Hombres

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Vincent y Gustav eran perfectamente conscientes de que Daniel se había marchado de la fiesta con Alexa y para evitar que Demian notara su ausencia, ellos trataron de distraerlo retándolo a tener una borrachera tan infame como la de sus años de universidad, lo que el acepto alegremente ya que el hecho de que su personalidad fueran un tanto despreocupada no significaba que no manejara niveles de estrés tanto o a veces más elevados que sus socios.

Demian era en cierto modo un hombre de números, meticuloso, perfeccionista, analítico y calculador, sin duda noto la ausencia de Daniel, pero decidió ignorarlo porque definitivamente necesitaba tiempo de calidad con sus amigos. Su trabajo era metafórica y literalmente asegurarse de que los edificios se mantuvieran en pie y no cayeran.

El nivel de estrés que él manejaba no terminaba cuando una construcción estaba completada, el poder que tenía con su firma al validar una estructura, venia acompañada de una responsabilidad que lo acompañaba por lo menos por los siguientes diez años de vida de la construcción. Por lo tanto, no estaba dispuesto a rechazar la oportunidad de relajarse con sus amigos.

Los tres hombres despertaron al día siguiente en el departamento de Demian con una resaca proporcional a toda la cantidad de alcohol que habían consumido sin embargo Demian siempre había sido el más resistente a los efectos de la resaca y esa mañana decidió dar los buenos días as sus amigos poniendo a todo volumen la canción de Walking on sunshine.

-¿Qué te pasa idiota?- Gruñían Vincent y Gustav molestos y cubriéndose los oídos.

-Buenos días preciosas, solo estoy contento por despertar a lado de dos bellas criaturas como ustedes- Respondía Demian a modo ve burla.

-Carajo Demian, apaga esa maldita cosa- Decía Gustav tratando de contener el dolor de cabeza que el ruido le causaba.

-Lo hare en cuanto me expliquen qué es lo que me están escondiendo.

-¿De qué rayos hablas?- Vincent se retorcía en la cama tratando de buscar el control del estéreo.

-Pasar por alto la ausencia de Daniel habría sido mucho más fácil si no se hubieran empeñado tanto en emborracharme después de haberme estado evitando durante estas últimas semanas-

-Maldición Demian, eres un maldito paranoico- Vincent trataba de cubrir su cabeza para esconderse del ruido.

-Si no les gusta el pop, tal vez la música electrónica les agrade un poco más, saben que me gusta la música estridente para ponerme activo cierto.

-Bien para ya- Berreaba Gustav tratando de esconderse en las sabanas. -Por favor para, vamos a hablar.

-Así me gusta.

-No puedo creer que mi propio amigo sea capaz de torturarme de esa manera.

-Ni yo que mis amigos me oculten cosas tan descaradamente y luego pretendan que no sucede nada, ahora hablen preciosas.

-Maldito loco- decía Vincent sobándose la cabeza.

Vincent y Gustav hablaron con Demian tratando de dar la menor cantidad de detalles posible. Simplemente le dieron a entender que Daniel estaba interesado en Alexa y les había pedido distraer a Demian de eso.

-Vaya ¿de verdad tanto problema por un lio de faldas?

-Yo pensé lo mismo- respondió Vincent

Y yo pensando que me estaban ocultando algún problema de la oficina, IDIOTAS- Les reprochaba Demian un poco divertido y un poco indignado por la categoría del conflicto. -No puedo creer que de verdad hayan pasado estas niñerías.

-Y yo no puedo creer que hayas torturado a tus mejores amigos ¡Idiota! -Replicaba Vincent aun sobando su cabeza. Mientras Demian se reía por todo lo sucedido.

Ya en la construcción, medianamente recuperados de la resaca del fin de semana los jefes habían notado que Alexa estaba menos hiperactiva de lo normal, se limitó a verificar números en su computadora y cuando Vincent o Gustav le pedían salir a comprobar alguna parte de la construcción, ella lo hacía diligentemente, pero por alguna razón, parecía no tener la misma energía.

Sus jefes incluso le preguntaron si todo estaba bien, pero ella respondió de manera serena que no había ningún problema. Al sentir la mirada curiosa de los jefes ella decido salir a buscar si aún quedaba algo con lo que pudiera ayudar, pero ya solo quedaban trabajos de limpieza.

-De haber sabido que se pondrían tan raros, habría aceptado volver a las oficinas- Decía para sí misma.

Ninguno menciono nada frente a ella, pero ambos eran conscientes de que Alexa dejo la fiesta acompañada de Daniel y ahora les preocupaba que las cosas no hubieran salido bien entre ellos, incluso llamaron a Daniel para preguntarle, pero su respuesta fue seca y concisa.

-No tengo nada que decirles por ahora, nos vemos en la inauguración.

-Ese idiota, fuimos torturados por su culpa y ahora no es capaz de soltar un poco del chisme- Refunfuñaba Vincent después de que Daniel colgara el teléfono.

El día de la inauguración, Demian había pasado toda la tarde haciéndole platica a Alexa y disfrutando de reojo las miradas asesinas de Daniel.

-¿Qué rayos estás haciendo?- Gustav preguntaba a Demian tratando de reprenderlo tras ver como el humor de Daniel se ponía cada vez peor.

-Solo estoy castigando a mi amigo por haberme asustado, digamos que me divierto un poco después de la dosis de estrés innecesario que Daniel me regalo. contestaba Demian con una sonrisa maliciosa.

Alexa trataba de ser cortes mientras Demian disfrutaba fastidiar a su amigo hasta que la cada vez más corta distancia entre Demian y Alexa casi hace estallar a Daniel.

Él estaba a punto de abalanzarse sobre el cuerpo y la cara de Demian, cuando una mano en su hombro lo detuvo.

-¿Qué crees que haces?- cuestionaba Vincent con una voz autoritaria.

-¿Acaso no ves lo que está haciendo ese idiota? Debo ponerle un alto.

-Creo que el amor se está comiendo tu cerebro amigo, acaso tú no te das cuenta, que todo lo que Demian quiere es fastidiarte, además, tu serias un idiota si te permitieras perder el control otra vez estando frente a tu chica.

Daniel miro a Vincent con ganas de aplastarlo a él también, pero también sabía que tenía razón.

-Suéltame.

-Daniel...

-No voy a hacer nada solo suéltame- El dio una sacudida, se safo del agarre de Vincent y camino decidido y fúrico hasta donde se encontraba Demian platicando con Alexa.

Demian se divertía acortando la distancia entre él y Alexa, cuando de repente sintió una pesada y firme mano agarrar su hombro para empujarlo lejos de Alexa.

Segundos después Daniel estaba dando un profundo beso a la pequeña chica frente a él, dejando a dos de sus amigos boquiabiertos.

-Oye ¿Por qué? - preguntaba Alexa un tanto desorientada.

-Pequeña, el edificio ya está oficialmente terminado, así que ya no hay ninguna razón por la cual mis socios no deban saber que tú eres "mi pareja"- respondía Daniel haciendo énfasis en lo último. -Vamos te llevo a tu casa- Decía el tomando sus cosas y levantándola en sus brazos justo como había estado haciendo el fin de semana-

Una Aventura con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora