♦ Capitulo 8 -Almas robadas

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Capitulo ambientado entre el episodio 21 y 22 del anime. 

El enfrentamiento con Royakan fue un desastre como una sorpresa, porque gracias a eso Kagome había vuelto a la Era Feudal; ya que Shippo había agarrado los fragmentos huyendo de una manada de lobos y para perderlos de vista se escondió dentro del ...

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El enfrentamiento con Royakan fue un desastre como una sorpresa, porque gracias a eso Kagome había vuelto a la Era Feudal; ya que Shippo había agarrado los fragmentos huyendo de una manada de lobos y para perderlos de vista se escondió dentro del pozo donde los fragmentos misteriosamente habían desaparecido.

Kagome al ver a Inuyasha había ido corriendo a abrazarlo, pero al segundo los dos se encontraba peleando. Luego cuando visualizo a Karin también corrió a ella abrazándola firmemente mientras la regañaba por no haber vuelto a casa causando preocupación en su madre y abuelo, como también haciendo que Sota llorara. Por otro lado, Karin le devolvió el abrazo a su hermana menor mientras se disculpaba por hacerlos preocupar y no haber vuelto a casa.

En ese momento, habían llegado también Miroku junto a Kaede y de pronto, ambas hermanas habían sentido la presencia de varios fragmentos de la perla haciendo que todos se adentrarán al bosque. La sorpresa fue que se encontraron con una extraña persona con un despampanante traje de piel de un babuino haciendo que no se pudiera ver su cara.

—Antes de que te mate quisiera preguntarte algo —Inuyasha lo miro seriamente—. ¿Cuál es la razón de tu rencor hacia mí?

—¿Sentir rencor? —soltó una risa el desconocido—. Apuesto a que no soportarías morir sin antes saber cuál es la razón por la que tu enemigo te detesta.

—¿Acaso eres... —Kaede dio un paso mirando con atención a desconocido y haciendo que ambas hermanas Higurashi junto con Shippo la miraran interrogantes.

—¿Eres tú Kaede? Has envejecido bastante —dijo el misterioso hombre.

—Lo sabía, tú y Onigumo son el mismo —declaro Kaede convencida.

«¿Onigumo? ¿El bandido que fue rescatado y cuidado por Kikyo?». Pensó Karin sorprendida entiendo un poco más la situación.

—¿Onigumo? Cuanta nostalgia me trae ese nombre —revelo el—. Yo no soy Onigumo, sin embargo, él fue el origen de mi creación. Aquel bandido era un hombre estúpido y una gran ambición nació de él, al ser asistido por una sacerdotisa de buen corazón.

«Esa parte de la historia ya me la sé». Se quejó internamente Karin.

—Debido a sus poderes negativos, llamo a un ejército completo de espíritus malignos y ofreció su cuerpo para fusionarte con esos espíritus, creando a si al poderoso Naraku.

«Wow se tiene mucha admiración». Pensó sarcástica.

—No tienen idea de la cantidad de criaturas malignas que se necesitaron para mi creación.

«Y tampoco quiero saberlo, gracias.»

—Aquella sacerdotisa deseaba convertirse en una frágil mujer y eso provoco que el número de demonios se incrementaran en este mundo —relato Naruku ignorando el hecho que Karin intentaba ocultar su bostezo del aburrimiento—. Todo esto fue porque la sacerdotisa Kikyo se enamoró de un tonto hombre mitad demonio y como castigo por querer la perla de Shikon para un deseo tan infantil. Inuyasha, ¿tú debes recordar aquella experiencia que viviste, no?

Karin HigurashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora