×GORDOFOBIA×

Capítulo 22

Jimin tiene ese brillo en los ojos mientras va y viene con la mercadería, recorre cada punta del salón y está tan ensimismado en su trabajo que no ha notado cuándo empezó a tararear algunas canciones en voz baja. Algunas señoras que frecuentan el comercio durante la mañana le hicieron algunos cumplidos con respecto a su humor.

El menor siente que al fin pudo entender todo lo que Hoseok quería decirle y con ello parece haber descubierto el secreto de la felicidad. Todo eso, sumado a los elogios que estuvo recibiendo sólo logro alimentar sus teorías.

Él tiene que sonreír.

Si, eso es lo que debe hacer. No importa cuan gastado y roto este por dentro o qué tan mal esté yendo su día. El mejor remedio para todos los males es una sonrisa. Es algo parecido a ocultar la basura debajo de la alfombra: se ve limpio y bonito aunque toda la mierda siga ahí, camuflada por un tapete de colores.

Entonces, si sonríe, al mismo tiempo logra empujar la porquería hacia el fondo de su ser, ese lugar a donde nadie tiene acceso y en el que las personas no se molestan en buscar. Porque cuando dicen "lo importante es lo de adentro"  no se refieren a que el envase no importa y que la personalidad es lo más bonito que puedes mostrar.

Cuando la gente dice que lo que realmente vale es lo interior es una gran mentira que significa qué, lo que te hace aceptable, es aquello que puedes darles y que los beneficia. En resumen: Si no eres guapo a los ojos de los demás, al menos ten una buena actitud.

Porque, si eres rudo y narcisista, la gente te evitará porque tu personalidad no los ayuda a sentirse bien. A menos que seas atractivo.
Pero si eres poco agraciado físicamente pero eres despierto, interesante y risueño la gente te amará.

Porque la aceptación depende de lo que tienes para ofrecer a los demás y nada más que eso. Un acto altamente egoísta. Pero, ¿No buscamos todos ser aceptados? Todos somos un poco egoístas por dentro.

Entonces Jimin sonríe, porque descubrió que lamentadose y auto-compadeciendose no llegará a ningún lado. Era cuestión de aceptar ciertas reglas de la naturaleza.
Si eres gordo y feliz puedes tener amigos pero no amor.

Si eres atractivo no importa tu personalidad porque siempre tendrás a la gente comiendo de la palma de tu mano.
Nadie quiere a un gordo depresivo y él acaba de comprobarlo.

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Yoongi ha estado de mejor humor también esta mañana. No entiende muy bien el por qué, ya que pasó una pésima noche, pero por alguna razón el aire a su alrededor se siente liviano.  Él esta haciendo el inventario de mercancía en el deposito mientras Jimin repone en el salón.
Pero aún a cierta distancia lo ha escuchado cantar y no se mentirá a si mismo diciendo que no le fascina su voz, incluso ha cerrado los ojos y se dejó llevar por la melodía. Esa voz le ha calmado el alma alborotada el día de hoy y hay un pequeño deseo en su interior que pide que sea así todos los días.

–Yoongi...– Taehyung entra al lugar buscándolo detrás de la pila de cajas sacándolo de su meditación

–¿Si?–

–Emm... – él está algo dudoso sobre lo que va a decir, aun no tiene muy en claro su objetivo pero siente que debe hacerlo o estallará – ¿Hace cuánto conoces a Hoseok?–

El sólo escuchar su nombre lo pone en alerta, así que deja la caja de fideos y le brinda su completa atención a su amigo.

– Lo conozco hace años ¿Qué hay con eso?–

–¿Cuánto?–

–¿Seis? ¿Siete? No llevo la cuenta como si fuera un maldito aniversario– Responde algo irritado por la insistencia, si había alguien del que no quería hablar en estos momentos era de él, por lo menos no mientras pensaba en Jimin.
Taehyung solo asiente pensativo y su mirada se pierde en la nada. Entonces Yoongi entiende que algo no anda bien.