Capítulo 3.

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Un rato antes de empezar a arreglarse para la fiesta, mientras Harry peinaba a Louis, el teléfono del rizado sonó. Descolgó y lo puso en altavoz sobre la mesilla.

—Dime, Zy, estás en altavoz.

—Hey, chicos, ¿qué tal os va por allí? —Dijo la voz de Zayn al otro lado del teléfono.

—¡Genial! Esto es increíble —Exclamó Harry.

—¿Cómo estáis por allí? —Preguntó Louis.

—Bueno… ya sabéis, como siempre.

—¿Y Niall? —Preguntó Harry.

—Llevo sin hablar con él desde hace un par de días. No sé, supongo que está bien, ya sabéis, un poco liado, como siempre, cuidando a su sobrino y estudiando.

—Zayn, no podéis seguir así —Murmuró Louis.

—Lo sé, y quiero a Ni, lo quiero de verdad, pero ya sabéis, es como… si me faltara algo.

—Ya han pasado dos años, Zy… —Dijo Harry.

—No es fácil, Hazz… Pero puedo jurar que lo estoy intentando. Pero bueno, llamaba para recordaros que tenemos una cena cuando volváis en mi casa, ¿vale? Tanto Ni como yo tenemos muchas ganas de veros. Sobre todo a ti, Lou, que ya has faltado a las dos últimas veces que hemos quedado.

—Lo sé, tío, pero es que siempre tengo lío.

—Pues deslíate, porque no queremos saber de ti solamente por lo que sale en la televisión. Queremos a nuestro amigo de vuelta, al de siempre.

—Lo siento, Zaynie, prometo que esta vez iré, ¿vale?

—Eso espero. Bueno, chicos, os dejo, que estaréis liados. Nos vemos a la vuelta, ¿vale? Recuerdos a Bass.

—¡Bye, Zy! —Exclamaron ambos chicos a la vez.

Harry colgó el teléfono y después volvió a girarse hacia Louis.

—Listo. Estás guapísimo —Dijo admirando el trabajo que había hecho con el pelo de Louis, poniéndolo hacia arriba.

—Tú sí que eres guapo —Sonrió Louis antes de besar a Harry— Bueno, ¿qué me pongo? ¿Qué te vas a poner tú?

—Yo me voy a poner la camisa negra con el adorno en blanco, chaqueta negra con el cuello bordado en oro, skinny jeans negros, botines de leopardo y sombrero negro. Y tú ponte camisa negra, la chaqueta negra nueva, la que tiene los botones de colores, skinny jeans negros y zapatos negros. Y, por tu madre, ¡no te toques el pelo!

Louis rió y asintió.

—Sí, señor.

Ambos estuvieron listos poco antes de que Jake pasara a por ellos. Cogieron el coche de Louis, un ferrari rojo descapotable con cuatro plazas. Cuando llegaron al lugar donde se celebraría la fiesta, alguien recogió las llaves de Louis para aparcar el coche y ellos entraron a esa especie de alfombra roja improvisada y llena de fotógrafos. Ambos sonrieron sin soltar la mano del otro en ningún momento, y, cuando Jake consideró que era suficiente, tiró de ellos hacia dentro.

Lo primero que hicieron fue ir a por bebidas. Lejos de lo que la gente pensaba, a pesar de que fuese algo entre gente famosa, no dejaba de ser lo que era, una fiesta como la que cualquier adolescente podría dar en su casa, con música alta, alcohol, y cualquier otra cosa típica de una fiesta.

Cuando los tres tenían bebidas, Harry y Louis fueron a la pista de baile riendo y bailaron y bebieron hasta que Harry no podía más y pidió un descanso. Se acercó a una silla y se sentó en ella, pero Louis no tenía la intención de parar tan rápido. Así que se puso a bailar frente a Harry y Harry reconoció el baile que estaba haciendo de tantas veces que lo había visto hacerlo en StripX. De pronto, sintió nostalgia, pero se le olvidó todo cuando el trasero de Louis empezó a rozarse contra su entrepierna.

En mi ADN - Secuela de StripX (Larry Stylinson).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora