14 Reencuentro y Despedida

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La carta y las dos horas en el avión, sin poder moverme, hicieron que pudiera pensar más tranquilamente y ver todo desde otra perspectiva. Si Javi se estaba comportando así, supongo que tendría una razón, sólo él puede saber qué es lo que pasa por su cabeza, y en cuanto a mi padre... iba a hacer lo que me pidió mi abuelo. Aprovecharía ese tiempo que tenía con mi padre, porque no me quedaba otro opción que recibir las cosas tal y como vienen.

Al llegar a Bad Iburg pensé en llamar a mis amigas, Michelle y Brandy, para informarlas de que estaba de vuelta en Alemania. Pero primero necesitaba ver a mi padre.

–Bueno, Vera, cuéntame, ¿te gusta España? –me preguntó mi padre en su alemán, muy costoso de entender.

–Sí. Aunque hace muchísima calor todo el tiempo. –sonreí –¡Eso es lo más insoportable! Pero por lo demás está todo bien.

Nos mantuvimos la mirada y volví a dejar de sonreír.

–Vera, sé que como padres no supimos estar a la altura, y que nunca has tenido una buena relación con tu madre... pero prométeme que intentarás mejorarlo. –me pide cogiéndome la mano –Ella intenta protegerte haciéndote el vacío, pero es solo porque no quiere complicarte más las cosas y...

–Papá, tenía y tengo derecho a saberlo porque eres mi padre. Aunque se me juntaran los peores problemas del mundo... seguiría teniendo derecho a saberlo.

–Tienes razón, pero eso ahora, ya no importa. Cada persona actúa de una manera, pensando que es la correcta aunque en realidad no sea así, y los demás, tenemos que recibir las cosas conforme nos llegan y perdonar los errores de esas personas.

–La vida es más difícil que conforme la estás pintando tú. –reí por primera vez.

–No, no lo es. –me sonrió –Y son mis errores los que han hecho que la veas así. Te pido disculpas infinitas por ello. Aprovéchala y vívela, porque al final, solo te llevarás lo que hayas vivido y no saldrás vivo de ella.

–¿Desde cuándo eres tan positivo? –pregunté.

–El cáncer y la muerte te hacen ver la vida desde el punto de vista, en el que todo ser humano debería de verla siempre. Y ojalá hubiera podido saber antes, todo lo que sé ahora.

Creo que hablar de sus errores no sería un buen tema, para nuestra última conversación. Pero al final, no iba a tener más oportunidades como ésta en el futuro. Era ahora o nunca.

–Y después de que todo esto pase, ¿entonces qué?

–¿Después de que me muera? –me preguntó con sorna.

Le lancé una mirada reprobatoria. La cual ignoró, pero me contestó.

–Pues seguirás viviendo y disfrutando de tu vida, como yo hice a tu edad.

–No es justo... –empecé a decir pero él me cortó.

–Lo que no es justo es todo el tiempo que desperdicié, cuando aún tenía salud, mortificándome por lo que había hecho, en lugar de pasar página.

–A eso me refiero.

–Lo sé. Y es todo culpa mía. Fue todo decisión mía, Vera. Yo tuve la oportunidad de cambiar y no la aproveché. El cáncer, es simplemente el billete de viaje al otro mundo que me ha tocado.

Miré hacia mis pies nerviosa. Nunca había hablado con mi padre tan profunda y sinceramente, tal y como lo estábamos haciendo ahora.

–No quiero que te preocupes por nadie más que no seas tú misma. ¿Me oyes? –preguntó y yo asentí –Mis padres se tienen el uno al otro y mi hermano tiene toda una vida por delante. Él mismo buscará su camino y tú solo podrás apoyarlo siempre.

Secretos y Mentiras (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora