Final.

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Meses después.

Han pasado algunos meses desde la noticia del bebé y ya me encontraba en mis seis meses de embarazo, el tiempo había volado sin darnos cuenta y de repente ya nos encontrábamos en la graduación de Samy. El pobre estaba nervioso, desde que se había despertado se había mantenido callado y a experiencia de vivir con los Styles eso era una clara señal de nerviosismo. Harry lo había ayudado diciéndole que no pasaba nada, que muchos de sus compañeros seguirían el mismo rumbo y no se diga de Emma, ni ella ni su padre deseaba que se separase ese par.

- ¿Estás listo, Samy?-. Nos encontrábamos en la plaza principal de la escuela, esperando a todos los alumnos.

- Si, má-. Se abrazó a mi cintura -o lo poco que quedaba de ella-. ¿No te ha dado problemas?

Desde que mi barriga había crecido lo suficiente para que sea notoria, tanto Samuel como Harry no se habían separado de mí, ambos teniendo cuidado de todo lo que hiciese, de cada movimiento que daba ellos me seguían como perritos pequeños aunque Niall decía que era normal, a Samuel le daba curiosidad y Harry solamente... era Harry.

- No Sam, se ha mantenido dormido-. Y aunque ya tuviese los meses necesarios para descubrir qué era nuestro bebé, entre nosotros habíamos decidido mantenerlo en secreto hasta el día de su nacimiento, así como lo fue en el de Samuel.

- Más le vale, no quiero que te haga ir cada rato al baño y te pierdas de mi momento de gloria-. Reí alto ante su comentario. Ya no debería de dejarlo solo con Niall.

- Tu tío te ha hecho mucho daño, ¿No es así? Ya no dejaré que Niall te cuide-. Y ambos reímos porque sabíamos que eso era una maldita mentira.

Por fin se había dado la hora de la ceremonia y todos los alumnos se iban formando para pasar por sus diplomas. Al ser maestro encargado de un aula me había tocado estar de pie en frente de todos y de lejos podía ver a Harry sonriendo a su hijo y a mí, ya que por casualidades del destino me había tocado ser encargado del grupo de mi hijo de último año.

"Y ahora, para el alumno Samuel Styles"

Y así fue como me tocó ver a mi hijo en primera fila caminar nervioso por toda el área y darle su pequeño diploma.

- Me alegro de su reconocimiento, joven Styles-. Sonrió y sus ojitos se vieron brillosos. Siguió caminando y antes de que bajara por las pequeñas escaleras improvisadas del pódium, me dijo.

- Te amo, mamá.

La ceremonia continuó como fue planeada, a todos los alumnos les dieron sus diplomas y sus fotografías junto a sus profesores.
Harry no pudo evitar comprar la de Samuel, ya que era un bello recuerdo familiar.

- Bueno, es hora de irnos a casa, que probablemente tus abuelos ya prepararon la fiesta.

Habíamos organizado una pequeña comida familiar, incluyendo a Niall, a Jacob -que por locuras del destino por fin se había llevado bien con Harry y ahora eran buenos amigos- y mis padres junto a los de Harry, que después de la noticia del nuevo bebé, ambas familias tenían muchas ganas de poder verse.

— ¡Ahí está mi recién graduado!-. Tan solo llegar a la casa fue una ola de recibimiento de parte de nuestros padres. Ambas parejas se habían quedado sorprendidas por lo rápido que pasaba el tiempo y de todas las nuevas cosas que se venían encima.

— ¡Abuela!-. Samy corrió a los brazos de su abuela Anne y ella gustosa lo recibió-. Nunca había amado tanto que mamá sea mi maestro.

— ¿Ah si? Déjame ver esa fotografía que traes ahí.

Y así fue como empezó la bonita familiar, con todos disfrutando de las bebidas y la comida.

— ¿Alguna vez te imaginaste todo esto cuando aún estudiábamos?-. Niall se había sentado a mi lado en algún punto de la noche y lo agradecía, muchos de los presentes se encontraban ya muy tomados.

— Solamente en mis mejores sueños, después del año de los antidepresivos fue cuando mi mente por fin pudo empezar a tener buenos sueños-. Ni se recostó en mi hombro y lo sentí sonreír.

— Estoy feliz de que las cosas hayan salido de buena manera, ahora estas a punto de tener otro hijo, el mayor cada día crece más y el idiota de Harry te demuestra que realmente te ama-. Ambos reímos.

— Nunca superarás aquello, ¿Verdad? No habrá nada que te haga quitar ese odio-. Negó.

— De verdad, doy gracias a que me hayas rechazado por ese rizado idiota, hoy en día me doy cuenta que hubiese sido extraño el que ambos saliesemos.

Y así continuamos la noche hasta que se hizo tan tarde que muchos tuvieron que ayudarnos a limpiar, los más chicos se habían ido a dormir y los que ya no podían con sus almas se fueron a dormir esparcidos por la casa.

— Fue un bonito día, ¿no es así?-. Me había preguntado ya una vez que estuvimos tranquilos y sentados en el césped del patio.

— Claro que sí, es un bello recuerdo de todos juntos-. Harry me abrazó de la cintura y dejó sus manos sobre mi hinchado vientre-. ¿Estás listo para otro bebé?

— Por supuesto que sí, y ahora lo estoy el doble porque lo podré criar con el amor de mi vida-. Dejó pequeños besos en mi mejilla.

— ¿Has sabido algo de Marlene? Ya no supe nada después de su divorcio-. Sabía que Harry seguía teniendo comunicación con ella por asuntos de la empresa.

— Sí, al parecer está planeando su boda con su actual prometido, yo me alegro que encontrase a alguien que la ame de verdad-. Asentí. A pesar que su familia no la quería a ciertas cosas, ella no era mala persona y se merecía su gran historia de amor-. La herencia está a nombre de Samuel.

— ¿Qué?-. Volteé a ver a Harry cuando dijo aquello-. ¿A qué te refieres?

— Su abuelo dejó toda la herencia de su familia a manos de Samuel, a pesar de que se enteraron de la verdad de todo, el hombre había amado tanto a Sam que dejó todo a su nombre y ahora él es dueño de los millones de la familia de ella.

— Pero... ¿Qué demonios?-. Me había quedado congelado ante aquello. ¿Por qué?

— No lo sé, nadie de su familia estuvo de acuerdo pero todo está estipulado, una vez que Sam cumpla la mayoría de edad, esos millones estarán a su mando.

— Dios mío...-. Me recosté en su pecho y miré el cielo. Mi hijo se había vuelto multimillonario sin siquiera saberlo, y ahora tendrá a sus manos mucho dinero.

— Oye Lou.

— ¿Si, Harry?

— ¿Te casarías conmigo?

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora