Touch [Jeonghoon] [Omegaverse]

82

—¿Por qué no me quieres?— Le preguntó Jisoo a Jeonghan. El niño viéndose más curioso que triste. —¿no te gusto? ¿soy feo?

Jeonghan lo miró sin intención de responder. Jisoo estaba creciendo, ahora se veía más grande y alto, solo un poco, lo suficiente como para que Jeonghan comprendiera que ya tenía cinco años, o casi, no recordaba la fecha exacta. Se inclinó sobre su asiento y miró fijamente al cachorro. Se parecía a Joshua. Pero no era del todo Joshua, sus ojos grises eran un poco más claros, su cabello un poco más rubio que castaño y... y ya, lo demás era Joshua. Buscó en Jisoo algo que le recordara a su cachorra, pero no había nada.

—Simplemente no te quiero.— Respondió sin remordimientos a lo que el cachorro le mostró una mueca triste. —No llores.

El cachorro negó llevándose las manos al rostro.

Y por primera vez se sintió culpable. Porque el cachorro obedeció, se tragó sus lágrimas y lo miró con ojos cristalinos. Sabía que era cruel, sabía que era injusto, sabía que era horrible decirle aquellas palabras a un cachorro, pero no podía ocultarlo. Jeonghan no podía mentirle a Jisoo y tampoco lo haría. Si Jisoo lo odiara entonces sería más fácil para ambos, para Jeonghan quien no lo quería y para Jisoo, quien tenía la oportunidad de odiarlo y dejar de sufrir por ello.

Aunque quisiera amar a ese cachorro simplemente no podía. Ni siquiera cuando nació, ni siquiera cuando dijo sus primeras palabras ni cuando aprendió a caminar, en ningún momento pudo quererlo, ni siquiera cuando se quedaban solos obligados a estar juntos. Jeonghan lo odiaba, y su único logro al respecto había sido guardar silencio por un largo tiempo.

Recordó a su cachorra, consciente de que quizás jamás la volvería a ver. Aunque la amara. Y este cachorro, a quien odiaba por la injusta razón, tenía que verlo toda su vida, consciente de que estaba allí, viviendo el recuerdo de cómo llegó. Ah, sintió sus ojos y nariz arder pero se rehusó a llorar.

El cachorro lo miró con sorpresa.

—Jisoo, ven acá cachorro.— La voz de Joshua interrumpió el silencio y Jisoo corrió hacia él, casi saltando en sus brazos. El otro cachorro estaba allí, de pie, sosteniéndose con fuerza de la pierna del alfa para no caer. —¿tu padre te hizo llorar de nuevo?

—No.— Negó Jisoo. —Él no quería que yo llorara. Así que no lo hice.

Joshua asintió limpiando las mejillas del cachorro. Jeonghan los miró por varios segundos justo antes de ponerse de pie. Ahora se sentía más débil y cansado.

—Jisoo.— Llamó al cachorro sorprendiendo al alfa. —Puedes llorar si quieres. No me importa.

—¡Recordaste mi nombre!

—Es que mi cachorra se llama JiWoo.— Sonrió mirando a otro lado.

Pudo percibir el enojo profundo de Joshua. Y le trajo malos recuerdos. Llevó una de sus manos para posarla sobre su hombro y la otra se dirigió a su antebrazo, como si quisiera cubrirse de su mirada, sintiendo sus piernas temblar. Ya había sentido eso antes, y huyó de Joshua, huyó de él buscando los brazos de Jihoon, aunque ahora no podía hacerlo, sus piernas no respondían igual y de cualquier forma no tendría a donde correr. Entonces solo se quedó allí, bajo la mirada repleta de odio de Joshua.

¿Por qué Joshua odiaba todo lo que Jeonghan amaba? ¿era un sentimiento compartido?

Joshua dio un paso hacia enfrente, sin embargo algo lo hizo detenerse. Y Jeonghan lo percibió segundos despues.

Mandó a sus piernas al demonios y las obligó a moverse lanzándose hacia la puerta, empujando a Joshua mientras casi caía y se tomaba de las paredes. No le importaba lastimarse, no le importaba caer, se empujó a través del pasillo llegando a las escaleras y tuvo que detenerse para evitar lanzarse. Y fue solo allí cuando pudo mirar hacia la puerta y olvidarse de respirar.

—Hey...— Saludó Jihoon torpemente con la cachorra en brazos, su cachorra.

Su Jiwoo sollozó, llamándolo.

...

Vamos a ignorar que me salté un capítulo y me confundí jajaja este es el 82 el pasado el 83 y... y no voy a quitar el capítulo anterior porque ya tiene comentarios, lo siento mucho ; ;

jaja estuve a punto de no darme cuenta hasta que mis calculos salieron mal