En mi ADN - Secuela de StripX (Larry Stylinson).

Capítulo 15.

Dos años después.

Unos pequeños pasitos se escucharon a través del pasillo y luego adentrándose en el dormitorio. Harry gruño y Louis rió levemente, ambos tratando de dormir algo después de otra noche sin pegar ojo.

-Lou, te toca a ti -Gruñó Harry.

-Hazz, tenemos que levantarnos ya igualmente, son casi las once. Da gracias a que no se ha despertado a las diez -Sonrió Louis.

-Papi -Dijo una vocecita a los pies de su cama.

-Ven con papá, bebé -Dijo Louis, cogiendo a Ryan del suelo y colocándolo entre los dos- No hagas caso a papi, que es un gruñón. Deberíamos hacerle cosquillas para despertarlo, ¿no crees? -Añadió, guiñándole un ojo al pequeño.

-¡Sí! -Exclamó Ryan, con una sonrisa que dejaba ver sus oyuelos.

-No, no, no, no, -Protestó Harry, siendo interrumpido por su marido y su hijo que se lanzaron sobre él a hacerle cosquillas y, al final, no pudo evitar estallar en carcajadas.

-Papi, papi, hoy viene a jugar el tío Ni -Chilló el niño, feliz.

Ryan tenía solamente dos años, pero había aprendido a andar y a hablar con mucha facilidad.

Ambos chicos seguían trabajando en el club, por lo que cuando ellos tenían que ir a ensayar, Niall se quedaba cuidando de Ryan, y cuando todos tenían que actuar, Ross se hacía cargo. El niño era una parte muy importante en la vida de todos ellos. Lottie y Levi habían vuelto a Doncaster, y a las familias de ambos les dijeron que habían adoptado un niño.

Esa tarde tenían que ensayar, y, por lo tanto, Niall se quedaría de niñero.

Al final, los tres salieron de la cama y se dirigieron a la cocina, Louis con Ryan en sus brazos y Harry quejándose de que tenía sueño.

Ryan era un niño bueno, no daba problemas a sus padres, excepto por el hecho de que no dormía. Dormía un par de horas antes de despertarse, luego volvía a dormirse, de nuevo se despertaba y, finalmente, cuando estaba amaneciendo, dormía otro par de horas hasta que eran las nueve o las diez, las once los días que tenían mucha suerte.

Louis y Harry se turnaban para ir a su habitación cuando él se despertaba y, muchos días, no alcanzaban a dormir suficiente y al día siguiente estaban en un estado de cansancio absoluto, pero Ryan había llenado sus vidas, y todo merecía la pena.

-Algún día querrás dormir mucho, Ryan, y entonces entraré y te despertaré haciéndote cosquillas -Dijo Harry, mientras abría los muebles de la cocina y empezaba a sacar lo necesario para hacer el desayuno.

-Papi guñón -Dijo Ryan, intentando imitar a Louis.

-Vamos, Hazz -Dijo el castaño- Algún día dirás que te habría gustado que fuese pequeño para siempre. Seguramente cuando empiece a traer a chicas o chicos a casa.

-Ugh, eso no va a pasar -Dijo Harry- Este niño nunca tendrá un novio o una novia. Por encima de mi cadáver.

Louis rió mirando al pequeño, que estaba sentado en una alfombre en el suelo de la cocina jugando con un camioncito de juguete.

Cuando los tres desayunaron, decidieron ir al parque. Esa era una de las técnicas que habían aprendido en ese tiempo. Si llevaban a Ryan al parque y lo dejaban jugar y corretear por allí, llegaba a casa muy cansado y dormía más. No les importaba dejarlo dormir por la tarde aunque por la noche ellos perdiesen horas de sueño, porque al menos se aseguraban de que Ryan durmiese las horas suficientes.

Ellos pasearon de la mano mientras Ryan corría delante de ellos, jugando a ahuyentar a las palomas. Cuando el niño se cansó, compraron tres helados y se sentaron en un banco a comerlos, riendo cuando Ryan puso cara de pena y dijo "oops" antes de enseñarles que su helado de chocolate había manchado gran parte de su camiseta.