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Cuando terminó su trabajo salió con prisa, le dijo a la nueva que trabajaría sola por dos semanas y solo se fue sin esperar respuesta. Jeonghan estaba esperándolo en el auto, o eso quería pensar porque no lo vio durante toda la noche, si no estaba allí entonces no sería su problema pero tampoco sería agradable. Dejó de pensar en ello poco antes de llegar al vehículo, respiró con calma girando un poco la cabeza y estuvo a punto de abrir la puerta.

La ventanilla bajó mostrando a Jeonghan fumando con calma.

—Fueron las horas más aburridas de mi vida.— Se quejó el omega exhalando el humo sin mirarlo. —Espero que el lugar valga la pena.

—Yo espero que no, te mereces esto.— Respondió abriendo la puerta y obligando a Jeonghan a pasar al otro asiento. —Dame tu cigarro. — Se lo arrebató de los labios para dar una larga calada. —Estuve a punto de regresarte a tu casa.

—Que aburrido.

Le restó importancia y arrancó el auto.

El camino era largo y un poco tedioso, pero la noche lo facilitaba, no había trafico así que podía llegar antes, de cualquier manera no estaba entusiasmado, el lugar simplemente era un poco lindo, un poco calmado y un poco desconocido, nada especial, la clase de lugar a donde un joven e idiota solitario iría en patines para tocar guitarra y alcoholizarse hasta el hartazgo lejos de sus estrictos padres. La clase de lugar donde pasar horas hasta olvidar que hay una casa que lo espera, y la clase de lugar que nunca fue encontrado por nadie más.

Cuando llegó bajó la velocidad hasta detener al auto. Abrió la puerta.

—Bájate.— Jeonghan lo hizo de inmediato.

Un lugar lindo, cerca de una cabaña vieja y destartalada donde solía vivir un viejo amargado, alguien que necesitaba inspiración y la tomaba observando las luces de la ciudad. Jihoon nunca lo entendió cuando era joven ¿Por qué su viejo tío loco se había ido a vivir a un lugar tan lejos? Despues comenzó a usarlo para sus idiotas actividades juveniles, y despues lo usó de inspiración para escribir un estúpido libro que se publicó gracias a un buen editor. La ciudad era mejor siendo observada de lejos, como una pintura.

Jeonghan se alejó hasta la orilla segura del lugar y observó, su cabello y ropa hondeando con el viento nocturno, como si realmente fuera especial. Jihoon solo lo miró a él, aun encantado con su figura. Realmente bonito.

—Detesto esta clase de lugares.— Mencionó Jeonghan. —Podrías matarme aquí y nadie me encontraría.

—¿Debería hacerlo?— Preguntó encendiendo otro cigarrillo. Jeonghan no respondió.

—Es cliché.— Mencionó Jeonghan y Jihoon estuvo de acuerdo. La poca luz del faro tintineó. —¿Por qué este lugar?

—Porque mi tío se mudó aquí cuando era un anciano y yo tuve que cuidar de él los últimos dos años de su vida. Es el lugar más tranquilo que conozco. Solía traer aquí a chicas para impresionarlas.

—Funcionaba.

—Lo sé.— Jeonghan giró y Jihoon decidió acercarse. —También te gusta.

—Si no le gustara a todos no sería cliché.— Jeonghan lo miró, su precioso rostro iluminado por la poca luz. —Me gusta.

Le sonrió y por un segundo Jeonghan pareció sonrojarse.

—Ahora es cuando te beso y te llevo al auto para intentar coger, me acobardo y te mando a casa con algo de dinero para transporte.—Bromeó.

Jeonghan miró al auto.

—Intentémoslo.



...

Los iconos de advertencia significan; Pena. No que está pasando algo R18. Solo aclaro.

Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora