Capítulo 39. Uuuu... Uuuu.

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En el jardín

Luisita llevaba casi una hora viendo jugar a su novia con sus dos hijas desde una de las reposeras que rodeaba la piscina.

- Dios mío, no se cansan nunca - murmuró la rubia para sí misma.

Es que si bien disfrutaba con la risa de sus tres mujeres preferidas, le era imposible evitar que su cuerpo deseara a Amelia con tanta ferocidad, su cuerpo hervía y no era precisamente por el sol. Luisita no sabía si era por sus hormonas, o porque carajo, pero necesitaba a Amelia Ledesma ya mismo.

No aguantaba más y lo más probable es que le quedara poco tiempo para que la casa se volviera a llenar de gente de nuevo. Miró su caro reloj y decidió tomar cartas en el asunto.

- ¡HORA DE LA SIESTA! - Anunció y se levantó de la reposera para agarrar dos toallas e ir a recibir a sus hijas.

- ¡NOOOOOOOOOOOO! - Amelia y Beth se quejaron.

En un descuido y por la recepción de la mala noticia, la morena soltó a Molly y la pequeñita se hundió de inmediato hasta que la tatuadora la rescató a los segundos.

- ¡NOOOO! ¡LLENA! ¡GRRRRAAA! - Molly reaccionó más tarde apenas su cabeza salió a la superficie.

Escupiendo un poco de agua y con una enorme sonrisa, que demostraba que para nada le molestaba hundirse en el agua y se la aguantaba bastante bien, protestó el fin de la diversión. Al parecer la pequeña morenita se había quedado fascinada con la ballena inflable gigante.

Luisita miró a las tres con una ceja levantada. De inmediato llevó sus manos a su cintura para resaltar su punto con su postura.

- ¡Yo puedo hacel eso! - anunció Beth desde el agua mostrándole a las dos morenas como movía sus cejas igual que Luisita.

- Hacer Beth - la corrigió Luisita - Hacerrrr - resaltó la erre

Amelia y Molly fruncieron el ceño de forma tan idéntica que Luisita no pudo evitar soltar un bufido. Ambas morenas querían levantar una sola ceja pero siempre terminaban fracasando

Beth miró de inmediato a Luisita y el aire de superioridad de la rubia la hizo reír de nuevo. Luisita estaba segura de que iba a perder esta batalla

- No pueden hacerrrrrlo - se burló la pequeña levantando su ceja - ¿Las viste mamá? no pueden hacerrrrlo - se rió un poco más

- Por supuesto que no cariño, solo las ojimiel podemos - agregó malvadamente

Beth miró a las dos morenas

- ¡LAS OJIMIEL AL PODERRRR! - salpicó agua desde su ballena hacia las otras dos.

Amelia protegió a Molly con su propio cuerpo

– Molly aguanta la respiración - le dijo Amelia protegiéndola del agua que salpicaba Beth.

Luisita volvió a soltar una carcajada cuando vio como los cachetes de la pequeña morenita se inflaban para retener el aire como Amelia le había enseñado.

Segundos después la tatuadora y la pequeña desaparecieron debajo del agua y Luisita pudo ver como su novia llevaba por debajo del agua a Molly rumbo a la ballena inflable. Alguien iba a pagar sus aires de superioridad con un buen chapuzón. Beth terminó en el agua en lo que las otras dos tardaron en voltearla.

La rubia agitó su cabeza, parecía que iba a estar una hora más bajo el sol y para esa altura la casa ya se iba a llenar de vuelta, se iba a tener que resignar. Suspiró y miró a su morena. La travesía debajo del agua había hecho que los boxers de Amelia se bajaran un poco, y eso permitió a que Luisita pudiera ver un poco de la cola de su chica.

I'm Not For YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora