Kiss of Death [JimSu]

THIRTY

El tiempo debió morir en el algún instante, YoonGi no estaba muy seguro de eso. Su mente estaba perdiéndose mucho tiempo entre recuerdos del pasado y sólo volvía duramente a la realidad cuando el aprendiz FranXX entraba en la habitación gris.

Las cuatro paredes sin color se mantenían en silencio eternamente hasta ese momento, la calma se rompía.

Los pasos pesados eran escandalosos y siempre iban acompañados por el sonido del código de la puerta dándole acceso al adulto.

Ni bien estaba dentro de la pieza el aprendiz FranXX ya estaba dándole malas noticias a YoonGi.

—095 me ha preguntado por qué no le has permitido venir —dijo el hombre, uniendo todos sus falanges y escondiéndolos detrás de su espalda—, una vez más.

YoonGi apretó las manos, aplastándolo el anhelo de encontrarse otra vez con su verdadero JiMin. Su recordatorio vino al tirar sus dedos tan fuerte que sus largas uñas negras se enterraron sobre la palma hasta hacerse sangrar. Aflojó el agarre con una respiración decaída.

Una de sus últimas transformaciones trajo cuernos en su cabeza y garras tan gruesas como las de un oso.

Si sus dedos no eran más los de un humano, ¿cómo podría sostener los delicados dedos de su preciado estambre?

No merecía tocarlo.

—Ya le he dado su respuesta.

—No va a creer eso por mucho tiempo —reconoció sabiamente al aprendiz FranXX—, empieza a sospechar que es mi culpa que estés en aislamiento.

—Es su culpa —YoonGi señaló, con la voz profunda y llena de resentimiento. Se sintió como un animal salvaje atrapado en una jaula con su domador.

El aprendiz FranXX encogió su rostro en una mueca de cansancio.

—Te lo he explicado, 003 —le aclaró monótonamente—. Te encuentras bajo observación, no dentro de una prisión. Eres libre de salir de la habitación y caminar por los jardines con 095. Siempre que regreses a la hora solicitada para la realización de tus estudios médicos.

La falsa promesa en este hombre le provocó a YoonGi unas inmensas ganas de reír histéricamente.

Días atrás, cuando el adulto lo encontró en el césped con cuernos creciendo en lo alto de su cabeza, lo robó de su estambre. JiMin estaba asustado y tuvieron que sedarlo para que dejara ir al pistilo.

De esa forma fue como YoonGi terminó en una habitación médica. El aprendiz FranXX sólo lo tomó para realizarle muchos dolorosos exámenes que nunca tuvieron respuestas.

Sus palabras en ese instante no eran más que una mentira.

Lo que quería hacerle creer era una falsa ilusión de libertad y asegurarle que no era el villano en la historia y los Klaxosaurios sí. Pero YoonGi ya no era el mismo ingenuo, tenía sus verdaderos recuerdos en su cabeza, ya nadie podría intentar convencerlo de quién era el héroe para la humanidad.

No ver a JiMin era su elección y podría llamarlo su propio castigo.

Se lo recordaba cuando encontraba los dos cuernos en su cabeza y los colmillos al mirarse en el espejo. Su apariencia monstruosa le recordaría siempre el horrible día de lluvia en el que hirió a su compañero.

—Le agradezco la oferta, pero mi respuesta sigue siendo la misma.

Se apoyó contra una de las paredes del fondo sintiendo el borde de la única ventana incrustarse contra la piel de su espalda. La ventana tenía unas persianas automáticas que se levantarían si se lo pedía con su voz.