas, Namjoon. Deja de actuar como idiota y ten dignidad – Tiró de su brazo cuando el otro quiso tomarlo. – Quizás la recuperes antes de lo que te imaginas, no tienes idea de lo pequeño que puede ser el mundo – Rió antes de retirarse, dejándolo solo y abatido.

×GORDOFOBIA×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora