Amigos

57 3 0
                                    


-Dios, de verdad estabas muy ansioso hoy, estoy exhausta- ella trataba de hablar entre sus profundas respiraciones resultado de toda la acción que acababan de tener.

-Es culpa de tus hormonas y aun puedo continuar -decía él mientras besaba su pecho y se mantenía prensado de su cuerpo.

-Jaja. No por favor, siento que necesito por lo menos un par de litros de agua solo para reponer lo que ya he perdido esta noche - respondía ella divertida mientras acariciaba el cabello de Daniel.

Alexa estaba sudada, exhausta y despeinada y Daniel no podía parar de observarla.

-¿Qué pasa?

-Eres hermosa -y con delicadeza se acercaba para besar la más tiernamente.

-Te quiero Daniel -La forma en que Daniel hablaba hacía que a ella se le dificultara contener sus emociones pese a que aun trataba de ser cautelosa.

-Es la primera vez que me dices algo así - un escalofrío recorrió su cuerpo y su corazón acelerarse por las palabras de Alexa y no pudo evitar sonreír.

-Lo siento -contestaba ella con un poco de culpa en su expresión.

-No te estoy reclamando me gustó; quiero que puedas confiar en mí -Daniel se acercó a darle un beso tan cargado de emociones que ambos sintieron como en sus pechos nacía una calidez que comenzaba a recorrer todo su cuerpo. -Yo también te quiero pequeña.

Daniel y Alexa disfrutaban de un romántico y apasionado fin de semana, hasta que el sábado por la noche Daniel escucho a Alexa quejarse de forma lastimosa desde el baño.

-Noooo, no puede ser- lloriqueaba Alexa.

-¿Qué pasa, estas bien? – Preguntaba Daniel preocupado desde el otro lado de la puerta.

-Necesito que me traigas ropa y... mejor tráeme mi maleta.

-¿Qué pasa? – Daniel extrañado y asustado decidió entrar para verla.

Alexa miraba a Daniel haciendo un puchero de tristeza.

-Ya me bajo.

-Jajaja, me asustaste- Decía Daniel agachándose para besar su cabeza. -Voy por tus cosas-

El domingo por la mañana Daniel preparaba leche con chocolate para ayudar a Alexa a lidiar con los cólicos, cuando sonó el timbre de su departamento.

Al abrir la puerta sus tres socios entraban cargando una botella de tequila cada uno.

-¿Estas listo o qué?

-¿Qué, para qué?

-¿Cómo que para qué? Habíamos quedado de venir hoy para planearlo todo- contestaba Vincent.

-Maldición

De pronto los tres alcanzaron a ver a una pequeña chica vestida con un a playera de Daniel saliendo del baño.

Alexa se tomó unos segundos para pensar en la mejor forma de reaccionar, pero al final el dolor de los cólicos no la dejo concentrarse así que decidió actuar con la mayor normalidad posible.

-Buenos días, señores- Decía ella envolviéndose en la manta que había dejado en el sillón.

-Wow, pobrecita, parece que un Daniel te atropello. Amigo no creí que fueras tan rudo- Decía Vincent burlándose y con toda la intensión de incomodarlos. Mientras los otros dos hombres se cubrían la boca para ocultar sus risas.

-Cállate tonto- Decía Daniel levantando a Alexa en sus brazos.

-¿Eres igual de malvado que Demian verdad?

-Jajaja, él es mucho peor querida, yo solo disfruto molestar a Daniel, pero el goza incomodando gente indiscriminadamente- Respondía Demian divertido.

-Si no discrimino en la cama ¿Por qué habría de hacerlo fuera de ella? - Decía Vincent más concentrado en abrir su botella de tequila -Debiste advertirle como éramos para que no salga huyendo después.

-Creo que ella puede con eso, ya que están aquí quieren un poco de chocolate- Daniel colocaba a Alexa en la barra para servirle una taza.

-¡¿Qué?! Te traemos tres botellas de delicioso y potente alcohol y tú nos ofreces chocolate ¿Qué demonios le hiciste niña? – Vincent se quejaba fingiendo estar molesto.

Alexa los miraba con cara de fatiga, cuanto Gustav se unió a la conversación con un gesto de diversión.

-Él chocolate es bueno aliviar los cólicos.

-¿Qué?- Demian y Vincent miraban extrañados hacia Gustav.

-Ximena tiene una expresión parecida a la de Alexa cuando está en sus días.

-Uff, que mal, mis condolencias. Bueno, que remedio, seamos solidarios, pero tampoco voy a desperdiciar mi botella- Vincent tomo una tasa de chocolate y le agrego un poco de alcohol.

-Son los primeros hombres que conozco que no tienen reparo en hablar de absolutamente nada.

-Hay Alexa por favoooor, no tienes idea de todo lo que hemos hecho juntos, esta pequeña conversación no es nada, cuando casi hemos compartido fluidos.

-Nooooo- Gritaban Gustav y Daniel con cara de asco.

-¿Hay algo para lo que deba prepararme?- preguntaba ella a Daniel con un poco de incertidumbre en su rostro.

-Bueno, bueno, ellos no porque son delicaditos.

-Maldita sea, si siguen mencionándolo jamás lo voy a superar- se quejaba Gustav.

Alexa seguía con su cara de duda y Daniel la veía buscando la manera de explicarle de que estaban hablando.

-Lo que pasa linda es que Vincent y yo vivimos un apasionado y mágico momento con su maestra de baile- Demian tomaba las caderas de Vincent de una forma lasciva y este se daba la vuelta para comenzar a bailar con él.

-wow, son una pareja muy sexy la verdad- Decía Alexa viéndolos bailar - Por qué les molesta tanto? Hasta me gustaría poder bailar como ustedes.

-Puedes formar parte de nuestro equipo cuando quieras linda, solo tienes que estar preparada para...

-Por supuesto que no -decía Daniel con voz seria mientras Vincent y Demian se burlaban de él -Alexa ellos no son pareja y el baile no es el problema, esos malditos depravados hicieron un trio con la maestra de baile de Vincent en la última fiesta que hicimos – Daniel se ponía enfrente de ella pensando en cómo organizar lo que diría a continuación.

-Hicimos un trio con mi maestra de baile -dijo Vincent con indiferencia y sin tapujos antes de darle un trago a su taza de chocolate.

-Encontrarlos así, ha sido una de las pocas experiencias traumáticas que he tenido en mi vida- Agregaba Gustav

-Wow, esos es amistad y no tonterías- Alexa se asomaba por un costado de Daniel para verlos.

-Jajaja, vez ella si lo entiende- les reprochaba Demian.

-Me agrada esta chica, no se asusta –celebraba Vincent.

-Por favor no les des cuerda- suplicaba Gustav.

-Bueno ya, venían aquí para hablar de negocios ¿o no? - decía Daniel para cambiar el tema de la conversación.

-Aburriiiidoooo- le gritaba Demian.

Una Aventura con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora