En mi ADN - Secuela de StripX (Larry Stylinson).

Capítulo 12.

El día de la boda.

Harry correteaba de un lado a otro de la habitación, nervioso como nunca antes había estado, mientras que Liam, Niall y Ross solamente lo observaban, habiendo desistido de intentar calmarlo.

Los tres chicos estaban sentados en la cama de Louis y Harry, Ross y Liam apoyados en el cabecero de la cama y Niall entre las piernas de Liam, apoyado en él.

—Harry, cariño —Dijo Liam— ¿No crees que deberías empezar a vestirte?

—Estoy muy nervioso —Gruño Harry, aún sin detener su paseo de un lado a otro de la habitación.

—Lo sabemos —Dijo Ross— Pero estoy seguro de que no quieres hacer esperar a Louis en el altar. Al menos, no mucho.

—¿Dónde están mi madre y mi hermana? —Preguntó el rizado, frustrado— Deberían haber llegado ya.

Justo en el momento en el que terminó de hablar, el timbre de la casa sonó, y Niall corrió a abrir. Las dos mujeres irrumpieron en la habitación con el único propósito de abrazar a Harry, pero una vez que se separaron, Anne frunció el ceño a su hijo.

—¡Harry! —Chillo la morena— ¿Qué haces aún  así? ¡Vamos, tienes que vestirte!

Harry asintió, mordiéndose el labio, y se apresuró a sacar el traje del armario.

*

Louis ya se había vestido, aunque los nervios lo carcomían por dentro. La casa de Zayn irradiaba energía. Jake y Josh también se encontraban allí, además de Lottie, Levi, el resto de hermanas de Louis, su madre y su padrastro.

El castaño intentaba huir de las niñas, que querían lanzarse sobre él, para que su traje no se arrugase.

Cuando su madre había llegado, había fruncido el ceño hacia Lottie, diciendo que sí que la estaban alimentando bien en Londres, porque había cogido algunos kilos, pero nada más. Después, se volvió hacia su hijo y, con lágrimas en los ojos, le recalcó lo guapo que estaba.

Su padrastro, las niñas, Josh y Jake se fueron finalmente hacia el club, donde se celebraría la boda.

Ni Harry ni él sabían cómo sería la decoración, ya que Zayn había decidido que él mismo se encargaría de todo y no los había dejado participar.

Una vez que todos se hubieron ido, Zayn se acercó a Louis para hablar con él.

—Lou, estoy tan feliz por todo esto.

—Y yo, Zayn, no te imaginas cuánto.

—Realmente quieres a Harry, ¿verdad? —Preguntó el moreno.

—Más que a mi vida —Aseguró Louis, con los ojos brillosos— Nunca me arrepentiré de haberte prácticamente obligado a meterlo en el club.