Capítulo 44

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- Nos escuchó ¿verdad? - Jimin mordía sus uñas con evidente nerviosismo, no iba a hacer como si presentarse ante su suegra fuera algo sencillo. No. Mucho menos luego de que la haya confrontado con tan poco respeto aquel día, todavía podía recordar las palabras ácidas que usó y eso no lo hacia sentirse mejor.

-Puede que ella lo haya hecho, si - Yoongi levantó sus hombros restándole importancia - No dirá nada, después de todo tiene dos hijos... No creo que ella nos haya engendrado mientras asistía a misa o algo así -

-¿Cómo puedes hablar así? ¡Es tu madre!- dijo prácticamente horrorizado por la falta total de tacto con la que se refería a ella.

Yoongi sonrió, era tan dulce su forma de avergonzarse por todo y sin embargo ese pequeño pervertido era la voz mas sensual de todo la 'hot line' y tenia a varios hombres suspirando por sus melodicos gemidos y obsenas frases. Y ni hablar de aquella primera vez juntos ¡Oh dios! Él podía correrse de solo recordarlo pedir que le diera más duro.

Ambos caminaban hacia casa de los Min, recién estaba oscureciendo y NamGi insistió en que Yoongi llevara a Jimin a cenar. También le había pedido a Jungkook que llevara a SeokJin pero luego pensó que era mejor hacer sufrir a sus hijos uno a la vez. Luego podrían tener aquella cena familiar todos juntos incluído Namjoon.

-Te sorprendes ahora porque todavía no la conoces, ella no es la blanca e inocente paloma que tu piensas-

-¿Y como es, entonces? - Un poco de nueva preocupación logró filtrarse por sus palabras, pero Yoongi negó - Oh, por favor dímelo... Quiero estar preparado para cualquier cosa.-

Yoongi detuvo su caminar y tiró de su mano entrelazada hasta quedar de frente.

-Deberás descubrirlo por ti, bebé. Pero no te preocupes, estaré allí para salvarte - Dicho esto lo tomó del cuello y dirigió su boca hasta la otra solo para dejar un suave beso húmedo

-Bien, pero creo que necesitaré otro de esos para darme valor- Susurró sobre sus labios

-Eres tan caliente hasta cuando actúas como un malcriado- Volvió a tomar su boca, solo que esta vez lo orilló contra una pared.

No podía tener solo uno, probarlo era siempre querer más. Era como estar sediento y jamás saciarse aunque tuviera una mar bajo sus pies. Estaban en un punto muerto en la calle, donde la gente no pasaba y las luces no los alcanzaban, entonces aprovechó para apretarse sobre el otro cuerpo y apegarse más y más sin deshacer el contacto.

Jimin gimió. Tenía un brazo apretando su cintura y una mano aprisionándolo del cuello, la lengua caliente de su novio se paseaba voraz en su interior y se frotaba contra la suya. El aire entre los dos empezaba a calentarse y en toda la calle solo se escuchaban sus jadeos, respiraciones pesadas y los chapoteos de sus besos mientras se empujaban el uno al otro buscando nuevos puntos de contacto.

-¡Dios, Yoongi!- Jimin tiró de su cabello cuando el mayor bajó para morderle la mandibula y trazó la linea de su cuello a mordiscones hasta el hombro.
Yoongi bajó la mano de su cuello hasta la espalda de Jimin y lo presionó más cerca cuando lo escuchó liberar pequeños gemidos que escapaban de su garganta. Quiso morderlo, él quería oírlo mas fuerte, necesitaba escucharlo como lo hacia por teléfono. Llenar su mente de esa erótica y adictiva voz era todo lo que su ser le pedía.

-Vamos, Jiminie... Regalame tus gemidos - El aliento tibio chocó contra su piel, sintió su erección apretándose contra su pantalón y su mente llenarse de perversión.

-YoonGi~- Susurró entrecortado- Llegaremos tarde... - No quería decir eso, él quería pedir que lo llevara a cualquier rincón y lo follara duro, que le bajara el pantalón y castigara sus nalgas crudamente... ¡Dios él quería que sea malditamente sucio! - Yoongi- Uso sus manos para empujar sus hombros pero en su interior quería desnudarlo allí mismo

×GORDOFOBIA×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora