Dar la noticia

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Después de cuatro días de papeleo y arreglos Alexa y Daniel tenían casi todo listo y era entonces el momento de hacer el anuncio.

-Hola papá...

-Hola bebe ¿Cómo estás?

-Bieeen, pero ¿qué crees...? -dijo con el tono infantil con el que acostumbraba a hablar con su padre cuando había hecho alguna travesura

-¿Qué paso? ¿Qué hiciste?

-¡Me voy a casaar! -respondió ella

-¡¿Qué?! ¿cuándo, con quién? ¿Por qué?

-¿Qué sucede?- a lo lejos se escuchaba la voz de la madre de Alexa que reaccionaba al ver a su esposo tan alterado.

-Alexa dice que se va a casar

-¡¿Qué?! ¿Cuándo?

-¿Cuándo?

-En cuatro días.

-¡¿Qué?! –preguntaban sus padres al unísono.

-Pero que dices ¿con quién te quieres casar? Ni siquiera sabíamos que tenías pareja ¿Por qué no nos habías dicho nada? Alexa esto no está bien, las cosas no se hacen a escondidas.

-Mamá, no me estoy escondiendo, por eso les estoy llamando.

-¿Y por qué no nos habías dicho nada? ¿él te dijo que no lo hicieras?

-No mamá claro que no, solo que no quería decir nada hasta saber que era lo que yo quería.

-Ah... y ahora si lo sabes.

-Pues sí, escuchen la ceremonia va a ser en cuatro días, pero por favor no le cuenten a nadie más, va a ser un evento pequeño, solo las personas indispensables.

-¿Por qué tiene que ser así? No me digas que no fue capaz de darte una buena boda, Alexa ¿Por qué te quieres casar con alguien así mi amor? ¡Alexa, no deberías permitir que...

-Mamaaaaaá... basta por favor, tener una boda pequeña fue mi idea, sabes que siempre he odiado las bodas. Quiero que este sea un evento para mí, no para los demás por eso no quiero que nadie más se entere además prefiero ocupar lo que habría gastado en la boda en irme de viaje.

-Bueno ¿y con quien se supone que te vas a casar?

-Ya lo conocerán, les prometo que es un buen hombre.

-Está bien, pero tenemos que hablar seriamente antes de que todo esto pase señorita – decía su madre con voz autoritaria.

-Bien... pero de todos modos me voy a casar, ya les envíe la invitación por correo, pero de todos modos les voy a mandar la dirección, por favor confíen en mí, los quiero, los espero en mi boda ¿de acuerdo?

-Está bien, cuídate, amor, nos vemos pronto -respondió su madre poco convencida.

-Nos vemos bebe -dijo su padre antes de terminar la llamada.

-Adiós mamá, adiós, papá, los quiero.

-¿Cómo te fue? – preguntaba Daniel después de haber colgado con su familia también.

-Pueees se alteraron un poquito, pero no fue nada que no me esperara, sé que lo superaran ¿y a ti?

-Jajaja, seguro que si se alteraron, pequeña tu nos vasa a matar a todos de un infarto algún día

-Y a ti ¿Cómo te fue?

-Bueno mi madre se alegró bastante, dijo que le preocupaba que no fuera a casarme nunca y envejeciera solo y sin amor, no le encantó la idea de que todo fuera tan rápido y discreto, pero estaba feliz, mi padre solo me felicito.

-Vaya, me alegro.

-Siii se nota la emoción en tu voz ¿Qué pasa? – preguntaba Daniel al notar una extraña expresión en el rostro de Alexa.

-Bueno es que... tú sabes, las suegras siempre son un tema delicado y... me pone un poco nerviosa conocer a tu mamá, bueno a toda tu familia en realidad.

-Tranquila, te van a adorar y si de eso hablamos también a mí me preocupa un poco conocer a tus padres.

-Bueno no te voy a mentir tal vez sean un poco duros al principio.

-No te preocupes voy a estar preparado –decía Daniel al ver la cara de preocupación de Alexa -Ahora creo que es tiempo de que otro pequeño grupo de personas se entere.

Ese fin de semana todos se reunían en la casa de Daniel para recibir un anuncio del que solamente Ximena estaba enterada y después de compartir sus planes con sus amigos, las preguntas no se hicieron esperar.

-A ver, no es que no me sienta feliz por ti, pero ¿cómo es que no nos habían dicho nada? -dijo Vincent un tanto indignado.

-Pues, queríamos tener todo listo antes de dar el anuncio para evitar el exceso de opiniones, pero en el camino hubo un pequeño cambio de planes –respondía Daniel tranquilamente.

-Pues que impresión, pero felicidades, hermano.

-Y ¿Qué se siente entrar al mundo de los mandilones? -preguntaba Vincent con una sonrisa después de que los tres se hubieran acercado a felicitar a Daniel.

-Magnifico, pero esto seguro que pronto lo sabrás.

-Calla tonto.

Las chicas por otro lado estaban emocionadas con la noticia, pero no estaban del todo acuerdo con que la forma tan austera en la que todo se estaba planeando.

-¿De verdad estas segura que eso es lo que quieres? –preguntaba Mariela preocupada.

-Lo estoy, intente planearla al estilo tradicional, pero fue horrible, demasiadas decisiones y demasiada gente con quien quedar bien. Definitivamente no es lo que quiero.

-¿Y el vestido? A todas las chicas les ilusiona el vestido ¿Cómo vas a lucir un vestido con una boda tan sencilla? –Preguntaba Miranda un poco decepcionada.

-Ahhh... el vestido fue lo peor de todo, me probé montones y ninguno me hizo sentir feliz, además de que todos me quedan enormemente largos y siento que cuando los recorten me voy a ver como campanita, además ni siquiera me gusta la idea del vestido blanco.

-jajaja... campanita –las chicas reían por la comparación que Alexa había hecho de sí misma.

-Y con suerte seria campanita, nunca me sentí tan pequeña como cuando me probé esos malditos vestidos.

-¿y cómo te vestirás entonces?

-No lo sé, tal vez compre un vestido que no sea de novia o tal vez mejor me case con jeans y tenis -Alexa alzaba los hombros en señal de desinterés.

-Ah no no, no, no, no, eso sí que no, el que no quieras una gran ceremonia no significa que no sea un día especial, pero si no quieres un vestido de novia entonces deja que yo me haga cargo ¿de acuerdo? –de forma gentil pero firme Miranda se imponía para convences a Alexa de usar un vestido.

-Pero ¿en cuatro días?

-Más que suficientes linda

-De acuerdo –respondía Alexa suspirando y un poco preocupada.

Una Aventura con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora