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¿Cuál era su nombre? Jeonghan inclinó la cabeza observando al cachorro, sabía que Joshua había escogido ambos nombres, sabía que le había dicho que sí a las opciones que le dio, pero no podía recordarlo. Uno se llamaba Jisoo... el otro... Colocó la mano sobre la cara de la cría y apartó el delgado cabello. Estaba seguro de que era un nombre simple, algo que combinaba con Jisoo o algo que empezaba con Ji, pero lo demás estaba perdido en su cabeza. ¿Por qué le importaba? Quizás quería darle una respuesta a Jihoon.

Alguien abrió la puerta y Jeonghan se apartó de la cuna casi huyendo a la ventana.

—El señor Kwon quiere verlo.— Dijo el lobo de servicio y Jeonghan suspiró. —Ahora... ¿necesita que llame a alguien para que cuide de su cachorro?

—No.— Respondió tan rápido como pudo. —Yo voy a cuidarlo.

Antes de que el lobo pudiera hablar Jeonghan tomó al cachorro entre sus brazos y caminó hacia la puerta. Estaba despierto, y balbuceaba moviendo los brazos así que no se molestó en ser cuidadoso, tan solo lo llevó con él ignorando el sentimiento de desagrado. ¿Dónde estaba el otro? Quizás su madre se lo había llevado o quizás fue Joshua ¿tal vez Hoshi? Quien sea que lo tuviera debió de llevarse también al pequeño.

Cuando llegó a la oficina de su padre no lo pensó dos veces y entró sin tocar, porque ellos hacían exactamente lo mismo.

—Sal y toca la puerta.— Le ordenó el hombre señalándolo desde el escritorio.

—Tengo los brazos ocupados.— Respondió levantando un poco a la cria. —Podría dejarlo caer y...

—Jeonghan, no estoy dispuesto a tolerar tu pésimo comportamiento ahora. Ya has hecho bastante.

Jeonghan sonrió caminando hasta uno de los sillones y dejándose caer. Cuando era niño saltaba en ese lugar, sabía que a su padre le molestaba pero mientras pudiera huir de sus regaños y sus golpes todo estaría bien. Ahora no podía hacerlo, aun si corriera él lo alcanzaría. El cachorro comenzó a retorcerse y Jeonghan estuvo a punto de soltarlo.

—¿Qué es lo que quieres decirme? ¿vas a regañarme de nuevo? Ya no soy un niño.

—Sabes lo que has hecho.— Respondió el hombre con enojo. —Intentaste dañar a tus cachorros, le ocasionaste problemas a Joshua y apartaste a tu hermano de su omega, sin mencionar que le arrebataste a su hijo.

—No le arrebaté nada a nadie. Minghao se fue. Y se llevó a su cachorro.

—¡Hiciste que se fuera!

¿Por qué tenían que gritar? Jeonghan siempre se sentía aturdido por las voces fuertes, porque todos querían gritarle. El cachorro comenzó a lloriquear y su padre se calmó. ¿no era gracioso? Si Jeonghan se ponía a llorar solo recibiría más gritos. Que molesto.

—Minghao se fue porque quería irse y Hoshi lo aceptó porque es la única persona que vale la pena en esta casa. Él no es como ustedes.

Su padre bufó y estuvo a punto de acercarse, sin embargo Jeonghan se puso de pie y casi corrió hacia la puerta con el cachorro en brazos. Y alguien la abrió recibiéndolo. Lo abrazaron por la espalda y lo alejaron de allí.

—Lamento las molestias.— Dijo Joshua, aun lo sostenía. —Jeonghan ha estado bajo mucho estrés últimamente... Estamos resolviendo eso.

Su padre se calmó y gritó un par de cosas que dejó de escuchar. Cuando cerraron la puerta Jeonghan casi aventó al cachorro a sus brazos y se apartó del alfa casi corriendo por el pasillo.

—¡Dino!— Llamó al beta.

—Jeonghan.— Dino apareció casi de la nada y Jeonghan lo tomó de la mano. —Te llevaré a la oficina de Hoshi en la ciudad.

Asintió. A cualquier lugar menos allí estaba bien. Joshua había regresado antes de lo que esperaba, y lo odiaba. Realmente lo odiaba.

Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora