Capítulo 7

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Si sabía hacer algo perfectamente YoonGi era dejarme pensando por días, el recordar sus besos erizaban mi piel, mi cuerpo reaccionaba de una manera extraña al recordar.

— Estefanía - JungKook siempre sacándome de mis húmedos pensamientos - ¿Que pasó que suspendiste la salida?

— ¿Cuándo? - preguntaba sabiendo muy bien a que salida se refería.

— No te hagas la que no recuerdas, la salida del miércoles. Quedamos en ir con Jin y Jimin a tu departamento, de repente desapareciste de la tierra, hasta apagaste el celular.

— Te dije que mi madre me llamó a último momento, que quería verme para... - no recordaba que mentira les había inventado - para darme comida, después me quedé sin batería.

— Dijiste que era para darte el carnet médico.

— Bueno... para eso también - JungKook me miró dudando de lo que había dicho.

Recordaba muy bien el día del que hablaba JungKook, fue el día en el que me reuní con YoonGi para establecer las reglas. De hecho, lo recordaba muy bien...

*Recuerdo*

Me había aprisionado con su cuerpo, tomándome fuertemente primero de la cintura luego mis manos cuando tuve la intención de tocarlo. Su boca me demostraba que era una novata en todo sentido, besaba con una habilidad sorprendente. «¿Dónde habías estado todo este tiempo Min YoonGi?»

Suavemente mordía mis labios, sacando de mi algún que otro sonido de placer.

— Voy a soltar tus manos, no me toques. Si los haces tendré que castigarte y no te gustará - lentamente soltó mis manos - El castigo no será una palmada en ese hermoso trasero, te castigaré dejándote sola, me iré. - parece que había leído mis pensamientos, lo menos que quería era que se vaya. No me quedó más que soportar las ganas de tocarlo.

Volvió a besarme y nuevamente me tomó de la cintura acercándome más a su cuerpo. Mi celular comenzó a sonar, no podía saber quien me llamaba; no era la música establecida para mi familia, era algunos de los chicos y no sabía quién.

YoonGi dejó mi boca, se quitó la corbata por completo y subió las mangas de su camisa; tomé ese instante para ver quien insistentemente me llamaba, era JungKook.

Él tomó mi celular de la mesa, lo miró y me miró.

— ¿Kookie? ¿Quién es Kookie? - apagó el teléfono.

— Amigo y compañero de trabajo - sonrió, lamió y mordió su labio inferior.

Sorpresivamente me levantó, quedando sentada en la mesa del desayunador. Abrió mis piernas y se ubicó en medio, levantó mi remera y dió una pequeña mordida a un costado de mi ombligo, solté un gemido. Repitió la acción una vez más, que me llevó a cerrar mis ojos.

Subió lentamente de esa manera hasta llegar a mis pechos, por primera vez en mi vida estaba experimentando una sensación nueva. Sentía que iba a llegar al orgasmo con solo sus besos.

Su maldito y estúpido celular comenzó a sonar también, sin soltar mi pecho de su boca salió un quejido de enojo. La persona que lo llamaba era insistente al igual que JungKook lo había sido antes, con enojo atendió.

— ¿Qué? - contestó enojado, sin siquiera decir hola - estoy por llegar, apenas llegue lo envio. - finalizó la llamada sin más.

Se lo notaba realmente molesto, me ayudó a bajar de la mesa.

— Debo irme - tomó mi rostro - Por ser la primera vez dejaré pasar muchas cosas, la próxima te castigaré - ¿Que hice mal? - piensa en las fallas de hoy para no repetirlas en el futuro - mordió suavemente mis labios, no conforme con esa acción escabulló su mano dentro de mí pantalón tocando mi zona íntima por encima de mis bragas - creo que si te castigaré - con audacia volvió a tocarme haciéndome gemir - tu castigo será quedar así... con las ganas, mojadita - me dió un beso, tomó sus cosas y se fue.

El mismo infierno 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora