25 El amor

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Estar enamorado es una de las mejores sensaciones de la vida. Da miedo y te sientes algo indefenso, pero todo es mejor estando así. Los pájaros cantan más, las flores huelen mejor, la música guarda un ritmo mayor... ¡Amas los defectos de una persona! (sin lugar a dudas ese es uno de los mayores logros del amor).

Nunca tomé drogas, ni siquiera marihuana, pero podía compararme con los que sí. Mis días se deslizaban ante mis ojos y yo solo me dejaba llevar por ese amor, el primer amor. Necesitaba mi chute diario, mi dosis exacta y con eso, me mantenía en mi burbuja, en mi limbo... subía más, y cada vez más. Veía el suelo bajo mis pies pero no me daba miedo. La posibilidad de caer estaba ahí, latente, y la caída tenía pinta de doler, muy ardientemente. ¿Pero quién es tan valiente como para dejar de elevarse en sus propias mariposas principiantes?

Habían pasado varios días y Alex había despertado de su coma, estaba recuperándose aún, pero ya asistía al instituto porque mi amiga Viky, también enamorada, no podía venir al instituto sin su droga andante.

–O sea, que me tengo que pegar una hostia de cojones con la moto para que decidáis, por fin, después de tantas idas y venidas, peleas, acusaciones... – preguntó Alex durante el Recreo, en nuestra mesa de siempre.

–Creo que captamos la idea. –interrumpió divertido Javi, siguiéndole la broma a Alex.

–No he terminado. –comentó Alex y Javi le hizo un gesto con la mano para que continuara con su retahíla –Todas esas movidas... –continúo poniendo otra vez el mismo tono de énfasis, que antes de que lo interrumpiera Javi –para que al final en una hora quede todo dicho, cuatro lágrimas, un beso y ya sois novios.

–Siento decepcionarte, pero sí, básicamente así fue. –le contesté con un encogimiento de hombros y fingiendo pesar también.

–¿Tú lo hubieras hecho mejor? –preguntó Javi divertido mientras comía su almuerzo.

–Perdona chaval, yo lo hice mejor. –comentó con aire superior, levantando levemente la barbilla e hinchándose como un pavo.

–No, sin duda el que se lo curró y obtuvo mejores resultados aquí, soy yo. –habló Kevin.

–De no ser por mí, –los cortó Javi –ni las conoceríais. –terminó señalando a Viky y Nadia.

Nosotras nos miramos y nos reímos de lo absurdo de esta conversación.

–Aquí nadie habla de cómo nos conocimos. Se habla del mérito para empezar con la chica. –recordó Alex con su dedo índice, de uña morada por el accidente, levantado.

–Pues sin duda yo. Porque me ha costado medio año, he acabado luchando contra mí mismo, lidiando contra otra cabezota/rencorosa, pero al final me llevo a la chica y eso es lo que cuenta. –confesó Javi mirándome sólo a mí y cogiéndome de las manos por encima de la mesa, dedicándome su preciosa sonrisa traviesa.

Yo simplemente me derretí.

–¡Puaj! –se quejó Alex de broma, con cara de asco y arcadas incluidas – Cuando se os baje la testosterona y la dopamina os devuelvo el turno de palabra, mientras tanto absteneros, por favor.

–Hola, Javi. –se acercó Marina de repente hasta nuestra mesa.

Marina miraba mi mano y la de Javi unidas encima de la mesa. Dejé de agarrar la mano de Javi, pero cuando él se dio cuenta de que quería soltarla, me agarró más fuerte la mano, reteniéndomela.

–Hola Marina, ¿querías algo? –reía Javi, divertido por la situación.

–¡Vaya! ¿Es que estáis juntos? –preguntó seria.

Secretos y Mentiras (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora