¿Soy de un vientre rentado? | Larry Stylinson

Once

Louis:

La alegría que desprendía la directora de la escuela, ante cada una de las actividades que se iba a implementar me dejaba asombrado. Jamás había visto a ningún maestro tan emocionado por algo como esto.

- ¡Oh señor Tomlinson! Estoy tan emocionada por todo lo que se avecina para la escuela y que los padres de familia estén emocionados por todo me hace tan feliz-. Le emoción de la directora era palpable y contagiosa, no podía negarme a nada con toda esa energía radiando de ella.

- Me alegra que a los maestros y a usted les halla encantado toda la planeación que tengo para usted-. Sonreí. Me sentía lleno de alegría al saber que mis ideas estaban favoreciendo a la escuela y a todo mundo le estaba encantando.

- Claro que sí, incluso a los padres participantes para las recaudaciones de fondos les ha encantado todo lo que tienes planeado, muchísimas gracias.

- No es por nada, es mi trabajo-. Mis mejillas se sentían rojas por tantos halagos que la directora me estaba dando.

Después de conversar un poco más con ella por fin pude distinguir la cabellera de Niall a lo lejos. En lo últimos días lo había visto muy distraído y desconcentrado en la casa pero sabía que eso no era algo relacionado con la escuela, ya que estaría estresado o incluso sin saber qué hacer con sus clases, solamente se le veía preocupado por algo... o alguien. ¿Acaso Niall había empezado a salir con alguien y no me había contado?.

- ¿Ni? Tierra llamando a Niall, hola-. Moví mi mano en frente de él y por fin despegó sus ojos de su teléfono.

- ¿Eh? Oh, perdón Lou. No te vi.

- Pude darme cuenta de ello. ¿Con quién tanto hablas, Horan?-. Rodó sus ojos. Bueno, eso era señal de que no me metiera... pero lo iba a hacer como buen mejor amigo que soy.

- No es nada, Lou. Solo estoy arreglando unos asuntos.

- No te creo, Ni. ¿Qué está pasando?-. Sé que a él no le gustaba que se preocuparan por él, pero su rostro solo reflejaba angustia.

- Nada, Lou. No te preocupes.

Dejamos ese tema de lado (después molestaría a Niall por saber) y nos pusimos a dar nuestras últimas clases del día. El asunto de la escuela y las actividades habían logrado hacerme olvidar todo el asunto del "casi" ver a Harry por la escuela y el hecho que Samuel me hubiese contado que su padre se había divorciado me tenía muy... tenía mi cabeza en las nubes. Sabía que algún día podría suceder eso, pero siempre creí que sería Harry el que se cansaría de fingir y no ella.

Pasada la hora de la salida, me dedicaba a recoger mis cosas y pude ver a lo lejos a Samuel sentado esperando a que llegaran por él. A veces era extraño verlo de espalda, ya que me veía a mí mismo de pequeño.

- Deja de verlo que das miedo, Lou-. La voz de Niall me sacó de mis pensamientos.

- Lo siento, solo estaba observando a lo lejos.

Samuel:

Los días pasaban rápido para la preparación de todo lo que necesitaríamos para la escuela y la mejor parte de todo esto era que mi papá se pasaba la mayor parte de su tiempo en la escuela conmigo y con Emma a la cual la veía cada vez más rara y callada que de costumbre y eso no era muy divertido.

- ¡Ya mañana empieza el mes cultural! Estoy tan emocionado de que todo salga tan bien-. Emma había pedido permiso a su padre para quedarse a dormir en mi casa a pesar de que casi nunca estaba con ella.

- Creo que eres de los pocos que se emocionan tanto por tener que juntar dinero, Samy-. Ella reía junto a mí. Estábamos en mi cuarto jugando un rato con mis consolas hasta que llegara la hora de irnos a dormir.

- Bueno, lo mejor de todo es que papá estará conmigo todo el día, amo que sea uno de los encargados-. Asintió.

- Sip, es bueno ver a Harry en la escuela. Aunque se me ha hecho extraño no ver tanto al profesor Tomlinson contigo cuando está tu papá ayudando en algo.

- No lo sé, al inicio pensé que era simple coincidencia pero parece que el profe huye de mi papá-. En los últimos días, papá había estado ayudando a acomodar todo y el profesor Tomlinson como organizador tenía que estar al pendiente de todos los arreglos pero en ningún día se le había visto cerca de nosotros.

- Mañana será un nuevo día, no te preocupes, Samy.

- ¡Niños, a dormir!-. Y esa era la señal de papá para que Emma se fuera al cuarto que antes era de Marlene y yo a mi cama.

Al día siguiente nos habíamos despertado temprano y los tres estábamos vestidos con camisetas amarillas para ser reconocidos como niños de la escuela, al ser un evento libre, la directora veía innecesario que usáramos el uniforme de la escuela.

Las actividades habían empezado de forma tranquila, mucha gente había salido de sus casas para acercarse a la escuela y veíamos a personas más grandes interesadas en los puestos de la fundación para ayudar a la escuela. A papá podía verlo feliz de ver a mucha gente divertirse con las actividades, habían juntado el dinero suficiente para rentar un colchón inflable en donde podían entrar adultos y niños, piscinas enormes de pelotas y muchas, pero muchas actividades de padres e hijos, si alguien no conociera que se hacen estas cosas se podría creer que es un sitio de fiestas infantiles y no una escuela.

Habían pasado algunas horas desde que empezaron las actividades y papá y yo nos pusimos a comer bajo a un árbol, nos habían asignado horas de descanso para que no nos cansáramos tanto pero en todo el día no había podido localizar al profesor Tomlinson en ningún sitio.

- ¿A quién buscas tanto, Samy? Emma está ayudando a las maestras para pintar las caras de los niños pequeños, no te preocupes.

- No busco a Emma, busco al profesor Tomlinson-. Vi como papá bajaba su lonche de su boca. 

- ¿El profesor Tomlinson es el encargado de todo esto, no es así? No lo he visto en todo este tiempo y me gustaría conocerlo.

- Yo tampoco lo he visto y quiero encontrarlo.

Seguí buscando al profesor un rato más hasta que papá me regaño diciendo que después lo buscaríamos, yo para saludarlo y él para presentarse y que siguiera comiendo.

Un rato después de aquella platica, escuchamos un grito a lo lejos y al profesor Horan salir corriendo a lo lejos, directo a la enfermería. 

- ¿A quién llevarían en brazos?-. Le pregunté a mi papá.

- No lo sé Sam-. Volví a ver al profesor correr hasta que pude distinguir al cuerpo en sus brazos. 

- ¡Es Emma, papá!-. Y salí corriendo del lugar.