D O S

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Traté de mantener la calma al momento de poner el bolso entre mi espalda donde tenía la comida y ropa necesaria aparte de cosas de primeros auxilios, por las dudas. Entre mi mano derecha sostenía el caño y en el otro un cuchillo.

Si algo había aprendido de películas y libros sobre apocalipsis y supervivencia era mantener la cabeza fría y ser rápidos.

Abrí la puerta y antes de irme observé por última vez la casa sintiendo un especie de dolor al dejarla y al mismo tiempo saber que tal vez no regresaría. Pero también como mis padres se han ido dejandome completamente solo, entonces yo no me quedaría atrás.

No sabía lo que me podría pasar si me encontraba solo en casa.  Y la verdad es que yo no era bueno en luchas ni a la hora de usar algún tipo de arma.

Agradecí mentalmente al ver la calle desolada, aún así con el sol a todo su esplendor y con el cielo totalmente despejado, las calles daban un escenario digno de una película de suspenso, el silencio que había era impresionante y aquello me ponía nervioso, demasiado ansioso a mi parecer.

Comencé a caminar con cuidado, dirigiendo la mirada hacia todas partes. Las casas se encontraban en un mal estado sorprendiendome en como la mia no estaba de la misma manera, creo que solo fue un golpe de suerte.

Agradecía mentalmente saber que Hoseok vivia a tan solo a unas cuantas casas de la mía, solo tengo que apurarme.

Cuando la casa marrón de Hoseok se hizo visible ante mis ojos, aceleré el paso pero en eso noté como de pronto un infectado salió de una de las casas arrastrandose de una manera que me dejó paralizado. Sin más, comencé a correr sintiendo la adrenalina en todo mi cuerpo y como el pulso me aumentó de repente. Cada vez estaba más cerca de la casa de Hoseok pero al parecer había alertado a otros infectados que comenzaron a salir de las casas de una manera agresiva y hambrienta, aumentado mi pánico.

Giré un poco y pude ver como más de diez me perseguían de manera rápida pero con pasos torpes, dándome en cierta parte ventaja para llegar a salvo a lo de Hoseok. Pero al girar al frente había un niño infectado con su pijama toda rasgada lleno de sangre que corría directamente hacia mi dirección. Apreté el caño con fuerza teniendo en mente las palabras de mi mejor amigo.

Ellos ya no son humanos.

Y antes de que se acercara a mí, con el caño golpee con fuerza su cabeza haciendo que suelte un gruñido y su cabeza saliera disparada de su cuerpo, dejándome completamente peturbado.

Aún así no paré y seguí corriendo hasta llegar a la puerta.

—¡Hoseok!— grité en desesperación — ¡Hoseok abre la puerta!

Giré y los vi más cerca que antes aumentado mi pulso de manera descontrolada y al ver como Hoseok tardaba en abrir.

—¡Por una mierda Hoseok, abre esa maldita puerta!.

Y antes de que uno de los bichos aquellos se abalanzara hacia a mi, una mano agarró mi brazo tirándome hacia adentro de la casa. Inmediatamente observé como Hoseok cerró la puerta con rapidez y fuerza, poniéndole traba.

Jiwoo ayudó a Hoseok enseguida en poner dos caños gruesos de fierro y un gran mueble tapando en su totalidad la puerta. Tapando también un poco los fuertes golpes de aquellos monstruos.

—¿Estas bien Jungkook?— preguntó Jiwoo preocupada acercándose a mi.

—Si... Lo estoy— respondí aún agitado.

—Jungkook... — Hoseok me abrazó de inmediato con fuerza y yo se lo devolví inmediatamente, teniendo aún mi respiración acelerada. —¿Por que no tienes puesto tu barbijo? .— habló, separándose y quitando mi mochila con cuidado.

VIRUS; Kookmin. COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora