El plan de Jihoon había sido lavar sus sabanas, quitar la mancha que dejó el omega y olvidarse de ello por un buen rato hasta que fuera inevitable. Así que; destendió la cama, quitó la sabana sacudiéndola un poco y...Y fue extraño como el aroma lo atrajo como si fuera lo único que existiera, tan jodidamente fuerte que se olvidó de que estaba haciendo y se recostó en el colchón desnudo con la sabana entre sus brazos.
Si Jihoon no contaba antes como un fetichista o como alguien raro y atemorizante ahora podía hacerlo. Contaba como un depravado sexual o un depravado semi-sexual, porque no era normal. No era para nada normal temblar en una cama y sudar incapaz de moverse, incapaz de tocarse a si mismo a pesar de tener ese impulso de querer hacerlo. No era normal querer que el aroma del omega se colara hasta sus pulmones e exprimir hasta el último rastro de este.
Si tan solo pudiera aliviar el dolor de su parte baja todo estaría bien, pero no podía. Sus manos se aferraban tanto a la tela que no eran capaces de abrir sus dedos para liberarse. Siempre había sido un infierno lidiar con su vida sexual, y parte de ese infierno era la razón por la que quería solo desatarse de lo que sea que estuviera cohibiéndolo. Tan irracional que era suficiente para molestarlo.
—¿estás teniendo un ataque epiléptico o solo eres un depravado?— La voz de Jeonghan lo hizo saltar de la cama y arrinconarse en la esquina. —Solo eres un depravado. Que divertido.
—¿Cómo mierda entraste?
—Me robe tus llaves la noche anterior.— Jeonghan las lanzó a la cama para despues sentarse en ella. —los monos no son tan sensibles al aroma. Quizás por eso no notes que tu departamento huele a humedad y cascara de naranja.
Jihoon suspiró intentando calmarse a si mismo, soltó las sabanas y llevó una mano a su rostro ¿Qué más podía hacer? Jeonghan estaba allí de nuevo, viéndose más miserable que otros días, incluso su cabello estaba despeinado y su expresión tristona debería ser suficiente como para bajar su erección. Se sentó al otro extremo de la cama y respiró profundo percatándose de ese mismo olor que lo había puesto a temblar.
—Vete...— Le pidió, porque si Jeonghan seguía ahí probablemente tendría un problema que ni el agua fría podría solucionar. Jeonghan no respondió. —Largo...
—No tengo a donde ir. Volver ahora es...
Oh. Que triste. No era su problema.
Se levantó de golpe y abrió la puerta esperando justo allí. No quería ver a Jeonghan, cada que lo hacia la incomoda sensación en la parte inferior de su cuerpo y en su estómago no desaparecía, y ese leve mareo lo hacía sentir incomodo. No sabía porque, pero lo que menos quería era tener al omega en la misma habitación. Despues de varios segundos Jeonghan siguió en el mismo lugar, sin moverse.
—Oh, mierda ¿eres sordo?
—¿Por qué guardas condones y lubricantes debajo de la cama?— Mierda. Jeonghan ahora estaba revisando una caja vieja de...cosas. —¿Qué es esto? ¿un pene de plástico?
—¡Deja eso!— Jihoon casi se lanzó sobre la casa apartándola de Jeonghan. Era vergonzoso, porque todo estaba nuevo y sin usar. —¿quieres irte ya?
—¿Por qué el pene de plástico tenía bolitas? ¿es un pene con varicela?— Ah, Dios. Jihoon quiso ocultar su rostro. —¿para que lo usas?
—No lo uso... no... no puedo hacerlo.— Guardó todo sin mirar al omega. Incluso guardó el pene con varicela. —Lo compré hace años y se quedó guardando polvo.
—¿ni siquiera puedes hacerlo por ti mismo?— Ah. No era del todo una pregunta. Jeonghan se recargó sobre sus hombros impregnando a Jihoon de su aroma. Demasiado cerca, pero no lo apartó. —¿tienes miedo? ¿Temes que duela?
No. No le temía al dolor, incluso intentó una sesión de BDSM en el pasado que resultó en él gritando su palabra de seguridad justo en el momento en el que el hombre se acercó, no tuvo de otra y solo se fue sin aceptar la amabilidad del tipo que quiso consolarlo. Así que el problema nunca fue el dolor, porque sabía soportarlo en grandes niveles, despues de haberse roto un par de huesos y de haber sido golpeado por estúpidos clientes ya no había mucho que lo intimidara.
—No. Solo... No puedo hacerlo.— Suspiró tomando el pene de falso y colocándolo en la mejilla de Jeonghan. —Llévatelo si quieres.
—No puedo llevármelo. Eso es vulgar para un omega.— Sin embargo Jeonghan lo tomó. —¿sabes? No creo que seamos tan distintos. Yo aun sería virgen si mi esposo no me hubiera tomado. Pero él lo hizo sin preguntarme.
Jihoon apenas giró a verlo, Jeonghan ya estaba casi sobre su espalda.
—Qué suerte. Ni siquiera tuviste que hacer nada para coger.— Murmuró.
¿eso no había sido desagradable? Jihoon tenía que medir mejor sus palabras y dejar de ser un idiota.
—Claro que tuve que hacer algo. A diferencia de ti a mi si me importa el dolor. — Jeonghan le suspiró en el oído. —Me importaba. Ahora... Duele, pero ya no me importa. Mi piel se endureció.
Sonaba un poco triste.
—Te golpean en casa. Y tu esposo te viola. ¿hay algo bueno en tu vida? Incluso mi erección se fue de lo triste que te escuchas.
—Mi hermano menor.— Jeonghan se dejó caer a su lado, su cabello alborotándose en el colchón. —Y su expareja... El hecho de que al menos él pudiera ser feliz... Solo eso me basta para vivir los siguientes años.
Jihoon suspiró. Ser tan conformista debería ser ilegal, una persona normal en la vida de Jeonghan ya se habría tirado de algún lugar o tomado un montón de pastillas. Pero no, Jeonghan estaba recostado en su cama, jugando con el pene con varicela entre sus manos llevándolo de vez en cuando a su mejilla para sentir la textura. Y por alguna razón Jihoon estaba cómodo con él.
—Eres más miserable que yo.— Murmuró mirándolo a los ojos. Jeonghan sonrió. —No voy a sentir lastima. Solo te hablo porque quiero coger contigo algún día.
Jeonghan le mostró la lengua.
—Solo te hablo porque no tengo nada mejor que hacer.— Aclaró Jeonghan. —Minghao ya no está...— Alzó, de un segundo a otro, el pene con varicela. —¿quieres que lo ponga adentro? Creo que me cabe. Te dejaré ver.
—Vas a lastimarte.
—Si me rompe el ano tendré una excusa para no coger con Joshua. Ambos ganamos.
—Hecho.
...
Esta historia es un reto muy grande para mi. En serio, yo no suelo escribir estas cosas pero quise intentarlo y ahora me muero de pena ajena jajaja. Lo siento.
Recuerden las advertencias. Y agréguenle la de *Pena ajena.
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Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]
FanfictionLee Jihoon es una persona que tiende a evitar problemas, pero cuando un lobo se mete en su vida debido a una extraña situación todo comienza a torcerse. Antes solo le importaban tres cosas; Primero. Que nadie se enterara que Lee Jihoon es Woozi. Seg...