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Jihoon olvidó como respirar y ahora estaba siendo un desastre en ello, Jeonghan estaba de rodillas sobre él, el asiento reclinado mientras que ambos batallaban para caber en el auto, en el mismo jodido lugar, demasiado cerca e íntimo como para ignorarlo, pero estaba bien porque en cualquier momento Jihoon podría empujarlo a un lado y salir del claustrofóbico lugar por un poco de aire fresco. Respiró profundo observando los ojos grises de Jeonghan.

La sensación húmeda y apretada en dos de sus dedos lo trajo de vuelta, acarició el interior de Jeonghan como antes y escuchó su linda voz soltar un suave gemido. Ya lo había hecho antes, así que estaba bien, pero el hecho de que estuvieran tan cerca era diferente, una sensación nueva y extraña que se concentró en su estómago y en su parte baja. No apartó sus ojos de los grises y aventuró sus dedos más al fondo, sin saber lo que hacía.

—¿Duele?— Preguntó.

—No.— Respondió Jeonghan bajando su mano por el pecho de Jihoon. —Si te incomoda...

—Lo sé.

La mano de Jeonghan no tardó en posicionarse en su entrepierna sobre la ropa, respiró profundo e intentó alejar ese sentimiento extraño de su pecho, se concentró en los suaves sonidos que soltaba el omega y en la sensación de su mano. Todo era lento y tranquilo, silencioso, como si nada más existiera aparte de ellos. Bajó su mirada encontrándose con la camisa abotonada que cubría el cuerpo del omega, estaba un poco abultada producto de su miembro, pero nada que asustara a Jihoon. Lo había visto antes, e incluso lo tocó. Estaba bien.

Jeonghan acarició su entrepierna firmemente con la palma de su mano y Jihoon exhaló un suspiro, aún estaba sobre la ropa, le recordaba un poco a la sensación del pene de Barney, solo que esta vez la mano de Jeonghan lo acariciaba se arriba abajo. No era brusco, ni desagradable, solo era Jeonghan. Abrió los ojos encontrándose con los grises.

—¿Se siente bien?— Preguntó Jeonghan y Jihoon asintió. —¿Crees que puedas sacarlo?

—¿Cómo a sacarlo a jugar?— Exhaló una pequeña risa para despues apretar los labios.

Su otra mano, la que no estaba en Jeonghan, se dirigió a su pantalón sacando el botón del ojal, bajó la bragueta escuchando el tortuoso sonido y respiró profundo. Jeonghan apartó la mano y volvió a sostenerse con ella. Jihoon tomó unos momentos para sacar su pene de entre su ropa, pero cuando lo hizo el alivio fue casi inmediato.

—¿Quieres que te toque?— Preguntó Jeonghan. Lo pensó por varios segundos hasta que negó. —¿Quieres parar?— Volvió a negar. —¿me aparto?

—Solo cállate.— Murmuró.

Sostuvo su miembro con la mano y respiró profundo comenzando a acariciar. Lo había hecho antes con Jeonghan, pero nunca a sí mismo, siempre que lo intentó se arrepintió al momento y lo olvidó, prefería meterse a la bañera con agua fría y pasar el rato. Nunca se tocó más de lo debido, nunca consiguió deshacerse de esa horrible sensación en su pecho. Pero ahora lo sentía casi obligatorio, sus caderas empujándose hacia arriba para tener ese pequeño roce con su mano, y es que Jeonghan continuaba allí, sobre sus dedos moviéndose lentamente sin necesidad de Jihoon. Tan lindo que aun lo miraba.

Le gustaba mucho. Jeonghan era jodidamente hermoso.

Comenzó a masturbarse al mismo ritmo que movía sus dedos dentro de Jeonghan, tan lento y calmado que la sensación lo mareó un poco. Exhaló cerrando los ojos y escuchó el gemido de Jeonghan, tan largo y agudo que lo embriagó. En ese punto Jeonghan tenía delgadas líneas húmedas corriendo por sus piernas. Tan resbaladizo que tenía miedo de lastimarlo. No lo culpaba, su propio miembro también se encontraba húmedo, demasiado duro como para creerlo.

Cuando Jeonghan comenzó a gemir más largo y constante aumentó el ritmo solo para escuchar el cambio de su voz. Fue casi un ataque de doble filo porque gracias a ello él comenzó a gemir con fuerza. La sensación cálida y los pequeños choques eléctricos lo hacían cerrar los ojos y forzar sus caderas, apenas era consciente de no lastimar a Jeonghan.

En un punto dejó de importarle si lastimaba al omega o si se lastimaba a sí mismo, estaba demasiado cerca como para dejarlo ir, así que se volvió agresivo y codicioso. Miró a Jeonghan al rostro y este respiraba con fuerza, sus preciosos labios entreabiertos sobre él, si Jihoon pudiera alcanzarlo lo hubiera besado en ese momento, pero temía moverse lo suficiente como para perder aquello que seguía.

Jeonghan apartó una de sus manos y comenzó a masturbarse en un ángulo extraño, como si quisiera mantener su miembro lejos de Jihoon.

Apretó los labios y aspiró profundo percibiendo el agradable aroma de Jeonghan.

Se corrió allí mismo, entre las piernas del omega y este lo hizo poco despues, quizás accidentalmente, pero lo hizo sobre el pecho de Jihoon, manchando su ropa y parte de su cuello. El gritillo extraño que Jeonghan soltó debió causarle gracia, pero no, porque él también lo había hecho, y de la misma extraña forma. El temblor involuntario lo hizo parpadear con fuerza.

Jeonghan casi se derritió sobre él ocultando su rostro en el cuello de Jihoon. Lo sostuvo con las manos húmedas y respiró.

—¿Te lastime?— Preguntó aun sin poder calmar el vaivén de su pecho. Estaba jadeando.

—Un poco...— Respondió Jeonghan. —Arde un poco... Tienes manos de metralleta.

Soltó una larga risa que se volvió temblorosa.

—No puedes estar diciendo eso ahora...— Volvió a reírse.

Jeonghan balbuceó algo que no consiguió entender.


...

Siempre que voy a actualizar estas partes me da un semi ataque de risa. Por favor no me dejen con el silencio incomodo jaja.


*Estoy actualizando tres veces por día ¿deberían de ser menos? ¿uno por día? ¿o cada dos días?

Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora