Volumen 1 - Capítulo 4 - Empieza el entrenamiento.

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Volumen 1 - Capítulo 4 - Empieza el entrenamiento.

El sonido del cuerpo de Ikal cayendo contra el suelo fue escuchado en todas las direcciones del lugar, un gemido fue dado mientras su aura se colocaba errática por todas direcciones, Fein actuando de manera rápida, camino hacia la posición de su amiga, podía verla completamente preocupada por ese hombre.

Tomó la temperatura del hombre con la mano, su cuerpo estaba en extremo caliente, mientras su respiración era completamente agitada, era extraño que él se encontraba sin ninguna herida visible, incluso la herida de su abdomen y todas las que había recibido en la batalla se curaron, pero su cuerpo lucía cansado en exceso aún a pesar de su regeneración natural.

Usó su propia habilidad ocular, el entorno cambió rápidamente, la información y las almas de cada uno de los allí presentes se encontraba dentro de cada cuerpo, podía ver la información que los representaba de una manera detallada desde la edad, la raza, los elementos mágicos que poseían y la cantidad de magia y vida representados sólo por números y caracteres extraños que sólo los individuos con estos ojos podían entender, Fein podía ver el mundo de otra forma, pero había algo extraño, Ikal no era común, su propia energía estaba errática y su alma, era un alma tan roja como la sangre, era brillante y la información no podía ser vista por la habilidad de Fein un montón de caracteres en diferente orden no podía ser vistos y esto solo le incomodo.

Pero el problema era visible, Ikal tenía un problema con su energía, pues estaba aumentando y bajando de golpe, sin perder más tiempo, tomó ambas manos de la mitad Elfa colocándola encima de Ikal.

— Hilda tenemos que actuar ahora, Ikal Hedeon está teniendo un colapso mágico, su energía está aumentando y subiendo erráticamente necesitamos parar el flujo ya, por ello necesito que utilices tu magia de curación y restaures al moreno, porque su cuerpo está sufriendo daños internos.— ordenó Fein a su amiga.

— ¡Todos los hombres escuchen! ¡Necesito que me ayuden a cargar lo más importante en las carretas, tenemos que irnos al pueblo plateado antes de que los monstruos o animales salvajes aparezcan! — dijo Fein mientras usaba el hechizo —Prope— en Ikal.

El moreno estaba siendo sanado por la magia de la media Elfa y está solo podía ver como su compañera intentaba sellar la magia de Ikal sin apenas éxito, la energía era demasiada para un Prope normal.

De golpe la energía de Ikal se calmaba nuevamente, luego de varios intentos más, aunque la temperatura aún seguía, pero era más tratable, posiblemente se sentiría como si su cuerpo tuviera una fatiga considerable.

Hilda se sorprendió, pues su amiga era igual de talentosa que su padre y eso que aún no era una aventurera, rápidamente las personas empezaron a subir las pertenencias más importantes como la riqueza del orco a las carrozas.

En una más pequeña fue tomada por Fein y Hilda, pertenecía a la madre de ésta por lo subieron a la parte detrás de la carroza, mientras la magia de curación seguía haciendo su efecto, a toda marcha ambas chicas arrancaron con ayuda de los caballos de la madre de la chica.

Detrás de ellos las personas del pueblo montaban carrozas más grandes, los que estaban sanos caminaban a lado de estas, el camino era largo, pero era lo mejor, después de todo pueblo plateado sería el pueblo más cercano a ellos.

Debido al funcionamiento de los reinos, los pequeños pueblos eran vistos como lugares que podrían desaparecer de la noche a la mañana y por eso el mapa de este mundo mostraba solo las ciudades que se habían establecido hace años.

Los diferentes pueblos que estaban por toda la región y no eran tan importantes apenas tenían recursos y esa era la razón por la que incluso si los vendedores llegaban a estos lugares jamás mandarían ayuda del reino para ayudarlos.

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