Al terminar su periodo de intercambio en Suiza, Karin Higurashi vuelve a su hogar justo a tiempo para el cumpleaños número quince de su hermanita, sin saber que pronto su vida no sería normal como antes. ¿Quién hubiera pensado que viajar en el tiemp...
Se suponía que este capitulo era antes de la obra de teatro, pero como el capitulo anterior es una capitulo de relleno, no afecta en nada la historia.
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Al haber presenciado la divertida obra que protagonizo su hermana menor, Karin había podido descansar de los últimos sucesos ocurrido en la Era Feudal que no habían sido para nada grato. Tanto ella como Inuyasha no hablaron sobre el tema cuando estuvieron en la época actual, ya que la ultima vez que se habían visto en la Era Feudal no había sido en una situación para nada agradable.
Después de los hechos ocurridos en el monte de las Animas, se encontraba algo sensible. No podía sacarse la imagen mental que se había creado cuando Naraku comento que había empujado a Kikyo por el barranco donde había un rio venenoso.
Lo peor era saber que eso había ocurrido segundos después de que ella y Sesshomaru llegaran al lugar. Luego Sesshomaru lo ataca con su espada, el maldito de Naraku aprovecha para desaparecer y en ese instante aparece Inuyasha. Cuando pensó que la situación no podía empeorar se equivocó, porque Sesshomaru tuvo la cortesía de contarle en una forma para nada sutil lo que le había ocurrido a Kikyo haciendo que Inuyasha quedara devastado.
Ese recuerdo la atormentaba un poco, porque al final el chico mitad demonio los termino culpando por no haber intervenido causando que ella se enojara y le dijera algo hiriente. Por lo que ahora se sentía culpable y eso causaba que últimamente su humor estuviera por los suelos.
Aún tenía esa sensación de que podía haber evitado esa nefasta situación y luego la azotaba la realidad que ya todo había ocurrido y no podía cambiarse, aunque quisiera.
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Karin miraba detenidamente la espalda de Sesshomaru, sabiendo que sentía los fragmentos de Shikon cerca y que se encontraban caminando por varios minutos con Jaken murmurando a lo bajo. Deducía que Naraku estaba cerca y lo cual le preocupaba un poco porque Rin se encontraba sola con Ah-Un.
Minutos después la joven azabache de ojos azules miro su alrededor. Se encontraban en un barranco donde en la profundidad de este corría un rio que tenía una misteriosa niebla oscura. Ha unos metros de distancia de ellos se encontraba una silueta que miraba el fondo del barranco.
