Volumen 1 - Capítulo 1: Final Y Comienzo - Parte 2

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Volumen 1 - Capítulo 1: Final Y Comienzo Parte 2

Planeta desconocido - País desconocido – Año Desconocido.

Habían pasado solo algunos instantes, luego de aquel resplandor que había dejado cegado al joven Ikal, el cual miraba a todos lados desde el suelo de aquel extraño lugar al que había llegado, ya no había rastro de la diosa de cabellos blancos y una confusión momentánea había dejado sin poder reaccionar de la mejor manera posible al moreno.

Luego de aquel momento de confusión, el chico se levantaba del suelo, la hierba cayendo de su pantalón debido al tiempo que había estado en el suelo, con una pequeña sacudida aquella tierra cayó de su ropa, una vez estaba de pie, tomó un poco de aire, mirando como un gran bosque lleno de vegetación se levantaba frente a él.

La tranquilidad y el oxígeno tan limpio era bueno para el corazón del ahora joven Ikal, después de todo no hace unos momentos él estaba en el vacío para luego llegar al plano existencial de una deidad que lo había reencarnado, cualquiera que hubiera escuchado esas palabras sinceramente creería que Ikal estaba loco.

Me pregunto en dónde me encuentro... pensó Ikal.

El ambiente de este lugar es muy limpio, es incluso más limpio que la tierra, más que en aquellos reportajes sobre el cuidado ambiental de antes. — pensó Ikal.

Este debe ser el mundo que la diosa del todo me ha dicho, a simple vista es similar a lo que me dijo, pero estoy seguro que si mi padre viera este en lugar, de seguro que le gustaría, a él le gustaba mucho la naturaleza...pensó un tanto triste Ikal recordando a su padre que había muerto ya hace tiempo antes de la guerra.

Ikal caminaba por aquel gran bosque, mientras intentaba buscar algún camino que lo llevará a algún pueblo, a simple vista no sabía siquiera podría hablar el mismo idioma que las personas de este mundo o si también habría humanos, aunque bueno él era humano por lo que debía de haber humanos en este mundo, junto a eso, sus demás habilidades le hacían ser un guerrero perfecto, aunque no sabía cómo activarlas, quiso probar algo pues había escuchado un pequeño susurro que le había dado una idea.

Como si por naturaleza fuera unas llamas de un color negro salieron de su espalda, estas empezaron a crecer como si de dos alas de dragón fueran y de un solo aleteo el joven Ikal se encontraba en aquel hermoso cielo.

Desde su posición él ya estaba al menos 50 metros desde el cielo y el volar lo dominaba como si fuera algo que hubiera podido hacer toda la vida, tomo su cabeza en el aire con dolor pues algo le había pasado y una imagen de un gran dragón negro similar a la antigua deidad mesoamericana Quetzalcóatl estaba en ese extraño recuerdo.

Su cuerpo reaccionaba a sus pensamientos que había tenido y aquellas flamas oscuras eran increíblemente calientes, aunque él no recibía daño alguno... Seguramente lo más probable al ser su propia magia este no recibiría daño.

El chico de piel morena empezó a volar en el aire para calmar aquellos pensamientos y  dominando sin ninguna dificultad el vuelo empezó a moverse cada vez más rápido, su velocidad y control mejoraron con el paso del tiempo, desde su anterior vida él quería ver el cielo quería sentir que estaba volando por sí mismo, no usando aquellos aviones, pero en su mundo de origen esas cosas no eran capaces al menos para su raza, por lo que ahora el tener este poder le parecía increíblemente práctico.

Desde su visión no había nada más que praderas, ríos y montañas, al igual que un interminable bosque, por lo que no encontraba rastros de civilizaciones o algo así, el clima era aun algo frio, tal vez porque se encontraba en una zona fría.

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