Diecisiete

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¿Por qué estoy escribiendo esto con las canciones más tristes de Harry de fondo?

Samuel:

Despertar con mi papá a un lado fue lo primero que vi al levantarme de la cama y eso solo me había preocupado, papá nunca había dormido conmigo, obviamente el ir a su cama cuando tenía miedo en las noche si lo había hecho, pero papá solamente había venido a mi habitación dos veces en lo poco que tengo de vida y ambas no fueron por buenas razones, solo lo hacía cuando se sentía triste y deprimido. ¿Por qué papá estaba triste?

Bajé a la cocina para ver a mi abuela preparando el desayuno. La abuela Anne siempre había le había gustado consentir a papá y a mí, veníamos pocas veces por culpa del trabajo de mi padre y mi escuela pero cuando veníamos, ella siempre nos tenía preparado algo delicioso para ambos.

— ¿Abuela? ¿Sabes si papá está mal?-. Ella volteó a verme y me sonrió invitándome a comer en la isla de la casa.

— Tu papá se fue a dormir después de hablar conmigo, ¿Algo que haya sucedido y no me enteré?-. Dejó un plato con comida para mí y le agradecí.

— Desperté y él estaba dormido a un lado mío, hacía mucho tiempo que eso no sucedía.

— Debe de estar bien, no te preocupes, Samy.

Después de desayunar con la abuela fui a la habitación para encontrarme a papá todavía dormido en mi cama y por lo que pude ver sus ojos estaban un poco hinchados.
Empecé a hacerle caricias en su cabeza, a papá era algo que le gustaba que le hicieran seguido, la abuela siempre lo hacía cuando él se encontraba mal.

— ¿Hum? ¿Samy?-. Poco a poco empezó a despertar y le sonreí.

— Hola papá-. Sonrió y levantó la colcha para que me acostara con él.

— ¿Qué haces despierto, pequeño? Nunca te despiertas antes que yo-. Reí.

— Papá, es casi mediodía, la abuela incluso está haciendo de comer.

— Vaya, si que dormí mucho.

— Si, andando que luego nos grita y eso no es algo bueno.

Bajamos a comer y todo estuvo tranquilo, papá se veía relajado y tranquilo, los tres platicábamos de forma amena con la abuela sobre el trabajo de papá y mi escuela, contamos las anécdotas que tuvimos en el tiempo en el que no la vimos y le contamos lo sucedido con Emma, la abuela la amaba como si fuese una nieta más.

Harry:

Terminamos de comer y Samy fue directo a su cuarto a recoger sus cosas y yo me quedé con mi madre para terminar de platicar sobre nuestras cosas.

- Harry, no quiero asustarte pero Samy me dijo que vio tus ojos hinchados al verte. ¿Dormiste bien?-. Demonios, eso no era algo que quisiera que Sam supiera, no me gustaba que me viera llorar a pesar de que siempre le decía que llorar estaba bien, pero como su padre no me gustaba que me viera débil.

- Si... solo que supongo que todas las cosas se juntaron en mi cabeza y lloré un poco antes de dormirme con él, no me gusta saber que me vio así-. Mamá tomó mis manos y sonrió.

- Esto es algo que debes hacerle saber, es el hijo de ambos y él debe de estar al tanto de sus decisiones, además; ya me contó un poco de lo que siente estando con Louis, no tienes de qué preocuparte.

- Espera, ¿Te contó sobre él? ¿Qué te dijo?.

- Nada malo, pero si es algo que deberías ir hablando poco a poco con él.

Después de la platica me quedé un poco más tranquilo. Supongo que mi principal temor era saber que Sam y Louis no se llevasen bien, sabía el cómo se sentía Louis al acercarse a él, pero no había prestado mucha atención del cómo se sentía mi propio hijo ante la presencia de alguien más, por lo menos sé que después de mi divorcio con Marlene, él era la principal persona más feliz de todas.

Ver a Samuel sentado dibujando con sus cosas solo me hacía pensar en las cosas que tendría que hacer. Jamás pensé que esto sucedería en nuestras vidas, al irse Louis pensaba que no lo volveríamos a ver en años o quizás nunca en nuestras vidas, pero si las cosas se han dado de esta manera, supongo que es porque así deben de ser, no creíamos en las coincidencias y esta era una manera muy extraña que tenía el universo para jugar con nuestras vidas.

-&-

Pasamos lo que restaba de nuestros días en casa de mi madre de buena forma, los tres merecíamos estar en familia y en eso me di cuenta que realmente había dejado de lado a todos por mis propios problemas y mi empresa, no volvería a suceder esto.

Llegó el día en el que tendríamos que regresar a nuestra casa y le prometí a mi madre dos cosas: la primera era poder volver a visitarla, se había perdido tantas cosas de Samy que hasta a ella le sabía mal y la segunda era que tendría que hablar con Louis sobre lo que tendríamos que hacer. No era justo dejarlo fuera de la vida de Sam ahora que estaba aquí y que se involucraba tanto con él, pero tendríamos que ir tomando las cosas poco a poco para no abrumarlo y saber lo que él pensaba. Después de todo, Sam tenía la mentalidad más abierta de lo que pensábamos, es un niño muy inteligente y él sabía tomar sus decisiones.

- ¿Hola?-. Tan solo llegar a casa, llamé a Louis para empezar a ponernos de acuerdo.

- ¿Louis? Hola, soy Harry. Quería ver si podíamos platicar un poco-. Habíamos llegado tarde a casa y esto había hecho que Sam se fuera a dormir temprano, por mi parte aprovechaba para empezar con todo.

- Oh, claro que si Harry. ¿Qué es lo que quieres platicarme?

- He pensado mucho la platica que tuvimos en la escuela hace unos días, quería ver si nos podíamos poner de acuerdo.

- Claro que si, Harry. No tengo ningún problema.

- Excelente.

¿Soy de un vientre rentado? | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora