Secretos y Mentiras (COMPLETA)

27 La realidad siempre flota

–¡Vera! –gritó mi abuelo desde abajo.

–¿Qué pasa?

–Tu amiga pregunta por ti.

–Dile que suba.

No hubo respuesta, pero sí unos sonidos de pasos.

–Hola, Viky –dije sin ánimo.

–Hola señorita alegría –rió –No has visto a Javi durante todo el día, ¿verdad?

–¿Por qué lo dices?

–Porque tiene que haber alguna explicación para tu estado de ánimo.

–Es sólo que estoy cansada de estudiar, de deberes, trabajos... pensar qué carrera hacer en la universidad, y sí, para colmo, Javi no contesta mis mensajes. –suspiré, intentando liberar de mí una carga invisible.

–Sabía yo, que Javi tenía algo que ver en tu humor. –sonrió.

–Antes; quiero decir, a lo largo de mi vida, he vivido sin él, sin ni siquiera saber que existía, y a miles de kilómetros de él. Ahora no puedo imaginar volver a vivir así, me he acostumbrado a él demasiado y eso me da algo de miedo.

–Estas enamorada, y nuestro mayor problema es que Alex y Javi son nuestro "primer amor", y ése siempre será el especial, el bonito, el auténtico...

–¿Cómo lo sabes si nunca antes te habías enamorado?

–Está por todas partes. Películas, libros, canciones... –dijo con tranquila naturalidad.

–¿Y si sale mal?

–¿Por qué te estas preguntando esto?

–Porque las veces que no lo veo, esta siempre haciendo "asuntos importantes".

–¿Y...?

–Y no quiero ni imaginar qué clase de asuntos... –me callé en el acto –Y me preguntaba esto del amor por si un día, esos asuntos saliesen mal, y ya no volviera a verlo... –mi voz se fue apagando.

–Yo no sé cómo es Javi dentro de... ya sabes... –rió nerviosa –Pero Alex lo admira y confía en él, eso debe significar algo bueno. Y por lo tanto, algo de lo que no debes de preocuparte.

–Ya, pero no puedo evitar que me dé miedo perderlo, porque entonces, ¿qué es lo que me queda?

–A Javi no lo perderás, ni de esa manera que insinúas, ni de la otra forma. Está muy enamorado de ti.

–¿Ellos tendrán estas conversaciones?

–Uh, créeme que sí. Hasta que Javi y tú no arreglasteis vuestra relación, hablaron mucho sobre el tema. –rió.

–Sí. –sonreí. –Hasta yo hablé con Alex sobre Javi...

Recordé la conversación que tuve con Alex, en la fiesta de cumpleaños de Javi.

–Bueno, deja de hablar de ellos, y dime, ¿has pagado la cena y fiesta de graduación?

–No sé qué hacer, porque tengo que ver si tengo dinero para todo, ya que la cena y fiesta de graduación está muy seguida con mi cumpleaños.

–¿Y qué vas a hacer?

–No lo sé.

–A la graduación tienes que ir, a no ser que quieras que Javi vaya solo.

–Si yo no voy, seguro que Javi tampoco iría.

–¿Vas a ser tan mala de hacer que se pierda su fiesta de graduación? –puso cara de espanto.