Capítulo 2.

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Louis, Harry y Jake llegaron al auditorio a mediodía. El sitio era enorme, y todas las entradas estaban agotadas. Louis iba a cantar ante una gran cantidad de personas, pero eso no le daba miedo, ya no. Quizás algo de nervios sí, pero no miedo.

Los ensayos y la prueba de sonido se alargaron hasta poco antes de las seis, hora de la apertura de puertas. Louis saldría a cantar a las ocho, y tenía esas dos horas para arreglarse y estar listo para salir a cantar.

Harry eligió para Louis unos skinny jeans negros, vans del mismo color y camiseta blanca de tirantes. Le revolvió el pelo cuidadosamente para que diese una sensación de estar despeinado y se lo fijó con algo de laca. Le puso algo de maquillaje en la cara para que luciera algo menos pálido y, por fin, quedó satisfecho con su trabajo.

—Bebé —Dijo Louis— Hace mucho que no me peinas el pelo hacia arriba en un tupé o hacia atrás.

—Lo sé cariño, pero lo tienes muy largo, y así pareces adorable.

—Oye, ¿cómo que lo parezco? Yo soy adorable.

—Solo de vez en cuando —Rió Harry.

Louis se levantó y atacó a Harry haciéndole cosquillas en los costados.

—Ay, para, para, Lou, que duele —Se quejó Harry entre risas.

—Niños —Intervino Jake, riendo— Dejad los juegos, ya es la hora de que Louis salga.

Louis sonrió y besó a Harry. El rizado le deseó suerte a Louis, aunque él sabía que no la necesitaba, y lo vio alejarse corriendo hacia el escenario.

Jake se acercó a Harry y sonrió.

—¿Cómo lo hacéis?

—¿El qué?

—Esto. Conservar la magia. Se supone que las parejas están así de felices los primeros meses, pero luego empiezan los problemas y a partir de ahí se ve si la pareja sigue o no está preparada para superar todo lo que venga.

Harry rió entre dientes mientras sopesaba la respuesta.

—Louis es lo que he necesitado toda mi vida. Estando así, con esta magia como tú dices, evitamos que los problemas que vienen se agranden y los que tenemos los superamos como mejor sabemos, juntos. Somos como la noche y el día, y eso hace que nos complementemos. Louis es un niño grande. Cuando murió su padre él perdió la infancia, y yo conseguí que recuperase algo de ese tiempo perdido. Él es infantil, juguetón, risueño, aunque se pone serio cuando sabe que debe hacerlo, y yo, al tener una infancia difícil, también sé cuándo ponerme así, aunque también se cuidar de él, de ambos.

—No es justo que todas las responsabilidades caigan en ti, ¿no crees?

—No lo hacen. Louis es un bebé caprichoso, pero también sabe cuidarme.

—Os admiro. Nunca he conseguido tener algo así, ¿sabes? No mucha gente quiere involucrarse con un actor o ex actor porno. No todo el mundo puede conseguir esa… magia.

—A eso que tú llamas magia, Jake, yo lo llamo amor. Y a todo el mundo le llega, tarde o temprano.

Jake sonrió y tiró de Harry hacia la parte trasera del escenario, donde pudiese disfrutar del show de su novio. Jake admiraba cómo Harry nunca se cansaba de Louis. Daba igual las veces que lo hubiese visto actuar, siempre tenía esa cara de bobo enamorado, nunca se quejaba por escuchar las mismas canciones día tras día, porque siempre encontraba algo nuevo en Louis, desde sus gestos hasta su forma de mover los labios.

El concierto terminó con un público totalmente enloquecido. Louis había triunfado. El castaño entró al backstage y se lanzó a los brazos de su novio, que lo levantó suavemente del suelo antes de besarlo con fuerza y morderle el labio inferior, como forma de demostrar sin palabras lo mucho que le había gustado, lo orgulloso que estaba de él.

En mi ADN - Secuela de StripX (Larry Stylinson).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora