Capítulo 1.

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La mañana siguiente Louis y Harry despertaron en una suite en el mejor hotel que podían imaginar, en la ciudad de Nueva York, al escuchar unos golpeteos en la puerta.

—¡Venga, vagos, abridme de una vez! —Escucharon la voz de Jake llamándolos desde el otro lado de la puerta.

Harry gruñó y miró a Louis, que todavía no había sido capaz de abrir los ojos, y a regañadientes se levantó y sin preocuparse por cubrirse con algo más que no fueran los bóxers se levantó y abrió la puerta a Jake, que pasó sin siquiera pedir permiso y se sentó en la cama junto a un dormido Louis antes de fijar su mirada en el cuerpo de Harry, que había cerrado la puerta y se había acercado a él.

—Bass, hemos pasado por un viaje jodidamente largo, Louis no podía dormirse en el avión y por lo tanto tampoco me dejó dormirme a mí. Espero que despertarnos a esta hora haya sido por algo importante, porque si no pienso coger ese pene del que tanto vacilas y convertirlo en comida para perros.

Jake alzó una ceja y rió antes de contestar.

—No hables como si nunca me hubieses visto la polla, porque tanto tú como tu novio habéis sido unos adolescentes adictos al porno, y si ese perro del que hablas se parece a ti o, al menos, tiene un cuerpo como el tuyo, no me importaría que me la comiese.

Una almohada impactó con fuerza contra la nuca de Jake, provocando una queja del moreno y el consecuente gruñido de Louis.

—Estoy dormido, no sordo, así que deja de mirarle el cuerpo a mi novio.

Jake y Harry rieron y el rizado se acercó a Louis por el lado de la cama y le dio un suave beso en la mejilla, antes de revolverle el pelo. Louis sonrió y se incorporó en la cama.

—Bueno, Jake, ya que has conseguido despertarme dime qué quieres.

—Harry, pon guapo a tu novio y enséñale algunos modales. En una hora lo quiero listo para una entrevista en la BBC radio. Y os cuento el plan de la semana. Esta tarde la tenéis libre. Louis, lleva a tu novio a comprarse algo bonito, a bailar, al cine o a lo que te dé la gana, como si queréis quedaros en el hotel follando como conejos, no me importa, tenéis la tarde libe. Mañana cuando os despertéis nos iremos para el auditorio donde será el concierto y Louis, tendrás que ensayar hasta poco antes de que empiece. Luego vendrán las prisas y la magia de Harry para ponerte presentable antes de que tengas que salir al escenario. Pasado mañana tendréis el día libre pero por la noche tenemos una fiesta donde estará gente famosa y periodistas y todas esas cosas que vosotros ya sabéis. Y al día siguiente… ¡Es el día del orgullo gay! —Chilló Jake, emocionado como un niño con un juguete nuevo.

—Mira que eres diva… —Murmuró Louis.

—Como sea —Dijo el moreno— Actuarás en el orgullo. Solamente una canción y luego vais a pasarlo bien y, lo más importante, vais a dejar que yo me lo pase bien y encuentre algún gay tan guapo como Harry para que él también se lo pase bien.

—Bass, ¿podrías dejar esa obsesión que tienes de remarcar lo jodidamente guapo que es mi novio Harry? —Se quejó Louis marcando el “mi”.

—Nunca —Sonrió Jake mientras se levantaba y se dirigía a la puerta— ¡Vamos, holgazanes, tenéis 45 minutos!

Y, dicho esto, se fue dando un portazo con aires de diva.

Harry rió y se dirigió al armario para buscar la ropa que Louis llevaría ese día y así darle al castaño el tiempo suficiente para desperezarse y darse una ducha rápida. Al ser una entrevista en radio y no tener que aparecer públicamente en ninguna parte, salvo para las fans que encontrasen en el camino, no necesitaba ir formal, pero luego Harry quería pasear por Nueva York antes de volver al hotel, por lo que sacó para Louis unos skinny jeans negros, unas vans negras, una camiseta básica blanca de cuello redondo que dejaba ver parte de su tatuaje en el pecho y una sudadera negra y roja, además de un beanie rojo.

En mi ADN - Secuela de StripX (Larry Stylinson).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora