Capítulo 12: Catra

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    La luz me ciega. Alcanzo a ver su figura, mas no consigo adivinar exactamente con quién está hablando. Por un instante, mis pupilas parecen reconocer una sombra junto a ella. Se trata sólo de una milésima de segundo, pero ese segundo me es suficiente para reconocerla. Es ella. La chica de la que ella habla. Los ojos celestes que siempre menciona. ¿Qué hace aquí? ¿Qué significa todo esto? Sé que va a hacerlo: una vez más, la elegirá a ella. Elegirá a She-Ra. Sin embargo, esta vez no es como la primera. Toda esa tristeza que se reflejó a través de pura rabia ya no está. Simplemente... no hay nada. Aunque, al mismo tiempo, hay algo. Porque siento algo, pero ese algo no es nada. Siento literalmente un vacío, una nada en mi estómago. No siento nada, pero a la vez siento ese algo.
     Suspiro. El oxígeno se me presenta como puro fuego en mis pulmones. Ardo.
     Aprecio cómo sus ojos se cruzan apenas un segundo con los míos. Echo de menos aquellos tiempos en los que nuestras miradas no sólo se cruzaban, sino que descansaban la una sobre la otra.

     "Te echo de menos a ti" pienso.
     
     Cuando ella y su sombra alzan la espada, siento cómo un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Porque sé que, probablemente, ese sea el último momento en que la vea. O al menos en el que la vea en esta realidad. Nuestra realidad. La "realidad feliz". Las comisuras de mis labios se alzan en una triste sonrisa. Incluso en esta realidad mi vida no es tan buena como la suya, yo no soy tan buena como ella. Pero estoy con ella. Estamos juntas. Jamás podría creer que existe una realidad en la que puedo besarla. Una realidad en la que no somos meros bandos de una guerras.

    Cuando alzan la espada, la luz me ciega.

     Nunca pensé que me dolería tanto sentir mis orejas de gato.

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