Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]

7

—¿te acobardaste de nuevo?— Preguntó Seungcheol mientras asaltaba su refrigerador. —Bien, sabíamos que esto pasaría.

Lo sabían, de hecho, Jihoon se había preparado para ello desde que lo vio, sabía que se acobardaría por completo y lo mandaría a casa con una disculpa. Pero no estaba que el recuerdo de Jeonghan lo azotara el resto de la noche hasta tal punto en el que no pudo dormir, y lo que hizo fue levantarse de la cama y comenzar con pequeñas anotaciones de una vaga idea. Y ahora no podía dejar de teclear ¿al menos sabía lo que estaba escribiendo? Quizás no, su mente estaba en otro lado.

—¿Por qué el pene de Jeonghan no lucia como el tuyo?— Se atrevió a preguntar y Seungcheol se sentó frente a él. —También es un lobo.

—Porque no tiene un nudo. Él es un omega, yo soy un alfa. Apuesto que si lo miras por detrás también vas a encontrar diferencias.

—No pude. Me acobarde.— Aclaró sin parar de escribir. —Pero dejó una mancha en mi cama ¿eso es normal?

—¿Qué mierda estaban haciendo? ¿Solo se miraron y ya? Porque parecen un par de idiotas adolescentes ¿Qué edad tienen?

—Jeonghan tiene 25. Nueve años de diferencia. Iugh. 25 y ya cogió, que envidia.

—Yo cogí a los...

—No quiero saber. Me sentiré peor.

Seungcheol soltó una carcajada reclinándose en la silla. Era patético envidiar a una persona de veinticinco con dos hijos, era...patético, de nuevo, Jihoon tenía que conseguir mejores palabras para definir su triste situación. ¿Vergonzoso era la palabra correcta? ¿humillante? Cualquier cosa que fuera despectivo. Dejó de escribir y suspiró.

—¿entonces va a volver?— Preguntó pene de antebrazo.

—No tengo idea. Puede que se haya decepcionado y decida no volver.

—Sí dejó una mancha dudo que esté decepcionado. Él está... interesado. O quizás la dejó para tentarte. Las feromonas de un omega pueden hacer milagros.

—¿Milagros? Solo tuve ganas de vomitar. Y no pude dormir.

Seungcheol se encogió en hombros.

—Siento que conozco a Jeonghan. No quería decírtelo antes, pero este lugar apesta a omega. Eso me hace conocerlo un poco.

—Malditos perros.— Se quejó.