D I E Z

1.8K 201 81
                                        

—¡Vamos, vamos!— escuché decir a mi lado pero no podía seguir el paso, atento a los sonidos, comencé a moverme, temiendo en tropezar.

Hasta que sentí una mano agarrar la mía y jalarla, reconociendo de inmediato aquella calidez.

—Vamos... Ya falta poco— susurró a lo que yo asentí, dejándome guiar por él. Seguimos corriendo sin saber bien a dónde íbamos pero confiando que era un lugar seguro.

Después de unos minutos, él paró de repente haciendo que de igual modo lo haga yo.

—No puede ser...— escuché y noté su voz entre sorprendida y decepcionada al mismo tiempo.

—¿Yoongi?— pregunté buscando su rostro con temor y curiosidad.

No recibí respuesta alguna por unos largos segundos, hasta que escuché a uno decir;

—¿Cómo mierda pasó esto? Está todo destruido.

Fruncí el ceño confundido y con mi mano toqué a Yoongi llamando su atención para que me respondiera.

—Está destruido, el refugio está hecho escombro— respondió, abrí mi boca sorprendido tratando de asimilar.

—Yoongi... No— susurré estando mis lágrimas prontas a salir. Sentí sus manos en mi rostro, tratando de calmarme.

—Jimin, escúchame— me llamó a lo que yo seguí negando mientras mis lágrimas caían.

—No Hyung, él no está aquí.— hablé con mi voz quebrada por el llanto.

—Lo vamos a encontrar. No te aflijas, él debe estar con personas que lo están protegiendo.

Seguí negando mientras lloraba, bajé mi cabeza secando las lágrimas con la manga de mi campera.

—Es mejor que salgamos de aquí, está a punto de anochecer.— escuché decir a uno, Yoongi agarró mi mano y comenzamos a caminar. No sabía nuevamente a donde íbamos pero confiaba en Yoongi.

Pero mi mente estaba en que debía encontrar a mi hermanito, ya más de seis meses sin poder encontrarlo y cada vez la esperanza se perdía.

Más lágrimas salían sin parar al saber que el único lugar donde tenía la esperanza y el anhelo de que Yeonjun estuviera allí estaba destruido. Aquellos pensamientos positivos fueron reemplazados por el pensamiento doloroso de mi hermano muerto o como uno de ellos.

Yoongi me detuvo y yo aún con la cabeza baja, no dije nada.

—Jimin— susurró agarrando mi mejilla y acariciarlo— No pierdas las esperanzas, lo último que debemos perder es eso, así que no lo hagas. Lo vamos a encontrar.

—Yo...— subí mi cabeza apuntando dónde supuestamente está el rostro de Yoongi.— Ya pasaron seis meses, no creo que a este paso quiera tener esperanzas. No debí llevarlo ese día al supermercado sabiendo que no puedo estar viéndolo y vigilandolo, yo... Simplemente no debí— comencé a llorar nuevamente.

—Te he dicho que no tienes la culpa de lo que pasó. Todo se había descontrolado de repente, nadie de allí sabía lo que pasaría.

—Ya deja de darle falsas ilusiones al pobre chico, Yoongi— habló Han escuchando que reía.

—¿Por qué no cierras el puto osico? idiota.

—Es la verdad, seguramente el niño debe estar como todos esos bichos.

—¡Que te calles imbécil!— sentí como Yoongi se alejó de mí y al saber lo que haría traté rápidamente de buscar su brazo para detenerlo.

—Ya, no le prestes atención. En cierta parte dice la verdad...— hablé con mi voz temblorosa.

VIRUS; Kookmin. COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora