Evasiva y confundida

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Desde el día del incidente los días se habían vuelto incomodos y la negación ya no era una opción después de lo ocurrido; cuando no lo soñaba, lo recordaba, esos días, palabras, miradas y promesas- ¿Por qué? ¿Cómo fue que todo paso? -se preguntaba todas las mañanas dejando que unas cuantas lagrimas corrieran con el agua de la regadera que caía en su rostro. Al salir de la ducha tenía que mojar su rostro con agua fría para disminuir la hinchazón de sus ojos y salía de su apartamento con la esperanza de que los sucesos del día la ayudaran a olvidar.

Los siguientes días Alexa se aseguró de salir a comer con sus compañeros para no volver a experimentar otro momento incomodo con su jefe y concentraba parte de su energía en evitarlo tanto como fuera posible, si lograba verlo cerca del ascensor cuando llegaba al edificio se escondía y esperaba a que él y quien lo acompañara subieran y tomaba el siguiente ascensor.

Por alguna razón su jefe había estado llegando temprano, así que Alexa trataba de llegar cinco o diez minutos antes para evitar cruzarse, sin embargo, sus esfuerzos parecían rendir pocos frutos pues cada vez que se cruzaba con Daniel sentía su pesada mirada de desprecio.

Uno de esos días Alexa caminaba hacia el edificio y alcanzo a ver el auto de Daniel llegando al estacionamiento, un extraño pánico recorrió su cuerpo y quedo paralizada hasta que decidió retroceder unos pasos para esconderse a la vuelta la esquina. No entendía realmente porque se estaba escondiendo, pero prefería evitarlo, por alguna razón encontrarse de frente con el comenzaba a provocarle ansiedad y la idea de volver a equivocarse frente a él era abrumadora.

Al llegar a la oficina encontró a Daniel conviviendo y bromeando con sus compañeros, «mi jefe parece estar de buenas» pensó Alexa creyendo que podía relajarse un poco, pero cuando volteo hacia ella volvió a sentir esa mirada penetrante.

«Aun no entiendo que hice para que me odie tanto, tampoco soy tan mala empleada, solo cometí un maldito error, bueno tal vez dos, pero ¿de verdad me va a despreciar para siempre por eso?» pensaba ella volteando el rostro para no verlo y moviéndose rápidamente a su cubículo.

Tristemente el ambiente había cambiado para Alexa desde esos dos incidentes, antes de ello podía pasar horas e incluso desvelarse trabajando y lo hacía con gusto, pero últimamente todo se había vuelto frustrante, concentrarse era difícil y más cuando sentía la pesada mirada de su jefe como si esperar verla cometiendo algún error.

-Me pregunto cuanto más podré seguir aquí, tal vez debería empezar a buscar empleo -susurraba cubriéndose el rostro, cansada de estar frente al ordenador- así ya no es divertido, es horrible ser adulto y tener que ganarse la vida.

-Alexa.

-¡Si jefe?- respondía ella sorprendida y suplicando que Daniel no hubiera logrado escucharla.

-Necesito que modifiques esto, se decidió que tendremos una fachada ciega y se hará un pergolado para captar luz, así que necesito que quites la celosía del modelo y la cambies por este diseño y que me digas como queda la cuantificación del material.

-Eh... creo que voy a tardar un poco, estoy haciendo unas modificaciones que me pidió el señor Randolf.

-¡Vaya! creí que eras mi empleada, ¿en qué momento te trasladaste al área de estructuras que no me entere? Eso es muy desleal de tu parte sabes.

-¡No! no es así, es solo que tengo adaptar el diseño a los cambios que hicieron en la estructura y ajustar los pasos de las instalaciones, lo lamento, estaba por terminar mis plantas, no sabía que usted iba a necesitar un cambio cuando acepte ayudar al señor Randolf... realmente no se me ocurrió- la final de su disculpa Alexa sonaba derrotada y angustiada por no haber tenido la sensatez de pensar que su jefe la necesitaría -lo siento jefe trabajare tan rápido como pueda en esto para empezar con la fachada, lo prometo.

-Jajaja solo estaba bromeando.

-¡Jefe..! que cruel es- exclamaba ella sintiéndose tanto aliviada como confundida por la actitud de Daniel.

-Jeje-

-¿Se va a volver a burlar de mí? Eso podría considerarse como bullying ¿sabe? -

-jajaja lo seria si de verdad no pudieras defenderte, pero ya te he visto intimidar a algunos de los chicos-

-Bueno una tiene que darse a respetar, ahora déjeme trabajar por favor- decía ella de forma impulsiva.

-¿Cómo dices?

-No, perdón yo, se me escapo, no quería ser grosera- respondía evidentemente apenada.

-Avísame cuando termines- con una ligera sonrisa en su rostro Daniel revolvió nuevamente el cabello de Alexa y se retiró

-S... si- respondió ella preguntándose ¿Qué carajos acababa de pasar? -mi jefe está loco o ¿qué rayos está pasando? - murmuraba ella antes de volver a trabajar.

Una Aventura con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora