Un Nuevo Mundo

Volumen 1 - Capítulo 6: Camino a la capital.

Volumen 1 - Capítulo 6: Camino a la capital.

Ikal caminaba de regreso al pueblo junto al dúo de chicas, hace solo unos momentos había ocurrido algo, tanto Hilda como Fein habían cambiado solo un poco, pues al igual que Ikal estas mostraban unos ojos de color rojo, debido a la conexión reciente que tenían como las compañeras del Campeón y sin embargo ahora Fein sabía la verdad detrás de Ikal y que en realidad el no había perdido la memoria si no que era de otro mundo, aún que no contó su historia detrás ni parte de su pasado solo comento que era un soldado.

Aunque decir eso era poco después de todo él era el rey del campo de batalla y la muerte negra, el soldado más peligroso de toda la tercera guerra mundial.

Pero Ikal negó, el no diría nada de su pasado hasta que las conociera más incluso si ellas le seguían preguntando saber más de su pasado, está información solo la tenía Hugo y Boris, incluso Xenia tenía limitada la información lo único que sabían estos tres por igual era su objetivo real de estar en este mundo.

Igualmente Ikal no sabía nada en realidad del funcionamiento de los Campeones pero parecía como si el mismo mundo hubiera decidido que ellas tendrían que seguirlo, y recordando su encuentro con aquella mujer de cabellos blancos, Hilda era la chica importante por lo que tendría que cuidarla para encontrar a esa mujer y saber el objetivo real de esas bestias y ella.

También pensó acerca de las almas de los irregulares, que eran en realidad, toda su vida no había tenido algún don si lo pensaba él no podía curar ni hacer algo por el estilo, solo era bueno recordando cosas y aprendiendo pero recordaba esa palabra que la Diosa dijo.

No entendía del todo pero así lo llamaron incluso como los otros dioses también, los irregulares que eran en realidad.

Irregular si lo veía desde la explicación de los Dioses era simplemente el mortal que puede cambiar el destino, un mortal que no existió por la creación de Dios, si no que nació de la nada misma.

Pero se preguntó... Cuántos irregulares habían estado antes que él o cuántos irregulares existen, si eran tan raros porque solo estaba él, recordó aquella voz que le menciono una advertencia llena de veneno.

Que él no tenía el poder necesario cuando salió con Hilda esa noche y ocurrió aquel evento pero tenía una pregunta ¿Qué significaba? ¿El poder de qué? ¿Y para qué? ¿Y quién era esa mujer? Era obvio que no era la mujer de sus sueños por lo que suspiro dejando de pensar en ello.

¿Cuál era la conexión de su mundo con este? ¿Cuál era el motivo de la existencia de estás razas y sus campeones? ¿Y por qué el mundo lo miraba como uno?

Entonces una respuesta llegó a su mente, había alguien más como él en el pasado.

Tomó un respiro siendo escuchado por las chicas las cuales voltearon a verlo preocupadas de que no contestara sus preguntas.

El extenso bosque llegó a su fin y las puertas del pueblo se encontraban allí.

Miro hacia un lado, encontrándose con algunos animales similares a perros los cuales le miraban los acaricio, los animales se acercaron gustosos, después de todo ese chico les daba comida cuando tenía la oportunidad.

Estos desaparecieron regresando al bosque con un ladrido y el grupo entró al pueblo.

— Bien, como es nuestro último día aquí y mañana iniciaremos el viaje a la capital, creo que deberíamos ver a todos nuestros amigos antes de partir por lo que pensé que podríamos invitarlos a cenar en el restaurante de los Lonfei. — comentó Hilda mientras Fein la miró y asintió, sería bueno estar con su padre y amigos al menos una noche más.