♦ Capitulo 23 -Peligro parte II

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Capitulo ambientado en el episodio 116 del anime.

Cuando Karin despertó, sintió como alguien limpiaba su herida

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Cuando Karin despertó, sintió como alguien limpiaba su herida. Al abrir los ojos se encontró con unos ojos marrones familiares, pensó que era su hermana; pero con su visión volvió por completo se encontró que era la mismísima Kikyo.

Se sentó rápidamente dándose cuenta que se encontraba dentro de la casa de Suikotsu con los niños rodeándola mirándola preocupados y con Kikyo a su lado.

—Recuéstate tu herida en la frente es profunda y aún no se cierra —pidió Kikyo—. Seguro que te golpearon con algún objeto.

Karin miro incrédula a la sacerdotisa, su la había visto de cerca y su único recuerdo de ella era cuando robaba las almas de su hermana; pero viéndola de cerca era algo desconcertarte encontrarle un leve parecido a su hermana. Claro que ella era la reencarnación de la gran sacerdotisa Midoriko y aun así su parecido con ella era nulo.

—¿Kikyo? —solo pudo decir ella.

La sacerdotisa con su expresión seria la miro.

—¿Me conoces?

La azabache suspiro, lo mismo paso con Koga era ofensivo que nadie la mencionara, aunque sea un poquito.

—Soy la hermana mayor de Kagomecita —reveló ella viendo un poco en asombro en los ojos de Kikyo, pero luego desapareció.

—Tienes que volver a recostarte —pidió de nuevo la sacerdotisa.

Karin solo una risa sin gracia, ya había perdido mucho tiempo y aún tenía que recuperar a Rin. Esperaba que por lo menos Sesshomaru la hubiera encontrando primero.

—Agradezco que curaras mi herida —Karin se levantó rápidamente—, pero tengo que salvar a una niña que fue secuestrada por dos personas llamadas Suikotsu y Jakotsu.

—¿Suikotsu? —Kikyo se sorprendió.

—Lo conoces —declaró Karin por la forma en la que esta había dicho el nombre con familiaridad—. Seguro debes saber dónde está —insinuó.

—No puedes ir así —dijo Kikyo señalando la herida que Karin no podía ver y que ignoraba por completo.

—Me conmueve tu preocupación, pero no pienso escucharte, hay una niña que está en peligro y si sabes dónde puede estar ese psicópata llévame ahora mismo —exigió ella seriamente mientras veía su arma en la punta de la habitación que se encontraba.

—No estoy preocupada —mencionó Kikyo con el ceño fruncido—. ¿Y porque yo te ayudaría?

—¿Por qué tú también buscas a Suikotsu o me equivoco? —Karin sonrió porque sabía que tenía razón, ya que Kikyo conocía a este y se encontraba en la casa de él. Asique suponía que esta lo debía estar buscando.

Kikyo se quedó en silencio.

Después de varios minutos de debate, al fin, ambas jóvenes se pusieron de acuerdo para ir a buscar a Suikotsu. En el momento que se encontraron a la fuera de la casa, Karin miro a los niños huérfanos con preocupación y luego, Kikyo, le aseguro que esos niños sabían cuidarse y que estarían bien.

Karin HigurashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora