Ocho.

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Samuel:

4 meses después:

Habían pasado cuatro meses desde que mi papá y Marlene habían decidido por fin divorciarse y por las sospechas que se tenía papá, realmente ella tenía desde hace mucho tiempo atrás un novio, el hombre era agradable y me trataba de buena manera aunque él tenía sus sospechas de que yo no era hijo de ella.

— ¡Sam baja! ¡Ed vino a vernos!-. Parecía hecho a propósito que veía más a Marlene ahora que estaban divorciados que cuando estaban casado, pero ella traía consigo a Ed y para mí no había ningún problema.

— ¡Ya voy, papá!-. Estaba terminando mi tarea del profesor Tomlinson y hablando de él, por fin había encontrado la manera de poder platicar más, poco a poco sentía que nos hacíamos amigos (o eso es lo que esperaba algún día).

— Sam, ¿por qué me están llamando de la escuela?-. La voz de mi papá se dejó escuchar en la puerta y cuando volteé a verlo, estaba ahí parado.

— ¿Te llamaron?-. Eso era raro. Jamás le habían llamado a papá por algo malo que hiciera.

— No lo sé, pero me dicen que tengo que ir a la escuela a no sé que-. Asentí. Bueno, es cosa de la escuela así que a mí no me interesa.

Bajé junto a mi papá hacia la cocina y allí se encontraba Mason, el novio de Marlene. Al parecer, la noticia del divorcio de ellos dos no lo habían tomado muy bien que digamos mi abuelo, había gritado al teléfono cuando Marlene se lo informó pero a ella le dio igual, dijo que ya había vivido suficiente bajo las sombras de su padre. A veces no la entendía.

— ¡Samy! Hola, chico-. Una novedad era que el chico nuevo de la familia se había tomado las molestias de ponerme sobrenombres más allá del típico Sam, cosa que ni siquiera mi papá ha hecho alguna vez (o que Marlene lo haya hecho alguna vez).

— Hola Mason-. Saludé de forma normal y fui directo a con Marlene.

— Harry dijo que tiene que ir a tu escuela, ¿acaso te has metido en algún problema y nosotros no sabemos?

— ¡Claro que no! Si yo tampoco entiendo para qué quieren que papá vaya a la escuela.

— Bueno, solo no te metas en problemas, eh.

Harry:

La llamada de la escuela de Sam me había asustado un poco, ya que él jamás había hecho algo malo. Así que simplemente decidí no darle más vueltas al asunto e ir directamente para allá.

La escuela de Sam había sido uno de los principales lugares en donde había invertido dinero cuando la empresa empezó a avanzar. El sitio era bonito y tenía buenos maestros, pero poco presupuesto por parte de los padre o del gobierno, así que me volví un socio de ellos, ayudando y donando dinero de vez en cuando y aunque Sam jamás había hecho algo malo, a veces creía que ese niño se tramaba alguna que otra locura a escondidas.

— Buenos días señor Styles, la directora le llamaba para hablar de algunos asuntos con usted sobre la escuela.

— ¿En serio? Creía que me habían llamado para hablar sobre Samuel-. La vi reír.

-— Claro que no, él es un buen alumno. Disculpe si lo hice sonar como si él hubiese hecho algo malo.

— Está bien, gracias.

Louis:

La estadía en la escuela era cada vez más agradable con el pasar de los días pero mi temor por encontrar a Harry había aumento desde aquel día en que lo vi afuera del edifico y aunque no debería de temerle, mi cercanía con Samuel se hacía cada día un poco más fuerte y sabía que él en el fondo estaba intentando de querer platicar conmigo más allá de la relación maestro-alumno.

— Muchas gracias por ayudarme a acomodar todo el papeleo, profesor Tomlinson. Sé que suena tonto pero realmente el que varias empresas hayan querido acercarse para ayudar con la escuela está siendo un alivio para todos.

— No es nada directora, es un placer para mí el ayudar-. Había descubierto días atrás que el mantenimiento de la escuela era a base de la ayuda de otras empresas y padres que tenían riquezas y ayudaban un poco en todo. Entre esas empresas se encontraba la de Harry... y al parecer era la más grande y la más importante de todas, teniendo ya tiempo ayudando a la institución.

Cuando por fin habíamos terminado de acomodar y arreglar todo lo necesario para la pequeña reunión que tendría la directora con aquellas familias que ayudaban a la escuela, decidí que lo mejor era salir de aquí e irme directo a mi casa. 

No había ni siquiera caminado la mitad del pasillo cuando, a lo lejos, me encontré a Harry caminando directo hacia la oficina de la directora, pero a su lado pude distinguir a esa joven maestra que (por lo que me habían comentado varios maestros) ha intentado entrar en los pantalones de Harry (a pesar de que él está casado). Yo solamente aproveché la distracción del rizado y me fui por otro camino. Esperaba que realmente no me haya visto para nada... o sería demasiado vergonzoso para mí.

Harry:

Cuando iba directo a la oficina principal, la señorita Medellín me detuvo para platicar un poco conmigo y juro haber visto a alguien a lo lejos salir corriendo del pasillo en donde me encontraba.

— Oh señor Styles, es un gusto verlo por aquí, ¿viene a la junta de los socios de la escuela?-. Volteé a verla cuando la escuché hablar (y después de haberme asegurado de no haber visto nada raro a lo lejos).

— ¿Eh? Oh si, claro que he venido a eso. ¿Usted es la que ayudará a la directora éste año?-. Ella negó.

— No, éste año han escogido a un maestro que tiene poco dando clases. Es muy bueno y todo pero realmente creo que no debieron darle ese puesto-. Me reí en mis adentros. Cada año escogían a alguien nuevo para ayudar en la organización de los eventos de la escuela y ella siempre odiaba cuando no la escogían.

— Bueno, por algo lo habrán escogido y si me disculpas, creo que ya va siendo hora de acercarnos a la sala de reuniones para ver cómo estará todo éste año.

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QUE CASI SE VEN EL PAR DE MONGOLITOS. ahr que soy feliz.

Espero que les esté gustando esta wea.

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora