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—¡papá!

Jeonghan miró al cachorro que lo seguía, sus cortos brazos extendiéndose hacia él mientras que tambaleaba un poco. Era el grande, así que debía ser Jisoo. ¿verdad? Dio la vuelta para encarar al pequeño y este se abrazó a su pierna mirándolo con esperanza. Hace un par de años eso estaba dentro de él, aun recordaba un poco la sensación, como se movía todas las noches y pateaba impidiéndole dormir. Un dolor de cabeza.

—¿Dónde está tu padre?— Preguntó sin interés.

—¡Quiero estar contigo!— gritó el pequeño. Jeonghan lo apartó un poco con el pie. —¡Abrazo!

—No.

El niño comenzó a hacer muecas de llanto y Jeonghan suspiró rodando los ojos ¿no se suponía que los cachorros tenían que ser cuidados? ¿De dónde se había escapado este? Miró alrededor y solo había una puerta abierta que lo llevaba a una habitación conectada con otras. El cachorro comenzó a llorar.

—¡abrazo!

Jeonghan lo miró llorar por largos segundos. No quería abrazarlo, no quería que lo tocara, no lo quería. Simplemente no lo quería. Era cruel, era un horrible padre, pero no podía sentir algo por el cachorro, no podía verlo y sentir que era suyo. Solo era de Joshua. Era producto de Joshua, producto de su semilla, de la primera vez que lo tomó. Se agachó para verlo, el cachorro ahora tenía el rostro rojo y extendía sus brazos hacia él.

—¿Por qué necesitas más? Todos te quieren.— Le dijo mirándolo al rostro. —Abraza a cualquier otra persona y te regresará el abrazo. ¿Por qué yo?

—Porque...— El cachorro balbuceó. —...Eres...eres papá...te quiero...

Ah. Qué triste. El cachorro volvió a llorar cuando Jeonghan le impidió acercarse.

—Jeonghan. Abraza a tu cachorro.— Escuchó la orden de su alfa y giró a verlo. Joshua se veía tranquilo, y su voz sonaba suave. —Abrázalo, por favor. Está llorando.

—Tú nunca hiciste lo que yo pedí aunque lloraba.— Tarareó extendiendo los brazos para atrapar al cachorro que se le lanzó encima. —Ten cuidado. Duele.

El cachorro lo abrazó con fuerza ignorando su petición y Jeonghan lo envolvió en sus brazos sin hacer presión. No lo quería, no quería que lo tocara y no quería consolarlo, pero la orden de Joshua caló en él, aun si no usaba una voz de mando. Miró directamente a los ojos grises de su alfa y suspiró sin poder moverse, siendo utilizado como consuelo para el cachorro. ¿no era mejor comprarle un muñeco?

Era gracioso, hasta un cachorro tenía más autoridad que Jeonghan.

—Jeonghan, Joshua, el pequeño Jisoo tiene su hora de dormir.— Dijo Dino desde lejos. —¿puedo llevármelo ahora?

—No.— Respondió Joshua. —Se quedará con Jeonghan y conmigo, pero gracias... ¿puedes traer a Jihan?

Dino no tuvo expresión.

—En seguida.— Respondió el beta inclinándose un poco. Dino no podía ayudarlo en esa situación. —¿le ayudo en algo más? ¿ya empacó todo para su viaje?

¿viaje? Jeonghan miró a Joshua quien solo sonrió ante ello.

—Si, todo está listo.

—¿te vas?— Preguntó Jeonghan con sorpresa.

—Solo por dos semanas. Volveré lo antes posible.

Jeonghan asintió suprimiendo una sonrisa. Dos semanas eran suficientes.

Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora