Tenemos que hablar pt 1

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Después de varios días con Alexa en la construcción, Vincent y Gustav comenzaban a familiarizarse con ella, se habían dado cuenta que era demasiado curiosa, siempre estaba involucrándose en las actividades de los trabajadores, un día estaba pelando cables, al otro tratando de cortar aluminio o cortando vidrios. Gustav y Vincent se habían hecho el habito de tomarse unos minutos para ver en que trabajo se estaba involucrando por las tardes.

Ahora era Vincent quien entraba a la oficina con la bolsa de palomitas.

- ¿qué está haciendo ahora?

-Está cortando azulejos con la sierra.

- ¿No es peligroso dejarla hacer eso?

-También era peligroso dejarla soldar o cortar aluminio.

-ja, me gustaría ver como reaccionaria Daniel si viera como pasa el tiempo.

Una tarde encontraron a Alexa con el ceño fruncido observando las marcas que habían puesto en el marco de la puerta, ella había notado que había un par de marcas que coincidían un poco con su altura y después noto que las demás marcas tenían una separación aproximada de diez centímetros.

Cuando sus jefes estuvieron frente a ella volteo a verlos con la boca torcida y una mirada de reproche.

-Si querían saber mi estatura, solo tenían que preguntarme.

Vincent y Gustav no pudieron evitar sentir vergüenza al verse descubiertos.

-Perdona Alexa, la verdad es que no queríamos ser groseros –respondió Gustav con una risa nerviosa.

-No sé si estas marcas sean menos ofensivas que preguntar directamente jefe, si quieren saber, mido un metro con cincuentaicinco centímetros.

La mirada inquisidora de Alexa los hizo sentirse notoriamente incomodos.

-Bueno tampoco es para tanto ¿verdad? –Alexa suspiro y sonrió a sus jefes para romper la tensión y se retiró a seguir trabajando.

-No sé, no estoy seguro, pero creo que una chica de uno cincuenta y cinco acaba de hacerme sentir intimidado- Decía Vincent sonriendo mientras se frotaba la frente.

- Sip, creo que así fue. –Respondía Gustav en señal de que tenía la misma sensación.

Para media tarde Vincent se dirigía a supervisar la instalación del cuarto de bombas.

Mientras que Alexa que había estado muy involucrada en la construcción de la fachada que ella misma había diseñado ahora estaba admirando su trabaja llevado a la realidad.

Alexa brincaba y gritaba sin contener su emoción.

-¡Ahhh! ¡No puede seeeer! Es tan bonita que quiero abrazarlaaaaaa...

Cuando Vincent estaba de camino al cuarto de bombas, no pudo notar que había una niña pegada a la pared.

-Alexa ¿qué estás haciendo?

- Hola jefe –Respondió Alexa con una de sus mejillas pegada al muro– solo estaba abrazando mi creación, digo sé que yo no lo construí, pero es lindo ver cuando un diseño se hace realidad además las texturas son taaaaan bonitas y frescas.

Vincent que la había visto trabajar seriamente, aprender a utilizar las herramientas e incluso estando en mucha confianza la llego a escucharla teniendo un vocabulario un poco más vulgar y desenfadado cuando convivía con las pocas chicas que había en la construcción, ahora le daba gracia verla comportarse de una manera tan infantil.

-Oye, he visto que siempre estas curioseando con los trabajadores ¿quieres ir a ver el cuarto de bombas? tengo que revisar que todas las instalaciones estén correctas.

-Si, claro, el diseño de instalaciones grandes no es lo mío, pero nunca está de más aprender cosas nuevas.

Mientras hacían la supervisión de las bombas, Vincent le daba explicaciones a Alexa sobre las distancias mínimas, las áreas de circulación, la potencia que requerían y ella parecía tomar nota mental de cada cosa con sus grandes ojos.

Después de haber estado conviviendo con ella por algunos Vincent no pudo contener la curiosidad de conocer su versión de lo sucedido con Daniel y decidió aprovechar que estaban solos para preguntar sobre ello.

-Oye Alexa ¿sabes porque estás aquí?

-Po...porque usted me invito a ver las instalaciones. – respondió ella desconcertada y un poco tensa ante la posibilidad de que su jefe la llevara a ese lugar con intenciones ocultas.

-Me refiero a porque estas en la construcción y no en las oficinas.

Alexa respiro aliviada y un poco avergonzada por lo que había empezado a pensar, pero seguido de ello volvió a sentirse tensa al darse cuenta de que su jefe sabia por lo menos una parte de lo que había sucedido en las oficinas.

-Bueno, supongo que hice enojar al señor Waldorf y como no quería verme, me envió para acá.

-¿Enojar?

Alexa miraba hacia abajo haciendo el puchero de un niño regañado.

-Supongo que fui un poco imprudente y dije cosas que tal vez no debía- volteo a ver a Vincent para observar su respuesta- ¿usted sabe todo lo que paso? – y ante el rostro de culpa de Vincent el gesto de Alexa se volvió más sombrío -supongo que eso es un sí.

-Lo lamento, pero tenía que averiguar porque habías sido enviada de forma tan repentina.

-Está bien, supongo que es un punto valido -Ella volvió a mirar al piso buscando espacio para volver a hablar.

-Sabe, la gente me subestima y me menosprecia todo el tiempo por cómo me veo, nadie se toma el tiempo de conocerme antes de suponer que por cómo me veo soy una persona inmadura, o tonta o manipulable -Alexa con su imagen jovial e inmadura era en realidad una mujer inteligente que había aprendido a dar golpear con sus palabras y a pesar de que no lo disfrutaba, sabía hacer sentir mal a la gente y había decidido que ese era el momento perfecto para darle una pequeña lección a su jefe- Nadie que me vea a mi antes que a mi trabajo cree que yo sea capaz de hacer las cosas, por mucho tiempo me esforcé en demostrar lo contrario, pero al final me canse y decidí que todos podían irse al carajo ¿tiene idea de lo difícil que es convencer a alguien de que eres capaz o que no eres lo que esa persona cree?

-Yo...

-Es muy difícil, prácticamente imposible y lo es más cuando te esfuerzas en ello. La gente es insaciable.

Muchos hombres se han acercado a mi porque piensan que pueden manipularme y tal vez al principio fue así, pero ya tengo el corazón lo suficientemente roto como para aprender a darme mi lugar y respetarme a mí misma no tiene idea de cuánto me ha costado poder hacer eso, pero ya que lo hice no voy a permitir que vuelvan a faltarme al respeto.

Y ya que estamos hablando de esto y que usted sabe lo que paso en la oficina supongo que también le dirá a mi jefe lo que estamos hablando.

Así que quiero que sepa que soy consciente de que excedí mis límites y me comporte de manera demasiado imprudente, sin embargo, eso no significa que voy a dejar que me utilicen, he visto al señor Waldorf entrar y salir del edificio con varias modelos, yo no sé, ni me interesa como sean ellas, pero quiero que entiendan que aun cuando hubiera podido sentir interés en él, yo no soy la clase de mujer sumisa que acepta ser el juguete de su jefe.

Vincent que también sabía lo que era ser juzgando solo por una imagen o idea de él había recibido cada golpe que Alexa lanzo pues él mismo cayó en varias de las acusaciones y al mismo tiempo sintió pena por ella ¿Cuántas experiencias debía haber pasado para desarrollar esa coraza?

-Cuando nos conocimos... te juzgue mal y me disculpo por eso.

Ella simplemente cruzo los brazos y se encogió de hombros.

-Supongo que dadas las circunstancias es más o menos entendible esta vez.  

Una Aventura con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora