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—Tengo que cambiar la cerradura ¿verdad?— Preguntó de brazos cruzados observando a Jeonghan. —O quitarte las llaves.

Jeonghan sonrió sin responder, su cabello un poco más arreglado que antes y oliendo a perfume, su ropa mucho más estilizada y viéndose realmente bien, como esos lobos caros que llegaban de vez en cuando al bar. Intentó parecer indiferente, así que solo miró a otro lado negándose a levantar del sillón, no quería volver a estar en su cuarto a solas con el omega, tampoco quería que este sospechara que escondía un montón de juguetes sexuales detrás del sillón.

—¿Prefieres que toque?— Preguntó Jeonghan caminando por el pequeño departamento. —Me gusta llegar de sorpresa, así puedo encontrarte haciendo cosas pervertidas.

—No estaba haciendo nada ahora.

—Si, es una lástima, no siempre se acierta.— Jeonghan suspiró deteniéndose junto a la mesa, donde los papeles regados y su computadora ocupaban la mayor parte. —¿Qué escribes?

—Un libro. O algo así.

—¿otro libro donde solo hay sexo escrito de una manera romántica?— Jeonghan tomó algo de la mesa que Jihoon no pudo ver. —¿sabes? Creo que tiene sentido. Si no fueras virgen notarías lo aburrido y poco satisfactorio que es el sexo en realidad. No tiene nada de romántico, solo es... absurdo.

Jihoon se encogió en hombros respirando profundo. Quizás fuera así, quizás no, él solo podía pensar en lo que escribía y como todo se había volcado en Jeonghan. Ahora el personaje principal solo era Jeonghan, Jeonghan y su estúpido atractivo que no dejaba de aparecer en su cabeza. Para Jihoon no era solo sexo, era algo más que lo llamaba y lo inspiraba tanto como para levantarse en medio de las noches.

—Si fuera así tu alfa no te tomaría cada que quisiera.

Se dio un golpe mental.

—Es un idiota, puede justificarse.— Jeonghan giró hacia Jihoon y se acercó colocándose frente a él, a un par de pasos. —¿Por qué compraste otro pene? ¿el pene con varicela no te gustaba?

Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver el juguete en la mano de Jeonghan, era liso y de color purpura, demasiado vulgar. Y era el jodido juguete que Seungcheol había escogido para llevarse, el idiota lo había dejado sobre su mesa. Quiso golpearlo, y quiso golpearse a si mismo por no haberse dado cuenta de eso antes. Intentó arrebatarlo de las manos del omega pero este se alejó apartándolo.

—¡No es mío!

—¿entonces lo compraste para mi?— Jeonghan sonrió. —No voy a ponerlo adentro. Esta vez, realmente estoy algo lastimado.

—¿lastimado?— Lo miró por completo. —¿fue tu pareja?

Jeonghan le sonrió torciendo los labios mientras que sostenía el juguete. Empujó a Jihoon de nuevo al sillón obligándolo a sentarse y se dejó caer sobre sus rodillas golpeándose contra el suelo. Sonó mal, doloroso, pero no dijo nada porque Jeonghan colocó sus manos sobre sus piernas y las abrió casi de golpe. Jihoon estuvo a punto de empujarlo.

—Tranquilo, tendrás la ropa puesta en todo momento.— Le dijo Jeonghan. —Y no te tocaré más.— Apartó sus manos. —Solo mantén las piernas abiertas.

—¿Qué piensas hacer?— Preguntó casi temblando.

—Sostente de algo, si me golpeas o me tocas te golpearé con el pene de Barney.

Por un segundo miró al dildo que Jeonghan colocaba sobre su entrepierna, estaba tan concentrado en el color que ni siquiera le prestó importancia a la cercanía. Realmente era ese tono de purpura. Ahora no podía dejar de pensar que el pene de Barney estaba sobre su pene, la voz ridícula y graciosa hablando en su cabeza.

"No te vayas a correr aun, amiguito" Dios, si hubo una pequeña posibilidad de tener una erección entonces se había bajado en ese momento.

La base del consolador estaba sobre su entrepierna, sobre sus pantalones, y Jeonghan lo presionaba con una mano como si sostuviera su pene real. El omega lo miró con una pequeña sonrisa para despues acercarse a la punta morada, sus labios apenas tocando el material frio y artificial. Jihoon lo observó con los ojos abiertos y se sostuvo del sillón con tanta fuerza que sus palmas comenzaron a doler. Sentía la presión sobre su pene.

Hubo un largo silencio donde Jihoon sentía sus piernas temblar.

El omega lamió el consolador encendiéndolo, este comenzó a vibrar contra su entrepierna y Jihoon soltó un mísero gritito de sorpresa. Era extraño, su ropa no amortiguaba el movimiento del todo, y el hecho de que Jeonghan estuviera presionándolo con insistencia no ayudaba. Y cuando abrió la boca y lo metió con sus ojos grises encajados en los de Jihoon no supo que pensar. ¿Qué clase de sexo oral virgen era este? No había contacto alguno entre ellos, Jeonghan tan solo... él no lo tocaba, solo movía su cabeza y su boca alrededor del vibrador. Y solo con eso Jihoon sentía todo el aire salir de sus pulmones.

Jeonghan no lo estaba tocando, solo le daba sexo oral a un objeto que vibraba sobre su entrepierna, realmente no había contacto ¡¿entonces porque no podía dejar de temblar?! Había llevado una mano a su boca para cubrir sus labios, y su mirada estaba puesta en el techo huyendo de la de Jeonghan, y aun así no era suficiente. Lo peor era que su propio pene estaba apretando su ropa, estaba levantándose para golpear contra el consolador sintiendo las vibraciones del mismo, y las vibraciones que ocasionaba Jeonghan al gemir.

Bajó el rostro sintiéndose mareado y encontró al omega con los ojos cerrados, aun succionando del vibrador de ida y vuelto, su boca dejando saliva sobre el material. Debió ser desagradable. Pero no lo fue. Su temblorosa mano se acercó al rostro del omega y se detuvo mucho antes de tocarlo recordando las palabras de Jeonghan. Él no quería que Jihoon lo tocara.

Comenzó a gemir cuando la vibración sobre su entrepierna se volvió más rápida. Jeonghan comenzó a moverse con más insistencia, y su aroma característico ensució el lugar. Los ojos grises lo miraron sin detenerse. Jeonghan estaba sudando, su cabello rubio enmarcando su rostro y el sonido viscoso de su saliva hizo que Jihoon le prestara atención a su boca. No podía dejar de mirarlo, algo en él no quería apartar el rostro, no quería perderlo de vista, ni siquiera quería parpadear.

Su mano se movió sola hasta el punto de posicionarse sobre la mejilla del omega. Le levantó el rostro queriendo observarlo, y Jeonghan hizo una pequeña mueca que fue suficiente para Jihoon. Tembló agresivamente con los ojos aun puestos sobre los grises, la presión sintiéndose más extraña que nunca. De nuevo se había corrido con la ropa puesta.

Jeonghan se apartó sacando el consolador de su boca. Y lo golpeó con él justo en la entrepierna. Bien, no había sido suave, literalmente se dobló de dolor.

—¡¿Qué mierda...?!— Gritó.

—Te lo advertí.— Habló Jeonghan poniéndose de pie. —Préstame tu baño. Tengo que ducharme.

—Vete a la mierda, por mi lárgate así...— El dolor no conseguía irse ¿Cómo había pasado del placer a esto tan rápido? —Mierda...

—¿no que no le temías al dolor?— Jeonghan lo tomó del brazo y lo jaló con fuerza poniéndolo de pie. —Vamos, ni siquiera golpee tan fuerte.

Jihoon realmente quería golpear a Jeonghan, pero él aún tenía el pene de Barney en su mano.

Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora