Capítulo 20

229 26 11
                                    

Estar a solas con esta persona, me ponía algo nerviosa, no sabía si era algo bueno o malo lo que me quería decir. Estaba por comenzar a hablar cuando su celular comenzó a sonar.

La conclusión que saqué al instante, fue que el celular era más importante que yo porque atendió sin mirar la pantalla. No sabía a donde mirar, ya me había aprendido de memoria el orden de las cosas de la parte de la cafetería; de izquierda a derecha se encontraba: edulcorante, azúcar, té negro, té verde, sticks de café americano, sticks de café capuccino, el agua caliente, papel servilleta y por último los revolvedores.

De reojo lo miraba, quería encontrarle algún parecido al señor Yoo, que contadas veces lo había visto. La mayoría del tiempo estuvo de perfil, no podía encontrar ningún rasgo familiar en esa postura.

—Disculpe, son llamadas de trabajo.

—Está bien, señor. —¿Qué le podía decir?

—Yoo KiHyun. —extendió su mano —Un placer conocerla, señorita Estefanía.

—Igualmente. —quité mi mano de la suya, ya que por parte de él no quería soltar la mía.

—Le pedí esta reunión debido a que su anterior gerente me habló de usted.

—Espero no haya hablado mal de mí. —murmuré o eso creí, porque se sonrió.

—Me habló muy bien de usted, fue una de las razones por la que decidí que los cambios comenzarían por usted. —abrí grande los ojos —No se asuste, usted pasará de atención al cliente a depósito, el área de inventarios. Las últimas planillas de esa área estaban hechas a la perfección y estaba muy bien cargado el sistema, un excelente trabajo.

—Gracias, hice lo mejor que pude, no tengo experiencia.

—¿De verdad no tiene experiencia? —Un brillo en sus ojos apareció al decir esas palabras.

—Si, —me intimidó por un momento —solo reemplacé a la persona que hacía ese trabajo por unos días.

—Para ser inexperta hizo un excelente trabajo. — lamió sus labios —De todas maneras, —se puso de pie y llevó sus manos a sus bolsillos del pantalón —no se preocupe si no sabe, personalmente le enseñaré todo lo necesario. Trabajaremos juntos hasta que aprenda. —llevó su cabeza a un costado.

No sé si era yo la mal pensada o en sus palabras había cierto tipo de doble sentido. Traté de pensar que la equivocada era yo, él continuó:

—Una advertencia, soy muy exigente, perfeccionista y me gusta que las cosas se hagan a mi manera. Como yo lo ordeno.

«Perfecto, otro que le gusta llevar las riendas y dar ordenes ¿Te castigará igual que tu amo?» de un manotazo callo a mi conciencia

Me encontraba en una disputa, atención al cliente no me agradaba mucho, pero ahí están mis amigos, tengo a Kookie, Jimin...

—Señorita Estefanía, ¿Está en desacuerdo?

—Perdón señor, no. No hay problema en el cambio.

—Muy bien, comenzará a trabajar en depósito la próxima semana, aún hay horarios que arreglar y empleados que acomodar. —asentí —¿Alguna pregunta?

—No, ninguna.

—Muy bien, le estaré comunicando sus horarios. Se puede retirar.

—Con permiso.

—Disfrute de sus últimos clientes. —sonrió.

Con la mirada nuevamente recorrió mi cuerpo, sentía su mirada aun de espaldas. Salí de aquel lugar rápido. Nada más al salir me encontré con Jin.

El mismo infierno 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora