Capítulo 43

158 17 29
                                    

Sabía a la perfección que en un futuro muy, muy cercano lo iba a lamentar, sentirme culpable y todas esas cosas que siguen cuando de pronto recuerdo a YoonGi o a lo mucho que lastimo a JungKook sabiendo sus sentimientos hacia mi. Aunque quitando todas esas cosas, lo que sucedió entre JungKook y yo esa noche me quitó una gran duda…

~~~~~~~~~~~

Sin dejar de besarnos nos fuimos hacia la habitación, quito parte de su ropa y tal como le había pedido hacía unos segundos atrás, me siento encima de sus piernas quedando sobre él tomando el control de la situación. Rozando mi parte íntima con la suya para provocar que su miembro reaccione.

Sin que se lo pida quita mi ropa de arriba quedando completamente desnuda, con su boca toma mi cuerpo a besos y suaves mordidas. No sabía y ni siquiera sospechaba que era demasiado hábil con su boca.

Su boca se adueña de uno de mis pechos; lame, besa, toma entre sus dientes con suavidad mi pezón y lo estira provocando mucho placer.

«Tenía bien guardada esa habilidad.»

Siempre pensé que me gustaba eso de llevar las riendas, sin embargo YoonGi me hizo ver que no era así, siempre estuvo en mi eso de ser dominada. Guiar al hombre a que haga tal o cual cosa para tener mí propia satisfacción, al fin y al cabo era cansador por lo que terminaba por obligación cogiendolos yo a ellos para poder llegar a sentir algo.

—¿Puedo pedirte algo? —le susurro.

—¿Puedo hacerte una pregunta antes?

—Las que quieras. —respondo mirándolo a los ojos.

—¿Estás ebria? —se ríe.

—Obviamente que no, —rio también —sabes que tolero bastante el alcohol y dos latas de cervezas no me hacen nada. ¿Por qué?

—Porque no quiero hacerte el amor como esa vez en tu departamento, ¿lo recuerdas?

«No mucho, a decir verdad?»

—Esa vez sí había tomado bastante. —admito y por suerte la poca luz no dejaba que notara lo sonrojada que estaba.

De repente me toma de la cintura y me tira sobre el colchón quedando encima de mí.

—¡JungKook! —me río ante el sorpresivo movimiento.

—¿No recuerdas lo que hicimos esa noche? —besa mí cuello.

—N… no. Puedes volver a repetir lo que hicimos esa noche en detalle y algo más si quieres.

—Si tu así lo deseas…

Comenzó a besarme despacio, dulcemente; su mano acariciaba mi cuerpo. Su boca se detuvo en uno de mis pechos nuevamente dónde se tomó todo el tiempo del mundo para disfrutar de ellos, se sentía muy bien y muy excitante.

Mis dedos jugaban entre sus cabellos, su mano fue hacia mi intimidad tocando por encima de mi braga provocando movimientos en mi cuerpo y los primeros suaves gemidos. Escabulle su mano para tocar directamente mí intimidad y su boca vuelve a mi cuello.

—¿Que me querías pedir? —muerde el lóbulo de mi oreja sin dejar de tocarme.

«Voy a tomar el riesgo y que sea lo que Dios quiera.»

—Si en algún momento te pido tomar el control o sientes que intervengo en lo que quieras hacerme, no dudes en castigarme. —dejó de besarme y de tocarme para mirarme con más atención.

—¿Castigarte? ¿Cómo? —quitó su mano de mi intimidad.

—Si, castígame por ser una niña mala que no te deja hacer lo que quieres. Castígame de esa manera que estás imaginando, tu sabes cómo. —tomo con ambas manos su cara y la acercó más a la mía —Complaceme y yo haré lo mismo contigo, pídeme lo que quieras.

El mismo infierno 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora