Capítulo #28

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Fue inevitable que se quedará helada y sus dudas quedaran resultas mientras su corazón gritaba a todo pulmón "Lo va a matar". ¿De quién más podía estar hablando?  No conocía de otros experimentos y tampoco su padre le contaba nada al respecto de su trabajo pero para que quisiera que se fuera solo podía estar hablando se Sasuke.

—¡Sakura te has puesto pálida!

Dijo su padre acercándose a ella preocupado.

—¿Cómo te piensas deshacer, vas a matar a alguien?

Su padre arrugó el ceño algo confundido por las palabras de su hija.

—¿A qué te refieres Sakura?... Hablas como si fuera a matar a un ser humano.

Sus palabras la tranquilizaron momentáneamente aún que no le creía nada porque el ya le había dicho antes que no sería capas de experimentar con un humano y Sasuke era uno.

—¿Entonces porque quieres que me vaya?—Le pregunto intentando calmar a su agitado corazón, que no parecía querer ceder como si supiera que su padre solo trataba de convencerla aún que mintiera descaradamente en el intento.

Su padre se sentó en el sofá y escondió su cabeza entre sus piernas.

—No quiero que me veas así o peor aun, no quiero descargar este enojó con la persona que más amo en el mundo. Eres lo único que me queda de tu madre y no podría vivir si tú ves a tu padre convertirse en un moustro.

No esperaba que dijera algo como eso y era imposible que ella tampoco no lo quisiera pero estaba haciendo las cosas mal. Esto no era parte del juramento hipocrático que regia a los médicos, solo a los seres humanos sin escrúpulos.

—Con mayor razón no debo irme...—Comenzo Sakura a base de ese sentimiento extraño que brotaba en su corazón, su sexto sentido ahondando y rogándole que convenciera a su padre de no llevarla con su tía por el bienestar de Sasuke, además de saber que tendría las manos manchadas de sangre si no es que desde hace mucho tiempo las tenía manchadas. No lo quería ni pensar. —Quiero que estés bien, papá.

—¡Sakura!—hablo su padre pero para su fortuna parecía que había logrado su cometido. —¡Hija!

Su padre se levantó del sillón y la abrazo. Besando su cabello en el proceso y calmando su rabia.

—Eres tan buena—Prosiguio acariciando su espalda como si en vez de calmarla a ella, se estuviera calmando a si mismo—Pero está en mi naturaleza matar a esos animales que fallan en un experimento por el simple hecho que pueden sufrir después las consecuencias.

Sakura se separó de su padre con la boca abierta. ¿Que le estaba tratando de decir? ¿Estaba hablando de un conejillo de indias o de Sasuke? Quería confundirla y lo estaba logrando.

—¿Papá?

—Tienes que irte Sakura—Puntualizo el doctor Haruno sacando su teléfono y marcando el número de Tsunade.

—No papá, no me iré y hazle como quieras.

Dicho esto se dio la vuelta y corrió escaleras a arriba. No iba a permitir que hiciera algo con Sasuke aún que tampoco estaba segura que fuera exactamente el.

—¡Sakura!, ¡SAKURA!

Se metio en su habitación y cerró la puerta con llave. Su decisión era como un navaja con doble filo y por lo tanto tenía que estar atenta. No podía irse dándole la libertad de hacer lo que sea que quería hacer pero tampoco podía encerrarse o podía hacer lo mismo.

—¡Eso es lo que quieres!—le grito su padre desde afuera intentando abrir su habitación pero se dio cuenta que está estaba cerrada.

—No me iré con mi tía.

—¡Sakura!—Grito fastidiado por el comportamiento de ella y luego sispiro—Tu ganas, no haré nada. Me calmare e iré a dormir. Quizá me falta un poco de descanso para ver con más panorama este desastre.

Sakura suspiro

—¿Lo prometes?

—Lo prometo—dijo tajante y Sakura le creyó. Abriendo la puerta para encararlo.—¡Gracias!

—Eres igual que tu madre, terca, siempre haciendo lo que el corazón le dicta.

Debía sentir eso como un cumplido pero algo no parecía tan seguro.

—Cambiemos de tema, me muero de hambre y quiero comer.—Expuso Sakura —¿Quieres que prepare algo?—Le pregunto orillando a cambiar de tema.

Su padre se paso la mano por el cabello y acepto.

Sakura sonrió aún que está no le llegó a los ojos y bajo las escaleras para preparar algo rapido.

Comieron en silencio mientras Sakura le contaba cosas sin importancia que le sucedía en el colegio, ser la mejor de la clase debían tener su recompensa y menciono algo de querer en un futuro estudiar medicina. Algo que no paso desapercibido por su padre pero Sakura procedió a explicarle que deseaba ser pediatra mientras su padre le sujetos algo con un nivela más alto. Cómo el, como meterse más a profundidad en la investigación para ayudar a la humanidad a encontrar la cura a enfermedades como el cáncer, el sida y hasta la muerte.

Pero Sakura repudio con asco sus palabras. ¿A costa de quienes? ¿A costa de sus principios? No, no tenía corazón no tripas para eso. Ella deseaba salvar vidas.

Luego se levantó para servir más té pero su padre se levantó antes alegando que ella había hecho la cena. Luego de largos segundos su padre entro con dos tazas de te y tuvo que morderse la lengua para no decirle algo como "Fuiste a cosechar el té, por qué te tardaste una eternidad"

Su padre le dijo que tenia trabajo que hacer en su oficina y que también le agradecía el haber intervenido puesto que deshacerse de su experimento podía costarle aún más dinero. Algo que de cierta forma hizo suspirar internamente a Sakura, su padre ya estaba mas calmado y pensó que con ello no tendría porque hacerle daño a Sasuke. No mientras ella estuviera allí.

Mañana se haría la enferma para no ir al colegio aún que me tomara cierto trabajo convencerlo de su enfermedad pero cuando vio su ventana abierta y lo congelado de su habitación. No lo pensó dos veces para abrirla por completo, agradeciendo el comienzo del invierno en Japón. Se coloco ropa fina para dormir y bostezó. Probablemente pasaría la peor  noche de su vida e inminente estaría enferma mañana y con eso su escusa estaría completaría ya que no era tan fácil engañar a un médico.

Tenía mucho sueño por alguna extraña razón y no tardó en quedarse dormida con ese último pensamiento.

A la mañana siguiente, vio que una gruesa colcha cubría su cuerpo y su ventana estaba cerrada pero eso no fue lo que la impacto si no el sol pegando casi de lleno en su habitación. Parecía como si fuera casi medio día.

—¡Maldición!

Grito sentándose en la cama y reconoció que su cabeza estaba algo desorientada. Le tomo mucho tiempo enfocar para ver la hora en su reloj.

"11:30 Am"

...

¡Noooo!

¿Alguna teoría?

Maratón 2/4

Nos vemos prontito y gracias por continuar leyendo mis mariposas.

Besos y abrazos
Lia Diso 🍄

Besos y abrazosLia Diso 🍄

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