Una mujer

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Demian como siempre, le mostraba a Daniel su sonrisa más maliciosa y Daniel le daba la espalda alejándose con Alexa en sus brazos después de haberle con respondido con una mirada terriblemente amenazadora.

Gustav y Vincent continuaban en shock y con la quijada abajo cuando Demian comenzó a burlarse de ellos.

-Quizás pueda satisfacer ambas bocas al mismo tiempo preciosas, pero vamos a tener que acomodarnos.

-¿Qué rayos?- Ambos secreteaban a la vez que se recomponían tras las palabras de Demian y él se acercaba para sacarlos de dudas.

-Eso, señores, es Daniel marcando territorio.

-Idiota, si sabias que pasaba ¿Por qué lo fastidiaste? casi te mata con la mirada, que tal si pierde el control- Murmuraba Gustav con tono represivo.

-Bueno hay varias razones, la principal, me estaba divirtiendo. Además, es Daniel, no estaría mal que ese tronco comenzara a perder el control de vez en cuando, siempre es demasiado tibio, me preocupaba que no fuera a sentir pasión jamás- Demian finalizaba su discurso con una carcajada ahogada.

-Sabes bien que Daniel no puede perder el control -respondía Gustav en tono represivo.

De pronto los tres callaron para prestar atención a las voces que estaban casi al otro lado del salón.

-Con cuidado, apenas se me está pasando el dolor- Ella abrazaba su cuello y le mostraba una mirada de reproche a la vez.

-¿Estas lastimada?- un pequeño tono de alerta salía de la boca de Daniel-

-No, es que... es que eres un hombre muy grande, creo que abrasarte así y... todo lo que paso el fin de semana fue más cansado de lo que imagine -decía Alexa susurrando con la voz más baja que podía, pero aun así no estaban lo suficientemente lejos como para evitar que una parte de su conversación llegara a oídos de los chicos.

-Vas a tener que acostumbrarte, porque me encanta llevarte así- La sonrisa de satisfacción de Daniel por las palabras de Alexa era casi invaluable, sobre todo porque él era consciente de que el salón en que se encontraban, salvo por ellos y sus socios, ya estaba totalmente vacío y el eco de las palabras de Alexa inevitablemente llego a los otros tres hombres presentes.

-Oye Romeo, más vale que no te descuides o yo tomare la menor oportunidad -gritaba Demian en tono de burla desde el fondo del salón.

-Vete a la mierda- Respondía tratando de contener la colera que esas palabras le causaban.

-¿Qué demonios haces Demian?- Pese a estar acostumbrados a los juegos de Demian, Vincent no pudo evitar la sensación de que en esta ocasión se estaba excediendo.

-Hay unas cuantas cosas que ustedes no saben caballeros, solo le estaba haciendo un favor a Alexa -decía sonriendo.

-¿De qué hablas?- La curiosidad se activó en los rostros de Vincent y Gustav.

-Jajaja, nada que deba preocuparlos tanto. Es simplemente un poco de historia.

-Habla ya- decía Gustav con un tono entre ansioso y fastidiado.

-Jajaja, pero que chismosos. Bueno yo solo puedo contar mi versión de la historia, así que no sean demasiado ansiosos- Demian prendía un cigarrillo frente a la mirada expectante de sus amigos.

-Hace unos años, teníamos poco de haber fundado el despacho, cuando conocimos a una chica en uno de los bares frente a la oficina, era inteligente, elegante, divertida, fresca y bastante segura de sí misma, pasamos toda la noche tratando de conquistarla mientras ella se reía del par de idiotas que la rodeaba. Resulto ser una abogada del edificio al lado de la oficina.

Sin darnos cuenta, terminamos conviviendo demasiado, íbamos a comer e incluso íbamos de parranda los tres juntos, creo que Daniel y yo nunca fuimos tan unidos - Demian exhalaba el humo de su cigarro con una sonrisa melancólica. -Cuando nos dimos cuenta, los dos estábamos estúpidamente enamorados de esa chica, comenzamos a pelear entre nosotros y a tratar de estar con ella a solas.

Hasta que terminamos peleando frente a ella y entonces nos puso un freno, aclaro que era consiente de nuestros sentimientos y confeso que ella se sentía enamorada de ambos, pero que no quería poner a pelear a dos amigos, y además de todo no tenía intenciones de tener nada serio con nadie, ella quería disfrutar su libertad antes de enfrascarse en una relación.

Días después nos dijo que le habían ofrecido trabajar unos años en otro país y que nos buscaría cuando volviera, que tal vez siendo más maduros los tres podríamos solucionar nuestro enredo sin golpes.

-No es en serio, por eso han pasado todos estos años comportándose como perros en celo, par de estúpidos- las palabras de Vincent iban cargadas de compasión y coraje al mismo tiempo.

-Creo que al principio fue así, no puedo hablar por Daniel, pero por lo menos para mí, simplemente se volvió algo normal, yo disfruto de mi vida sin complicaciones románticas.

-Siempre me pareció raro que el santurrón de Daniel terminara siendo un mujeriego- Gustav reflexionaba después de robar el cigarrillo de Demian.

-Pensé que ya no fumabas- Demian lo miraba de reojo.

-Es solo por los viejos tiempos.

-Bueno tal vez Daniel se volvió mujeriego para apaciguar su corazón.

-Sé que el chisme aún no termina, dinos que más pasó- decía Vincent entrecerrando los ojos.

-Daniel y yo prometimos no volver a pelear por una mujer y luego, un par de días antes de que ella se fuera, los encontré platicando en un restaurante "si de verdad me quieres tal vez podríamos probar como sería una relación a distancia" eso le decía ella mientras comía su postre, Daniel no respondió en un rato y al final le dijo que esa no era la manera en que se debían hacer las cosas, que quizás era mejor que todos siguiéramos nuestro camino y viéramos que pasaba si el destino nos volvía a juntar.

-Es decir que busco la manera más elegante de decirle que se fuera.

-Ese es el Daniel santurrón que recuerdo.

Vincent y Gustav parloteaban cuando Demian les dijo el último detalle.

-Después de eso Daniel se emborrachaba casi cada noche, y yo tenía que estar cargando su miserable existencia de vuelta a su casa todo el tiempo- Demian se tomó un momento para reflexionar -Supongo que era lo menos que podía hacer después de que el eligiera nuestra amistad por encima de la chica que quería.

Así que solo me estaba asegurando de que no lo volviera a hacer, el Daniel miserable es una cosa muy difícil de ver- Demian terminaba pisando su cigarrillo y con una sonrisa apagada.

-Espera ¿Y cómo sabias tú que él estaba interesado en Alexa? - preguntaba Vincent suspicazmente.

-Jajajaja esa es una historia más reciente, pero vámonos de aquí, ya me fastidié de estar hablando entre susurros por el maldito eco.

Una Aventura con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora